La aparición, a principios de año, del estudio 'Demografía médica en España. Mirando al futuro', ha vuelto a abrir el debate sobre el futuro de la profesión médica en nuestro país, tercero de la Unión Europea en número de médicos, por detrás de Grecia e Italia. Elaborado por la Fundación de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el documento muestra una radiografía preocupante en la actualidad y explica que, de no tomar medidas a medio plazo, los problemas pueden agravarse. En líneas generales, se demuestra cómo, en los próximos 15 años, se percibe una tendencia al crecimiento del número de licenciados, lo que permitirá que prosiga la precariedad laboral y, después, por diferentes razones, se reducirá drásticamente el número de facultativos.
Las irregularidades en la distribución de profesionales entre las diferentes CC.AA. son preocupantes, según la CESM
Desde finales de los años 90 han aparecido numerosos estudios sobre este tema, entre los que destacan el de 1999 de CESM y el de la Organización Médica Colegial que apareció un año antes. El publicado ahora es una actualización y ampliación a largo plazo del estudio previo de hace seis años. 'Una mirada a largo plazo para explicar lo que puede suceder dentro de unos años si no se empiezan a corregir las políticas en este sentido', según explica Miguel Ángel García, uno de sus autores.
Como principales conclusiones, señala que, en primer lugar, no hay demasiados médicos en España, ya que estamos 'sólo un poco por encima de un número deseable'. 'No sobran médicos, como se venía diciendo tradicionalmente y de manera categórica', sentencia. Según cálculos de la organización de la que representa, en la actualidad hay 169.319 facultativos en total, lo que resultan 396 médicos por cada 100.000 habitantes, 'ligeramente por encima de la media europea', pero teniendo en cuenta que hay países con carencia de profesionales 'como el Reino Unido o Portugal'. Para el doctor García, la profesión médica 'no se protege' y ya existen especialidades con déficit. 'A nivel general, en la actualidad, las cifras no van mal, pero habría que dejar de hablar de exceso de facultativos', argumenta.
Un segundo resultado de este estudio es que, si no se cambian las condiciones de acceso a las Facultades, se producirá un punto de inflexión con un máximo de médicos dentro de 15 años para después caer la cifra de una forma 'bastante llamativa'. 'Crecerá la población, sobre todo a causa del incremento de la inmigración y, por otro lado, envejecerá, de tal forma que el número de médicos en proporción a la población empezará a caer a partir de 2015', advierte.
Diferencias entre CC.AA.
El estudio demuestra también que son importantes las irregularidades en la distribución de profesionales en las diferentes comunidades autónomas, con regiones con mucho menor número de médicos que la media nacional. Así, por ejemplo, Cataluña notará la pérdida de profesionales cinco años antes que otras zonas. 'Esperemos que las soluciones se miren a más de diez años vista, ya que son, fácilmente, programables. El problema vendrá después' indica este responsable del estudio.
Algunos sindicatos abogan porque sean los gestores y los partidos políticos los que se pongan a trabajar sobre el número de profesionales que se requerirá en el futuro
Pese a que pudiera parecer lo contrario, García cree que el panorama es 'esperanzador', porque hay un margen de maniobra 'suficiente'. 'Es posible que haya problemas en algunas especialidades, pero dentro de unos años pueden ser generalizados a toda la profesión', adelanta. En su opinión, con 15 años de plazo, hay tiempo 'para arreglar la situación', tomando distintas medidas como ampliar el acceso a las Facultades y el sistema de residencia para esos alumnos que acaban sus estudios en la Universidad. 'Si queremos mantener un número de médicos similar al actual, las actuaciones deben de hacerse de aquí a cuatro años. Pero la perspectiva puede ser muy negra si la respuesta es la misma a la que hemos recibido, según hemos ido presentando datos del estudio los últimos 18 meses y nadie mueve pieza', tal como alerta este facultativo.
