En los últimos años todos
los ámbitos relacionados
con el tratamiento del cáncer
de mama han experimentado
un avance espectacular. Mientras
que hasta en la década
de los 90 la mortalidad por este
tumor mostraba un ligero
aumento, en los últimos 10-15
años ha iniciado una curva claramente
descendente en los
países desarrollados. "La clave
de este cambio radica en los
programas de detección precoz
y en los tratamientos individualizados,
que permiten que
hoy más del 90 por ciento de
mujeres superen el cáncer de
mama". Así de contundente lo
ha apuntado la doctora Laura G.
Estévez en la presentación de la
Guía de Tratamiento del Cáncer
de Mama, cuya elaboración ha
coordinado junto con la doctora
Ana Lluch. Y es que, a día de
hoy, podemos hablar de terapias
farmacológicas "inteligentes"
con acción dirigida sobre
la célula tumoral, pues se está
huyendo cada vez más del tratamiento
igual para todas las
pacientes y apostando por la
terapia idónea para cada persona,
para cada tumor, para cada
cáncer de mama. Una teoría
que en la práctica se traduce
en una mejor eficacia de los
fármacos, menos efectos secundarios
asociados al tratamiento
y, en definitiva, una
mayor supervivencia.