En el complejo panorama de la salud respiratoria, la variabilidad por regiones, los patrones demográficos y la exposición a factores ambientales –como el tabaquismo y la contaminación atmosférica– desempeñan un papel crucial en la prevalencia y el tipo de enfermedades respiratorias que afectan a la…
En el complejo panorama de la salud respiratoria, la variabilidad por regiones, los patrones demográficos y la exposición a factores ambientales –como el tabaquismo y la contaminación atmosférica– desempeñan un papel crucial en la prevalencia y el tipo de enfermedades respiratorias que afectan a la población. Este entramado revela una amplia diversidad de afecciones que van desde las más leves y agudas hasta las crónicas, causando un impacto significativo en la sanidad pública y en la calidad de vida de las personas.
Por otro lado, los avances diagnósticos, como la tomografía computarizada de alta resolución y la utilización de biomarcadores, junto con el desarrollo de terapias biológicas dirigidas y los tratamientos endoscópicos han marcado un progreso considerable en el abordaje de estas enfermedades. Al mismo tiempo, la equidad en el acceso a la innovación terapéutica emerge como un desafío urgente, mientras que la investigación continúa siendo el pilar fundamental para mejorar la asistencia clínica y reducir las desigualdades en el tratamiento de las enfermedades respiratorias.
Según los datos definitivos publicados de 2022 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades del sistema respiratorio causaron más de 42.400 muertes en España. Cifra que no contempla los fallecimientos por COVID-19, pese a ser una patología respiratoria que causó otras 31.600 muertes en nuestro país.
Para dibujar el mapa de estas patologías, desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) resumen que, entre las enfermedades respiratorias agudas, la neumonía constituye una de las principales, presentando una alta mortalidad a nivel mundial, especialmente en los extremos de la vida, en los niños y en los adultos mayores. Por su parte, las infecciones virales, como la gripe, el virus respiratorio sincitial y, más recientemente, el SARS-CoV-2, también ejercen un peso significativo sobre la salud respiratoria, desencadenando brotes estacionales y pandémicos que requieren respuestas sanitarias ágiles y coordinadas.
Las enfermedades respiratorias crónicas, por otro lado, mantienen su carga persistente en los sistemas sanitarios. El asma, con una prevalencia que supera los 330 millones de afectados, y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que afecta a más de 250 millones de personas, se sitúan en el epicentro de esta categoría, según los datos que maneja esta sociedad científica. Las bronquiectasias, aunque menos comunes, no deben pasarse por alto debido a su impacto en exacerbaciones, hospitalizaciones y el consiguiente gasto sanitario.
Colaboración entre especialidades
Desde esta entidad llaman la atención sobre el ascenso de otras entidades respiratorias en el actual escenario epidemiológico. La apnea del sueño, las enfermedades vasculares pulmonares y las enfermedades pulmonares intersticiales difusas están irrumpiendo como condiciones de prevalencia creciente, generando desafíos adicionales para los sistemas de salud y requiriendo un enfoque multidisciplinar para su manejo efectivo. En el caso de la Atención Primaria, un bastión importante en el abordaje de estas patologías, desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) destacan que en su práctica diaria, las enfermedades respiratorias ocupan un lugar preponderante. Desde los casos más simples, como los catarros y resfriados, hasta patologías crónicas, como el asma y la EPOC, que requieren un manejo continuo. Un paisaje en el que “es fundamental estar preparados para abordar todos los casos proporcionando a los pacientes un enfoque integral en la atención”, argumenta el doctor Manuel Niño Camacho, del grupo de Patología Respiratoria de la entidad. Este especialista remarca la importancia que juega la estacionalidad en el manejo en este tipo de enfermedades en las consultas, observando un aumento de casos de asma y rinitis alérgica durante la primavera y un incremento de infecciones en las vías respiratorias superiores en el invierno. Un escenario dinámico y complejo donde la investigación continua y la implementación de estrategias de prevención son cruciales para la gestión de estas patologías en todas sus manifestaciones. Además, el doctor Niño pone énfasis en la necesaria colaboración entre profesionales de la salud, en la promoción de estilos de vida saludables y en el desarrollo de terapias innovadoras como pilares fundamentales para mitigar la carga de estas enfermedades y mejorar la salud respiratoria de la población.El preocupante ascenso del cáncer de pulmón en la mujer