Una de las actuaciones más polémicas para contrarrestar este futuro tan poco halagüeño es la importación de especialistas extranjeros, cuya formación suele contar, a menudo, con problemas de homologación. Para el doctor García, el debate lleva a un planteamiento ético. 'No vamos a cuestionar la libre circulación de profesionales por la Unión Europea, porque favorece y perjudica de igual manera a los países pero me pregunto: ¿Tiene futuro que se importe profesionales de otros países si no se deja estudiar Medicina a los jóvenes que quieren entrar en las Facultades porque se ha limitado su acceso?' Para este especialista, la respuesta es que es 'lógico' pensar que, si vamos a necesitar más médicos, 'pensemos en gente natural de aquí por muchísimas razones, ya que no es 'justo' cerrar las puertas a gente de aquí y favorecer otras del extranjero. 'Eso no es libre circulación, es favorecer los intereses de otros países', lamenta. Por eso, cree que, por interés propio, lingüístico y cultural, 'es más lógico que sea un médico español el que trate a pacientes españoles'. La solución cree que es sencilla sobre el papel, aunque complicada de llevar a cabo. 'Los gestores y los partidos políticos deberían hacer un pacto por la salud y definir el futuro y el número de médicos que se precisa. Si son al menos los mismos de ahora, hay que empezar a trabajar ya', aconseja.
Otro lugar al que los dedos acusadores apuntan sus críticas es a las Comisiones nacionales de especialidades, a las que se critica por haberse equivocado en los números de sus previsiones. Para el portavoz de CESM, 'parece que mueven ficha en su campo, limitándose al número de especialistas que necesitan para cada una. La impresión externa es que hay intereses contrapuestos en función de los distintos miembros de estas Comisiones'. La solución pasa, de nuevo, por medidas a largo plazo: 'estos órganos deben seguir trabajando en su especialidad, pegados a la realidad y deben pensar que formar un médico supone tenerlo 35 años en el mercado, no sólo pensar que hay que contar con él los próximos cinco años', expone. García cree que es un problema de visión 'global', pues debería 'subir el nivel'. 'Denunciamos la situación a nivel global, pues ésta condicionará para haya plazas para todas las especialidades. Si se quiere resolver el problema del número total, hay que empezar desde el principio, desde las Facultades', aclara.
El éxodo de profesionales al extranjero es otro de los motivos que causan alarma entre el colectivo médico
Futuro sombrío
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención del informe de la CESM es el denominado 'punto de inflexión', al que se podría llegar en un futuro próximo en la profesión médica en España. Así, de continuar las condiciones actuales, habrá un incremento notable de facultativos hasta principios de la próxima década, hasta alcanzar los 40.000, un 20 por ciento del total actual. Posteriormente, se produciría el descenso. Para García, se trata de un factor 'engañoso', ya que se piensa que, a corto plazo, 'está arreglado el futuro'. 'No hay que esperar a 2019 para actuar, porque entonces se tardarán 12 años en que las medidas se noten y estaremos en la situación actual del Reino Unido, desesperados por conseguir médicos de donde puedan. Lo que suele suceder cuando se hacen las cosas con prisa es que se hacen mal: no se controlarán suficientemente las homologaciones porque no hay tiempo para hacerlo y esta situación ya se está dando en algunas comunidades autónomas', lamenta. Así, cita como ejemplo la importación de anestesistas en Cataluña, a los que no se les ha convalidado el título y ya están trabajando por lo que sus servicios son necesarios, lo que ha motivado numerosas denuncias. 'Esto puede suceder en bloque y en masa en 2019', vuelve a asegurar.
El éxodo de profesionales al extranjero es otro de los motivos que causan honda preocupación en el colectivo. Según datos que maneja la OMC, se podría dar el caso de que hasta un 30 por ciento de los médicos españoles pudiera acabar ejerciendo en el extranjero. En la actualidad, 800 médicos año salen cada año de nuestro país. 'La multiplicación es muy sencilla: de los 40.000 médicos que se espera acaben su formación en los próximos 15 años, se proyecta que más de un tercio, unos 12.000, salgan fuera si sigue este ritmo', calcula el doctor García. Lo alarmante es que el número puede, incluso, aumentar. Así, según las cifras que maneja el referido sindicato, si la caída prevista de profesionales se anticipa, podría descender en picado el número de profesionales en activo, 'porque los nuevos médicos van amortiguando el número de jubilaciones que se van a ir produciendo'.
