Durante el embarazo es frecuente
que algo tan natural
como ir al baño se vuelva
complicado a causa del estreñimiento.
De hecho, una de
cada tres mujeres embarazadas
padece este trastorno. La causa
más probable es el cambio
hormonal que acompaña a la
gestación y que es mayor si cabe
en las últimas etapas. La alteración
hormonal que se produce
durante esta etapa
provoca que los alimentos permanezcan
más tiempo del normal
en el tubo digestivo. Además,
la cantidad de motilina
(hormona secretada por el intestino
que actúa estimulando
la motilidad y vaciamiento gástrico)
se reduce durante el embarazo,
lo que da lugar a que
el movimiento habitual del estómago
y del intestino se vea
reducido. Por otro lado, el
aumento del vientre propio de
la gestación produce una mayor
presión sobre el recto. Todas
estas circunstancias desembocan,
finalmente, en el hecho
de que la mujer siente la necesidad
de ir al baño menos veces
y el estreñimiento aparece
o, si ya existía, se acentúa.
Pero no está todo perdido.
Una dieta desequilibrada que
no aporte la cantidad de fibra
diaria necesaria, el estrés, la falta
de ejercicio regular y/o beber
menos agua de la que el organismo
necesita son elementos
que ralentizan el tránsito intestinal
y que se pueden evitar. En
una situación normal se puede
optar por seguir tratamientos
específicos para aliviar el estreñimiento,
pero dado que la medicación
suele ser incompatible
con el embarazo, el estreñimiento
durante la gestación requiere
otro tipo de soluciones.
Fibra abundante
La fibra juega un papel fundamental
en la prevención y tratamiento
del estreñimiento.
Alimentos ricos en fibra son las
legumbres, los cereales integrales,
los frutos secos, las verduras
hervidas y crudas, las
hortalizas y la fruta fresca, entera
y sin pelar, pues el mayor
contenido de fibra se encuentra
en la piel y en la pulpa. Todos
ellos deben formar parte
habitual de la alimentación de
la embarazada. Para complementar
el aporte de fibra que
se consigue con la dieta, en la
farmacia puede encontrar distintas
presentaciones de fibra
que son un excelente complemento
contra el estreñimiento.
Consulte con su farmacéutico.
No olvide beber bastante
agua, al menos un litro y medio
al día y apúntese al saludable
hábito del ejercicio. Realizar
alguna actividad física,
como caminar o nadar media
hora diaria, es una medida básica
para mantener un buen
ritmo intestinal. Además, es
importante no demorar o
"aguantarse" la necesidad de ir
al baño. Lo aconsejable es intentar
educar al intestino para
que funcione como un reloj y
esta necesidad aparezca siempre
a la misma hora. Sin prisas
y dedicando un rato cada día
al intento se puede lograr (un
buen momento para ponerse
a ello es después de las comidas).
Aunque siempre será
más fácil si come despacio,
mastica bien los alimentos y
respeta los horarios al sentarse
a la mesa.
Cuidado
con los laxantes
Aunque beber un vaso de agua
caliente o un café solo en ayunas,
u otras medidas populares,
le hayan funcionado en algún
momento, no abuse de
ellas, ya que el intestino se
acostumbrará a funcionar sólo
cuando existe la provocación y
entrará en un círculo vicioso
del que será difícil salir.
Si con las recomendaciones
anteriores no se consigue
vencer el estreñimiento, a veces
hay que acudir a los laxantes,
productos que facilitan el
paso y la eliminación de las
heces. En el embarazo, antes
de tomar cualquiera de estos
productos es preciso consultar
con el médico, debido a que
algunos de ellos están totalmente
contraindicados en este
estado.
Las hemorroides
Una consecuencia habitual del
estreñimiento en el embarazo
es la aparición de hemorroides,
sobre todo durante el tercer
trimestre. Las hemorroides
son venas inflamadas que aparecen
en el recto, en ocasiones
salen del orificio anal, suelen
producir comezón o dolor y
hasta pueden reventarse y
sangrar. Aparecen como consecuencia
de una situación de
presión, algo habitual durante
el embarazo por el crecimiento
del útero, y por el esfuerzo
realizado a la hora de defecar
a causa del estreñimiento.
Además de seguir las recomendaciones
apuntadas para
evitar el estreñimiento, frente
a las hemorroides es preciso
no engordar en exceso durante
el embarazo y evitar estar
sentada o de pie durante mucho
tiempo seguido. Para aliviar
las molestias, tome nota
de los consejos que se recogen
en el recuadro superior.
FUENTES: Colegio de Farmacéuticos
de Barcelona, Programa NUSA (Nutrición
y Salud), Fundación March of
Dimes (EE.UU.) y Academia Estadounidense
de Médicos de Familia.
Más información:
www.nacersano.org
www.sepd.es