El pasado viernes la Mesa Sectorial del Servicio de Salud de Baleares ha dado luz verde al borrador final del decreto que regula el uso del catalán en la Sanidad Pública balear con el apoyo del 65 por ciento de la representación sindical. De esta forma han votado a favor CC.OO, UGT, el Sindicato de enfermería (Satse) y Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), y se han posicionado en contra CSIF y el Sindicato Médico de Baleares (Simebal).
Ante la aprobación del mismo, el director general del Ib-Salut, Juli Fuster, se ha mostrado satisfecho porque la mayoría de la Mesa Sectorial haya sido favorable a la aprobación del decreto de capacitación lingüística del personal estatutario y ha remarcado que es un proyecto fruto del “consenso y del diálogo”. Además ha añadido que este acuerdo permitirá que el Servicio de Salud continué el proceso de oferta pública de ocupación y así poder convocar próximamente los concursos oposición.
Tras esta votación, el siguiente trámite pasa por remitir el decreto que regula el uso del catalán al Consell Consultiu de la CAIB, para su posterior aprobación definitiva en el Consejo de Gobierno.
La opinión de los sindicatos
El representante de UGT, Miguel Ángel Romero, ha insistido en que el documento aprobado recoge una de las principales luchas de UGT, que era la de rebajar el nivel de conocimiento del catalán para los celadores al A2 y que dispongan de dos años para acreditarlo. Además, ve positivo que si se cumplen los plazos previstos, y una vez que el Consell Consultiu revise el documento, lo que podría tardar entre 45 y 60 días, sería posible convocar oposiciones para antes del verano.
De forma contraria, Ramón García, representante de Simebal, ha insistido en que su voto en contra hacia el decreto que regula el uso del catalán se ha producido “en coherencia con lo que han pedido desde el principio; que sea un mérito y no un requisito, como pasa en toda España”, algo que “es muy importante porque permite la libre circulación de los profesionales sanitarios”. Una cuestión que agravaría el ya existente problema de falta de profesionales en Baleares.
También ha mostrado su oposición al decreto, el CSIF, cuyo coordinador en Mallorca, Guillem Vila, ha remarcado que no pueden aceptar que se creen diferencias dentro del propio personal del Ib-Salut en función de las categorías, debido a este decreto que regula el uso del catalán. “Nosotros defendemos que todos los trabajadores de una misma empresa tienen que ser iguales”.