El progresivo envejecimiento de la profesión y la incorporación de la mujer son otras de las características que se dejaran notar en el futuro del colectivo médico.
Otros aspectos muy comentados son el progresivo envejecimiento del colectivo y la incorporación masiva de la mujer a la profesión, la denominada feminización. Las estadísticas que se manejan demuestran que el médico de mayor edad disminuye su actividad, mientras que la mujer tiende menos al pluriempleo. 'Será lógico pensar que, si hay más médicos mayores, habrá más médicos en situación de incapacidad e invalidez. Si el sistema se piensa que va a ir hacia un equilibrio entre público y privado, el envejecimiento hará también que menos gente se dedique a una y otra, no habiendo tanta actividad. Hay que recordar que los médicos jóvenes tienden más al pluriempleo que los mayores y no se sabe hasta qué punto puede influir la falta de recambio', razona el doctor García.
Respecto al caso de la mujer, el responsable del estudio opina que, en la actualidad, el porcentaje tiende a igualarse, con un 47,05 por ciento censado de mujeres licenciadas en 2001, número que llegará al 60 por ciento en unos 25 años. El derecho a 16 semanas de baja por descanso maternal cree que introduce 'una variable de especial consideración a la hora de planificar los recursos humanos en el sector'. 'Antes, la mujer escogía especialidades compatibles con su vida cotidiana, pero esta tendencia está cambiando', recuerda. Así, Análisis clínicos o Microbiología eran especialidades más feminizadas, algunas con porcentajes superiores al 50 por ciento, aunque en las últimas selecciones de MIR se va reduciendo y tienden hacia la media. Las menos feminizadas tienden a igualarse y las que más también reducen la diferencia, sólo se escapan de manera muy llamativa Urología y Traumatología, 'que no superan el 20 por ciento de mujeres', advierte.
Soluciones
Las maneras de resolver este tipo de problemas son diversas. El portavoz de CESM coloca, en primer lugar una planificación rigurosa en el campo de los recursos humanos. 'Se deben analizar los números que faltan y habilitar el número de plazas MIR precisas, realizar mejoras laborales, que las Universidades amplíen sus plazas, que se reestructuren las plantillas', enumera, reconociendo que se trata de objetivos 'muy ambiciosos'. 'Se deberían ofrecer mejores condiciones laborales y flexibilizar la jornada laboral para que se pueda conciliar con la vida familiar, no que se flexibilice la contratación', aclara. En su opinión, se debe 'facilitar' que tanto la mujer como el marido puedan ejercer la profesión cuando cualquiera de ellos asuma el cuidado familiar. 'Nos gustaría que existiera la posibilidad de que el médico, sea del sexo que sea, pueda compatibilizar su jornada laboral con el cuidado de su familia. Somos conscientes de que es un objetivo que se escapa de la profesión médica y mira más allá', reconoce.
'Todos son elementos que se nos escapan, pedimos que quien tome las decisiones políticas lo considere y nos escuche. Que alguien diga en voz alta: vamos a mantener un sistema sanitario como éste, vamos a necesitar cuántos médicos y ya que muchos de éstos van a ser mayores, o mujeres a ver cómo conseguimos este equilibrio', señala. Las opciones son dos: por un lado, facilitar la entrada de nuevos médicos en las Facultades, 'con tiento para evitar otro 'apagón' como el de los años 70 y que bloquee el sistema, por lo que debe hacerse poco a poco', advierte.
Por otro lado, solicita que se mejore la gestión del personal 'en el sentido de hacerlo más humano, entre otras cosas porque va a surgir un rival muy importante en la Medicina privada, que se está replanteando su sistema de contratación y que van a tender a ser competencia muy dura del sistema público, porque ya no son tantos los médicos que quieren cubrir ambos campos de la Medicina'.