Una de las patologías respiratorias que preocupa especialmente a los especialistas por su incremento constante durante los últimos años es el cáncer de tumor. A nivel mundial, se estima una prevalencia a cinco años del diagnóstico de más de 2,6 millones de personas. Esto supone el 5,9 por ciento del total de los cánceres, solo por detrás del de mama, el colorrectal y el de próstata. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de un tercio de las muertes por cáncer son debidas a los cinco factores evitables más importantes: el tabaco, las infecciones, el alcohol, el sedentarismo y las dietas inadecuadas (insuficiente cantidad de fruta y verdura). Aspectos, casi todos ellos muy relacionados con el desarrollo de enfermedades respiratorias, incluido el cáncer de pulmón. Aterrizando estos datos, para la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el tumor pulmonar continúa siendo una de las preocupaciones principales en el panorama del cáncer en España. A pesar de los avances en la detección y el tratamiento de esta enfermedad, su incidencia sigue siendo significativa, sobre todo en el caso de la mujer, y su impacto en la salud pública continúa siendo notable manteniéndose en el primer puesto como causa de muerte por causas oncológicas. En su informe ‘Las cifras del cáncer en España 2024’, realizado en colaboración con la Red Española de Registros contra el Cáncer (Redecan), se destaca que el tumor de pulmón ocupó el tercer lugar entre los cánceres más diagnosticados en 2023, tanto en hombres como en mujeres, con 31.282 nuevos casos, respectivamente. Para 2024, esta organización médica estima que esta cifra ascenderá hasta los 32.768 nuevos casos. En el ámbito femenino el número de casos sigue incrementándose por encima del de los varones y también con respecto a años anteriores (12,3 por ciento más que en 2023), consolidándose este año como tercer tumor más incidente entre las mujeres. Un dato para alarmarse si se tiene en cuenta que la tasa de incidencia de este tumor en el colectivo femenino, en 2024, casi triplica la de 2003. Sin embargo, en el caso de los hombres, el informe refleja un descenso relacionado con la reducción del hábito tabáquico. La persistencia en las altas tasas, en general, refleja la necesidad de abordar este tipo de cáncer que se sigue relacionando estrechamente con el consumo de tabaco como principal factor de riesgo.El tabaco sigue siendo clave
Precisamente, el tabaquismo sigue siendo, sin duda, un problema de salud pública en España pese a los esfuerzos que se han hecho por reducir su prevalencia en las últimas décadas. El aumento de su consumo en el pasado, particularmente entre las mujeres a partir de los años 70, ha contribuido a mantener esas elevadas cifras de tumores pulmonares. De hecho, una de las estrategias que se subrayan en el informe de SEOM para frenar su incremento tiene que ver con la detección precoz y los cambios demográficos que podrían tener un impacto positivo a largo plazo en la reducción de la mortalidad por cáncer, aunque se espera un aumento inicial en los casos ya diagnosticados. Esto denota la importancia de continuar promoviendo políticas de prevención y programas de abandono del tabaco, así como de invertir en investigación y tratamiento para mejorar los resultados en el cáncer de pulmón y otras enfermedades relacionadas con este hábito. Si hablamos de mortalidad asociada, el cáncer de pulmón es el responsable del mayor número de fallecimientos a nivel mundial (un 18,2 por ciento del total de muertes por tumores). Y si nos circunscribimos al entorno nacional, los datos definitivos sobre mortalidad publicados por el INE revelan que, en España en 2022, murieron 464.417 personas por culpa del cáncer, de los que el 18,2 por ciento fueron por culpa de un tumor pulmonar.Proyecto CASSANDRA
Con el ánimo de reducir el número de fallecimientos por esta causa, diversos estudios han demostrado que el cribado con Tomografía Axial Computarizada (TAC) de baja dosis permite la detección del cáncer de pulmón en estadios tempranos, lo que conlleva una reducción de la mortandad. Con este argumento, desde la Unión Europea se ha recomendado la implementación de proyectos piloto en todos los países miembros, lo cual ya se está llevando a cabo en Italia o Alemania; y en algunos países el cribado ya es una realidad, como Polonia o Croacia. España no se ha quedado atrás y en ese marco ha nacido el proyecto CASSANDRA (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment). Se trata de un programa diseñado por SEPAR y desarrollado en colaboración con todas las sociedades médicas que se dedican al diagnóstico, tratamiento e investigación en cáncer de pulmón. Su objetivo es la ejecución de un proyecto piloto asistencial multicéntrico que demuestre