La dieta repetida puede llevar a un aumento de peso porque el cerebro interpreta estas dietas como hambrunas cortas e insta a almacenar más grasa para futuras carencias
14 de febrero 2018. 1:50 pm
Científicos han descubierto un interruptor molecular en el cerebro que regula la quema de grasa y podría proporcionar una forma de controlar el aumento de peso después de una dieta. Investigadores de la Universidad Monash, en Australia, han identificado un interruptor molecular en el cerebro…
Científicos han descubierto un interruptor molecular en el cerebro que regula la quema de grasa y podría proporcionar una forma de controlar el aumento de peso después de una dieta. Investigadores de la
Universidad Monash, en Australia, han identificado un interruptor molecular en el cerebro que potencialmente controla la capacidad del cuerpo humano para almacenar grasa, particularmente después de largos periodos de 'hambruna' o pérdida de peso, un proceso que subyace a la dieta yo-yo, cuando recuperamos el peso perdido haciendo dieta.
Ser capaz de controlar este cambio puede ser una terapia para la obesidad y otros trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2. El profesor asociado Zane Andrews y sus colegas del Instituto de Descubrimientos en Biomedicina de Monash han identificado una proteína en ratones, llamada carnitina acetiltransferasa (Crat), en células cerebrales que procesan el hambre y regulan el almacenamiento de grasa después de la dieta, como detallan en un artículo publicado en la revista internacional
'Cell Reports'.
Cuando estamos a dieta (o evolutivamente cuando hay una hambruna) nuestros cuerpos queman más grasa para proporcionar suficiente energía; pero al mismo tiempo, nuestros cerebros luchan por conservar la energía y, tan pronto como los alimentos están disponibles, el cuerpo cambia de la quema a la acumulación de grasa y en su lugar utiliza las calorías ingeridas de los alimentos.
Manipular una proteína para engañar al cerebro
El equipo de investigación internacional descubrió la proteína Crat y desarrolló un modelo experimental que tenía esta proteína desactivada genéticamente. Estos individuos, cuando ayunan o se alimentan después de un ayuno, consumen sus reservas de grasa a una tasa mayor que la normal.
Según el profesor asociado Andrews, la dieta repetida, o la dieta yo-yo, puede llevar a un aumento de peso porque el cerebro interpreta estas dietas como hambrunas cortas e insta a la persona a almacenar más grasa para futuras carencias. Por primera vez, la proteína Crat en las células cerebrales que procesan el hambre ha sido identificada como el interruptor que instruye al cuerpo para que reemplace el peso perdido mediante un mayor almacenamiento de grasa.
'La manipulación de esta proteína ofrece la oportunidad de engañar al cerebro y no reemplazar el peso perdido a través del aumento del apetito y el almacenamiento de grasa', señala el profesor asociado Andrews. 'Al regular esta proteína, podemos asegurarnos de que la pérdida de peso inducida por la dieta se mantenga en lugar de volver a escaparse', agrega.