'Hay muchos más problemas, más allá del número que se necesitan, nosotros planteamos uno, el número de médicos, y planteamos los problemas que puede haber de no rectificar, pero el problema de la gestión de la Sanidad es mucho más amplio, nos limitamos a introducir líneas de trabajo porque no hay casi nada escrito al respecto', advierte.
Respecto a la repercusión que ha tenido el estudio, García reconoce que 'a nivel de gestión, hay de todo' Por ejemplo, en el Ministerio de Sanidad, 'no hemos visto mover pieza'. 'Aunque tiene poco poder en algunas campos, en el tema de la coordinación debería convertirse en el impulsor de la solución al mismo', señala. Respecto a las distintas comunidades autónomas, destaca la respuesta de Cataluña, 'que nos ha contestado como diciendo 'no nos vale, vamos a hacer nuestro propio estudio''. 'En otras comunidades, al contrario, la respuesta ha sido más positiva y nos han transmitido que hemos denunciado algo a lo que hay que poner remedio, en Madrid, Cantabria o Castilla-La Mancha, tenemos noticia de que se están moviendo con medidas que suponen tomar en consideración el problema', declara.
Otros responsables, como los decanos de las Facultades de Medicina se han puesto en contacto con los autores del trabajo, 'porque es un tema que venían sugiriendo. Cuando todo el mundo decía que había que reducir lo han hecho y cuando están viendo ahora el problema que se puede generar, van a necesitar un tiempo para adaptarse'. Otro hecho destacable es que están en el proceso de adaptación de la licenciatura, de acuerdo con el tratado de Bolonia 'y están viendo que también les va a tocar una parte importante, en el sentido que tendrán que ampliar sus plazas docentes. Recientemente, denunciaron que no tienen medios para afrontar esa necesidad', señala. García quien reconoce, asimismo, que los frutos de su labor, 'resultado de pelearme mucho con los números', no tiene otro objetivo sino proporcionar información 'que mejore el futuro'. 'No hemos originado un movimiento masivo, pero hay indicios de que se están produciendo actuaciones importantes. Nuestro objetivo fundamental era poner este tema en el candelero y no esperar a dentro de cinco años. Estamos satisfechos con los resultados', sentencia.
Los médicos 'peor tratados'
de Europa
Por su parte, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, secretario general de la Organización Médica Colegial, realiza un análisis similar al del derivado estudio de CESM 'aunque con ligeros matices'. 'El sistema no ha respondido a las expectativas de la profesión', advierte. Según los datos que maneja, el colectivo médico español recibe 'el peor trato de la Europa de los 15', maltrato que achaca no a la Administración actual 'sino a las precedentes'.
Uno de los principales temas de disensión es el de la feminización porque 'se puede llegar a entender muy mal'. En su opinión, se parte de una idea previa equivocada. 'Se acepta que ser médico en España conlleva el hecho de tener que duplicar la jornada laboral por decreto', denuncia. Una base que 'no tiene que ser así, no debería ser normal, pero que es sistemático y habitual que se trabaje entre 60 y 80 horas semanales', explica. Cree que esta situación actual va unida por las presentes condiciones del mercado, pero que, cuando la mayoría de licenciados de Medicina sean mujeres, se normalizará el horario laboral por la presión que ejercerá el colectivo. 'Debería de hacerse ya que se trabaje siete horas diarias y, el que quiera trabajar más, que cobre horas extraordinarias. El conjunto de los profesionales acabaremos cambiando las normas de juego', pronostica.
