18 de julio 2017. 12:42 pm
"El calor es una causa frecuente de hipotensión, especialmente en tres tipos de personas: las que ya tienen la tensión baja habitualmente, las que toman fármacos para controlarla y los ancianos y niños, colectivos más vulnerables porque en su caso la deshidratación se puede producir…
'El calor es una causa frecuente de hipotensión, especialmente en tres tipos de personas: las que ya tienen la tensión baja habitualmente, las que toman fármacos para controlarla y los ancianos y niños, colectivos más vulnerables porque en su caso la deshidratación se puede producir con mayor facilidad'. Así lo afirma Ana Alegría, especialista en Cardiología del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, que además añade que, aunque el calor no afecta directamente al corazón, sí puede contribuir a un empeoramiento de determinados pacientes. Esta especialista recuerda también que en el caso de los pacientes cardiacos es importante tener en cuenta que existen varios fármacos fotosensibilizantes que impiden la exposición al sol.
El principal riesgo viene dado por la deshidratación que pueden provocar las altas temperaturas: 'aunque en sí no es un factor de riesgo cardiovascular, puede afectar en mayor medida a las personas que sufren arritmias, cardiopatía isquémica o insuficiencia cardíaca'. En este sentido es fundamental prestar atención a los síntomas que pueden ser indicio de una pérdida excesiva de líquidos, como son el aletargamiento, mareo, flojera, sequedad de boca y piel y ojos hundidos y apagados, apunta la especialista.
Fármacos fotosensibilizantes
Las recomendaciones para mantener en forma el corazón cuando las altas temperaturas aprietan pasan por seguir una dieta cardiosaludable: 'La dieta mediterránea es muy apropiada para días de calor, ya que promueve el consumo de frutas y verduras frescas. Es aconsejable también la ingesta de abundante líquido, tanto en alimentos, como por ejemplo el gazpacho, como a base de agua'. La especialista señala también la necesidad de evitar o limitar el consumo de alcohol, ya que para metabolizarlo el cuerpo pierde mucho líquido y se deshidrata.
En cuanto a la práctica de ejercicio, lo aconsejable es evitar las horas de máxima temperatura, especialmente si se trata de actividades de alta intensidad, una recomendación tanto para pacientes con problemas cardiacos, como para personas sanas, ya que la deshidratación y el sobreesfuerzo pueden producir un golpe de calor, 'una patología que supone una incapacidad del organismo para termorregularse y que puede ser potencialmente muy grave'. También, en el caso de los deportistas se recomienda la ingesta de bebidas isotónicas para evitar la pérdida de sales minerales.