E.P.- Cuando regiones del cerebro asociadas con emociones negativas se activan, el organismo produce una reacción inmune más débil, según un nuevo estudio desarrollado por científicos de la University of Wisconsin-Madison, que ahora publica la última edición de la revista Proceedings of the Nacional Academy of Sciences (PNAS). Los investigadores saben desde hace tiempo que existe una relación entre los estados psicológicos y la respuesta inmune. Sin embargo, el mecanismo detrás de este vínculo apenas se entiende.

Para comprender dicho mecanismo, los autores del presente trabajo pidieron a 52 mujeres un recuento de los mejores y los peores momentos de su vida, pensando y escribiendo sobre estos temas. A medida que las mujeres escribían, los investigadores midieron los indicadores psicológicos de las reacciones emocionales y emplearon registros de electroencefalografías para medir la actividad cerebral.

A cada participante se le administró después una dosis de virus de la gripe y posteriormente se midieron los niveles de anticuerpos en diferentes intervalos. Aquellas mujeres que mostraron las emociones negativas más intensas cuando recordaban sus experiencias negativas produjeron una reacción más débil ante la vacuna, lo que indicaba una inmunidad disminuida.

Además, la corteza prefrontal derecha fue más activa en las participantes que recordaban experiencias positivas. La corteza prefrontal derecha se asocia con estados emocionales negativos, tales como la depresión. Los autores indican que la activación de la corteza puede servir como medida de predicción de las reacciones inmunes disminuidas.