Para evitar el colapso, Rodríguez Sendín alega que, como solución, no se puede 'abrir la mano', porque las masificaciones de los años 70 trajeron 'muchos problemas'. 'El problema no son los números clausus y con eliminarlos basta, la respuesta es mala tanto por exceso como por defecto, porque luego estos licenciados necesitan formación y según Alfonso Moreno, presidente del Consejo Nacional de Especialidades Médicas la capacidad de los docentes está al máximo', defiende. Cree que el MIR es un problema 'de capacidad docente,' porque el número de residentes es 'difícil de cubrir sin servicios adecuados'. 'No soy un experto, pero entiendo que tiene límites', confiesa. El resultado de las medidas tomadas tiempo atrás es que 'muchos médicos son ahora mano de obra barata. Se ha cerrado ahora el círculo, cuando hace 15 años nos sobraban miles de médicos', comenta.
Estudio propio en Cataluña
Olinda Ania, directora del Área de Ordenación y Gestión de profesiones sanitarias del Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Cataluña, señala que hay que tomar las proyecciones realizadas por CESM 'con ciertas cautelas'. 'Los estudios sirven, son útiles, pero, a veces, se pueden basar en datos no exactos. Las opiniones hacia dónde puede evolucionar el futuro son muy difíciles en un contexto tan cambiante', alega. La Consejería de Sanidad catalana encargó a un grupo de expertos, entre los que se incluye, un estudio sobre el estado de la profesión médica 'con el objetivo de conocer con más precisión la necesidad de facultativos que se va a producir en esta comunidad autónoma en la próxima década'. Los resultados se conocerán antes del verano. Como explica Ania, esta investigación tiene su origen en el Libro Blanco de las profesiones sanitarias de Cataluña elaborado en 2000. 'En él se realizaban recomendaciones basadas en diferentes ejes como los ciudadanos, la organización de modelos profesionales o los sistemas de información e investigación sociológica permanente, que muestra las tendencias de los profesionales y déficits puntuales en especialidades en un contexto muy cambiante', reitera.
Así, el pasado mes de septiembre se reunió la comisión de desa-
rrollo operativo del libro blanco, que estableció varias líneas de trabajo, entre las que destacan las dedicadas al análisis de tendencias de necesidades de profesionales sanitarios, con un primer estudio de demografía de estas profesiones, para determinar de manera exacta su tipo y características en Cataluña. Para ello, se realizó un convenio con el centro de estudios de demografía de la Universidad de Barcelona, buscando identificar las fuentes de información existentes y diseñar las metodologías con escenarios de futuro, así como las variables a medio plazo que definan la situación y marquen las 'luces rojas' del sistema.
'Se trata de realizar una primera foto de los profesionales buscando en fuentes como las titulaciones, el MIR, dónde se han formado, pero no dónde trabajan. Estos datos serían encuadrados en la LOPS, en la ley de Cohesión, en el marco legislativo, troncalidad, áreas de capacitación específica que, en opinión de la portavoz catalana, 'transformarán el contexto'. El estudio, calificado como 'importantísimo', verá la luz de manera inminente, pero aparte, sus responsables ya trabajan en el diseño de otro 'más amplio'. Respecto al informe de la CESM, opina que los datos 'pueden variar'. 'Es cierto que hay déficits, y que hay especialidades más envejecidas como Anestesia, Pediatría, Oftalmología, Obstetricia, Radiodiagnóstico o Geriatría, pero es que van unidas a cambios demográficos o de población. Por ejemplo, con la implantación de nuevas técnicas médicas, se ha producido un incremento de la actividad en la anestesia', explica.
Respecto a la posibilidad de incorporar facultativos extranjeros, Ania señala que, en el caso de pertenecer a países miembros de la Unión Europea, la movilidad 'está garantizada', mientras que en el caso de Sudamérica, 'queremos garantizar los niveles de calidad y homologación'. 'No se van a lanzar avisos -advierte- pero se van a favorecer a los que se quieran implantar aquí'. Respecto al cambio de cultura provocado por la feminización, garantiza la toma de medidas para compatibilizar vida familiar y laboral, mientras que sobre la polémica jubilación forzosa, asegura que el Instituto Catalán de la Salud defiende 'que no provoca falta de médicos'. 'No hay alarma ni falta de atención sanitaria, no han aumentado las listas de espera', concluye.