Obesidad y resistencia a la insulina: un reto global
Con aproximadamente
2.000 millones de personas en el mundo que padecen
sobrepeso u obesidad, los riesgos asociados, como la
resistencia a la insulina y la
diabetes tipo 2, se vuelven cada vez más preocupantes. En respuesta a esta problemática, el
ejercicio aeróbico estructurado es ampliamente aceptado como un tratamiento clave para mejorar la salud metabólica. Sin embargo, no todos los individuos responden de la misma manera, lo que ha llevado a la clasificación de
'respondedores altos' y
'respondedores bajos' al ejercicio.
La diferencia en la respuesta al ejercicio
Estudios recientes muestran que, tras
8 semanas de ejercicio aeróbico estructurado, algunas personas experimentan mejoras significativas en la
sensibilidad a la insulina, mientras que otras no presentan cambios notables. Esta variabilidad, según el
Consorcio de Transductores Moleculares de la Actividad Física (MoTrPAC), sugiere que el enfoque de 'talla única' en la prescripción de ejercicio no es adecuado para todos los pacientes (
ver artículo en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism).
El papel del músculo esquelético en la sensibilidad a la insulina
El
músculo esquelético desempeña un papel crucial en la eliminación de glucosa y la
sensibilidad a la insulina. Estudios como el de
Kovac et al. han analizado las
firmas moleculares en este tejido antes y después del ejercicio en individuos con sobrepeso u obesidad. Los resultados revelan que aquellos con baja respuesta al ejercicio muestran una mayor expresión de genes relacionados con la
inflamación y la
fibrosis, ambos factores asociados con la resistencia a la insulina.
Epigenética y variabilidad en la respuesta
Un aspecto destacado de este estudio fue el análisis epigenético. Los individuos con baja respuesta mostraron
patrones de metilación del ADN que indican una mayor predisposición a la
atrofia muscular y a la
senescencia celular. Estos cambios epigenéticos pueden influir directamente en la capacidad de respuesta al ejercicio, sugiriendo que factores adquiridos a lo largo de la vida pueden limitar los beneficios del entrenamiento aeróbico.
Personalización del ejercicio: hacia la medicina de precisión
Los
patrones moleculares observados podrían servir como base para una
prescripción personalizada de ejercicio. Los pacientes con baja respuesta podrían beneficiarse de una combinación de estrategias, como una
dieta alta en proteínas para promover la hipertrofia muscular o la
suplementación con senolíticos para eliminar células senescentes antes del entrenamiento. Además, algunos individuos pueden requerir
entrenamientos de mayor intensidad o duración o una combinación de
ejercicio aeróbico y de resistencia para lograr mejoras metabólicas comparables a las de los respondedores altos.
La medicina de precisión y el futuro del ejercicio personalizado
El campo de la
medicina de precisión, impulsado por los avances en los análisis 'ómicos' y la inteligencia artificial, ofrece un futuro prometedor para la personalización del ejercicio. Sin embargo, antes de que estas estrategias se adopten a gran escala, deben considerarse factores como la
hora del día en que se realiza el ejercicio, el
sexo biológico, la
etnia y los
determinantes sociales de la salud, todos los cuales pueden influir en la capacidad de respuesta.
Este enfoque más
personalizado no solo podría optimizar los beneficios del ejercicio en términos de
sensibilidad a la insulina, sino también reducir los riesgos asociados con la obesidad a largo plazo, abriendo nuevas oportunidades para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo.