Un tratamiento seguro para la calcificación arterial en cáncer de mama
Un reciente estudio ha disipado los temores sobre los efectos cardiovasculares de los
inhibidores de la aromatasa (IA), una terapia hormonal estándar para mujeres posmenopáusicas con
cáncer de mama con receptores hormonales positivos. La investigación, publicada en el
Canadian Journal of Cardiology, concluye que el uso prolongado de estos bloqueadores de estrógenos no incrementa el riesgo de calcificación de la arteria coronaria, un marcador clave de la
aterosclerosis coronaria. Este hallazgo es un avance importante para pacientes que deben someterse a estos tratamientos a largo plazo.
Estudio observacional sobre calcificación coronaria
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ehime, encabezados por el doctor Yu Hiasa del
Departamento de Cardiología, Neumología, Hipertensión y Nefrología, realizaron un estudio retrospectivo y transversal con 357 pacientes posmenopáusicas. Estas pacientes habían comenzado el tratamiento con inhibidores de la aromatasa entre agosto de 2010 y octubre de 2022. El objetivo del estudio era investigar la relación entre la duración de la terapia y la
calcificación de la arteria coronaria. Para cuantificar la gravedad de la calcificación, se empleó un sistema de puntuación visual.
Resultados tranquilizadores para pacientes y médicos
Contrario a estudios previos que sugerían un posible aumento del riesgo cardiovascular asociado con el bloqueo de estrógenos, este nuevo análisis revela que el uso prolongado de IA no incrementa el riesgo de
calcificación de la arteria coronaria. El doctor Hiasa señala que, aunque existe un debate sobre la duración óptima del tratamiento (5 o 10 años), los datos obtenidos sugieren que extender la terapia para prevenir recurrencias tardías del cáncer de mama no genera problemas en cuanto a la calcificación arterial.
Este hallazgo es relevante, dado que la
calcificación coronaria es un indicador importante de la aterosclerosis, la enfermedad subyacente que causa angina y ataques cardíacos. Si bien el estrógeno desempeña un papel beneficioso en la salud cardiovascular, su supresión es esencial en el tratamiento del cáncer de mama. Este estudio confirma que la
supresión prolongada de estrógenos a través de los IA no acelera la aterosclerosis.
Factores de riesgo independientes para la calcificación
El estudio también identificó varios factores de riesgo asociados con la calcificación de la arteria coronaria, como la
edad avanzada, la
hipertensión, la
diabetes mellitus, y un nuevo hallazgo: niveles bajos de
hemoglobina. Sin embargo, ni la duración del tratamiento con IA ni la presencia de osteoporosis mostraron estar vinculadas con un aumento en la calcificación.
El coinvestigador Akinori Higaki, también del Departamento de Cardiología de la Universidad de Ehime, destacó que, entre los pacientes que ya presentaban calcificación antes del estudio, su gravedad no empeoró debido al tratamiento con IA. Esto ofrece tranquilidad adicional a los pacientes que necesitan continuar con la terapia durante años.
Conclusiones y recomendaciones para el futuro
Este estudio refuerza la confianza en el uso de
inhibidores de la aromatasa como una opción segura a largo plazo para las mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama. La evidencia presentada sugiere que, al menos en lo que respecta a la
salud cardiovascular, el tratamiento prolongado no presenta riesgos adicionales significativos.
A medida que avanza la investigación en terapias hormonales y su impacto en la salud cardiovascular, este tipo de estudios proporcionan datos cruciales para orientar las decisiones clínicas. Los hallazgos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ehime serán de gran utilidad para médicos y pacientes que busquen equilibrar los beneficios del tratamiento contra el cáncer de mama con posibles efectos secundarios a largo plazo.
En resumen, este estudio ofrece un nuevo horizonte de confianza y seguridad en el tratamiento hormonal del cáncer de mama, disipando temores sobre los riesgos cardíacos y reforzando la importancia de un enfoque individualizado para cada paciente.