Redacción, Madrid.-La enfermedad de Parkinson supone, en la actualidad, la segunda enfermedad neurodegenerativa en las personas mayores. Las cifras que se barajan, en este sentido, indican que existen entre 75 y 85 mil pacientes en España, llegando a afectar en todo el mundo a más de cuatro millones de personas.
Ante esta situación, diversas asociaciones de enfermos y familiares se han marcado el objetivo de sensibilizar al resto de la población sobre este trastorno neurológico, organizando diferentes actos en sus respectivas ciudades, en el Día Mundial del Parkinson, instaurado por la OMS desde 1997, con la intención de acercar a médicos y profesionales implicados a la problemática de la enfermedad.
'Celebrar este día ha sido la mejor forma de que el paciente no se sienta solo, de que se avance en el conocimiento de la enfermedad, de que los familiares se conciencen sobre la trascendencia de este trastorno y, finalmente, de que la sociedad y la Administración sanitaria reconozcan la gravedad de esta enfermedad, fomentándose la integración social del enfermo y de su familia', según afirmó la presidenta de la Federación Española de Parkinson, Consuelo Busto.
Distintas líneas de investigación
Dado que el origen de la enfermedad, de momento, es desconocido, en la actualidad se están llevando a cabo diferentes estudios en modelos animales que podrían resultar de gran utilidad en un futuro para el tratamiento de los pacientes con esta patología. Las principales líneas de investigación, en este sentido, están basadas en terapia celular y génica.
Según explicó la doctora Rosario Luquín, del Servicio de Neurología de la Clínica Universitaria de Navarra, 'una de estas investigaciones consiste en intentar restituir las células que el cerebro de un paciente con Parkinson va perdiendo. El gran problema de la terapia celular es encontrar qué tipo de células es la más adecuada para implantar en el cerebro humano'.
Por tanto, en opinión de esta experta, 'el mejor conocimiento de los mecanismos implicados en la degeneración de las células dopaminérgicas de la sustancia negra podrá ayudar en un futuro a establecer un tratamiento, si no curativo, neuroprotector, de tal forma que podamos detener el curso evolutivo de la enfermedad'.