Cecilia Martínez Costa, jefa de Servicio de Pediatría de Hospital Clínico de Valencia y Catedrática de Pediatría de la Universidad de Valencia
18 de junio 2024. 1:00 pm
Es bien sabido que la leche materna es el patrón de oro de la alimentación del bebé por sus beneficios sobre la salud a corto y largo plazo. Esto, principalmente, se debe a su perfil nutricional tan específico que se ajusta a las necesidades del…
Es bien sabido que la leche materna es el patrón de oro de la alimentación del bebé por sus beneficios sobre la salud a corto y largo plazo. Esto, principalmente, se debe a su perfil nutricional tan específico que se ajusta a las necesidades del lactante. La composición de la leche materna es única: la lactosa es el nutriente más abundante, seguida de los lípidos (glóbulos grasos), los oligosacáridos de la leche humana (HMO) y las proteínas.
Los lípidos, como segundo nutriente principal de la leche materna, aportan al lactante el 50% del contenido total de su energía. Aquí, el palmitato juega un papel clave, ya que representa casi el 25% de los ácidos grasos de la leche materna. Este y otros ácidos presentes en la leche materna son esenciales para el crecimiento infantil, el sistema inmunológico, la visión, el desarrollo cognitivo y los sistemas motores del bebé.
Los oligosacáridos ocupan la tercera posición, puesto que se han identificado más de 150 estructuras de HMO en la leche materna. La evidencia ha demostrado que tienen efectos beneficiosos para el crecimiento infantil, la protección inmunitaria, el desarrollo y el equilibrio del microbioma.
En este sentido, se sabe que la lactancia natural contribuye de manera decisiva a la colonización intestinal del lactante, a la maduración de su sistema inmune y con ello, a su salud futura. Es el vehículo principal para que el lactante reciba prebióticos (oligosacáridos), probióticos (bacterias lácticas) y postbióticos (productos derivados de la fermentación bacteriana y/o de la lisis bacteriana).
Estudio POST
Teniendo en cuenta estos aspectos, hemos presentado un póster con las conclusiones extraídas del estudio POST en el Congreso de la Sociedad Europea de Gastroeneterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN). Ha consistido en una investigación observacional, descriptiva, prospectiva, no aleatorizada y multicéntrica realizada con el apoyo de Nutricia, la división de Nutrición Especializada de Danone, en seis centros de atención primaria del ámbito sanitario público español (Madrid, Valencia y Sevilla).
Se trata de un estudio clínico real con una muestra de lactantes muy importante, que analiza la evolución de los lactantes sanos alimentados con leche materna y los alimentados con fórmula parcialmente fermentada (postbióticos) con oligosacáridos [scGOS/lcFOS(9:1)+2'-FL+3'-GL] y un perfil lipídico mejorado (DHA/ARA y beta-palmitato).
Para este estudio se ha contado con la participación de 142 lactantes sanos, 65 lactantes alimentados con leche materna y 61 con leche de fórmula. El periodo de reclutamiento ha sido de 4 meses y el periodo de seguimiento de 3 meses.
Los objetivos del estudio POST han sido más ambiciosos que los planteados en estudios previos. El cometido principal del proyecto fue determinar el crecimiento, definido como el aumento de peso y de longitud al mes y a los tres meses de estudio, de lactantes sanos alimentados con leche materna frente a los alimentados con la fórmula citada.
Además, entre sus objetivos secundarios destacan: evaluar las medidas antropométricas (peso, longitud, perímetro craneal) y sus correspondientes incrementos de z-score (peso-por edad, longitud-por edad y perímetro craneal-por edad) a 1 y 3 meses de estudio; determinar la tolerancia gastrointestinal a 1 y 3 meses de estudio; cuantificar los episodios de infecciones presentados (tipo, gravedad y duración) y el uso de recursos sanitarios asociados (tipo de medicación y duración, visitas al pediatra/médico de atención primaria (en su defecto), visitas a urgencias extrahospitalarias, visitas a urgencias hospitalarias durante el periodo de estudio (3 meses); y por último, medir la satisfacción de los padres/cuidadores a 1 y 3 meses de estudio.
Conclusiones
Las conclusiones de la investigación revelan que el perfil lipídico mejorado en la leche de fórmula (DHA/ARA y beta-palmitato) permite un aporte de ácidos grasos esenciales para el neurodesarrollo del lactante y su tolerancia digestiva (favorecida por el beta-palmitato). En este estudio en los lactantes alimentados con la fórmula la consistencia de las heces y la presencia de síntomas digestivos fue similar a la de los lactados con leche materna.
Por su parte, la presencia de oligosacáridos añade importantes ventajas, como el desarrollo de una microbiota intestinal similar a la del niño alimentado con leche materna. Todo ello va a favorecer la colonización intestinal con gran diversidad y el desarrollo de un sistema inmune durante el periodo más vulnerable de la vida.
En resumen, se ha constatado que los bebés alimentados con esta fórmula presentan un crecimiento, tolerancia gastrointestinal, consistencia de las heces, presencia de síntomas digestivos y una incidencia de infecciones similares a los de los bebés alimentados con leche materna. Todo ello, teniendo en cuenta la gran variabilidad de la leche humana y su compleja composición adaptada para cada periodo del desarrollo infantil.
En definitiva, toda esta labor de investigación demuestra que es tal la importancia de la leche materna en la composición y maduración de la microbiota intestinal del bebé, que el desarrollo de leches de fórmula más completas constituye una estrategia para garantizar el crecimiento, la tolerabilidad, heces e infecciones en línea con los niños alimentados con leche materna.