la viabilidad del cribado en nuestro país capaz de generar evidenciar científica adaptada al contexto español. “Hablamos de actualizar la estrategia nacional de cáncer para plantear la implementación a escala nacional de un programa poblacional de cribado de esta enfermedad”, explica a EL MÉDICO el doctor David de la Rosa, presidente electo de SEPAR. “También constituye una oportunidad única para educar, prevenir, diagnosticar y deshabituar al fumador”, agrega. CASSANDRA tiene varios ejes de actuación, entre ellos la integración de la deshabituación tabáquica en el cribado, la realización de pruebas funcionales respiratorias y el aprovechamiento de la totalidad de información que aporta la TAC de baja dosis para completar una valoración global del fumador. Por tanto, el cribado se refiere a la aplicación de pruebas en una población asintomática para identificar casos potenciales. A día de hoy, ya se ha puesto en marcha la inclusión de pacientes en este proyecto en varias comunidades autónomas, y se prevé que durante el presente año se extienda a la mayoría de ellas. En España, ya hace años que se llevan a cabo programas de diagnóstico temprano del cáncer de pulmón, con la intención de reducir al máximo posible los tiempos de diagnóstico y de aplicación del primer tratamiento tras una sospecha inicial. Su efectividad ha mejorado con el acceso a tecnologías avanzadas, como la broncoscopia, la biopsia guiada por imagen y las pruebas moleculares para la identificación de mutaciones específicas. Existen diversas publicaciones españolas que describen cómo estos programas de diagnóstico precoz aumentan la detección de tumores en fases precoces, lo que redunda en un aumento de la supervivencia.Nuevas técnicas diagnósticas
El continuo avance de Medicina también ha ido marcando los avances significativos en el diagnóstico temprano de otras enfermedades, no solo del cáncer, y también en el ámbito terapéutico. Según el doctor De la Rosa, los últimos años han sido testigos de notables progresos en el diagnóstico marcados por el uso de nuevas técnicas de imagen como la tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) que permite una visualización más detallada de las estructuras pulmonares. “Esta herramienta ha revolucionado el diagnóstico al proporcionar una mayor precisión en la identificación de diversas enfermedades respiratorias, abarcando desde afecciones de la vía aérea hasta enfermedades intersticiales e infecciosas”, indica el experto. El papel de los biomarcadores específicos también ha cobrado relevancia en la precisión de la diagnosis. Desde la identificación de marcadores más sencillos como la eosinofilia periférica, el FeNO o la proteína C reactiva, hasta pruebas genéticas más complejas, son herramientas que han mejorado la capacidad de diagnóstico y allanado el camino para los tratamientos más personalizados, asegura el facultativo que ejerce en el Hospital Vall d’Hebrón, en Barcelona. Las pruebas genéticas, en particular, también han demostrado su eficacia en la detección de sensibilidades a medicamentos –por ejemplo, en la tuberculosis–, mutaciones genéticas en enfermedades específicas como la fibrosis quística o discinesia ciliar primaria, y la secuenciación genómica en enfermedades raras, incluyendo algunas enfermedades intersticiales pulmonares.Dispositivos portátiles y técnicas endoscópicas
Por otro lado, el desarrollo de sensores y dispositivos portátiles ha permitido el monitoreo continuo de parámetros respiratorios, lo que ofrece datos en tiempo real para el seguimiento y ajuste de tratamientos. Esta innovación ha propiciado la implementación progresiva de la telemedicina, donde las aplicaciones móviles permiten la monitorización remota de pacientes con enfermedades respiratorias, facilitando una gestión más eficiente a largo plazo y mejorando la comunicación entre éstos y los profesionales de la salud. “Tal es el caso de los afectados con equipos de soporte respiratorio no invasivo en el domicilio”, apunta el especialista. En el ámbito de las técnicas endoscópicas, la endobroncoscopia con ultrasonido (EBUS) ha surgido como una herramienta destacable en el diagnóstico de las lesiones pulmonares, permitiendo una visualización precisa y la obtención de muestras para biopsias mediante ultrasonido endobronquial. Asimismo, la criobiopsia ha demostrado ser especialmente útil en el diagnóstico de enfermedades intersticiales del pulmón. “Recientemente, la navegación electromagnética asistida por computadora ha ganado terreno, facilitando la guía precisa de instrumentos endoscópicos y mejorando la capacidad de acceso a lesiones periféricas para la obtención de muestras”, resume el representante de la SEPAR.Avances en los tratamientos
Pero los avances no se han limitado al diagnóstico, sino que han tenido su extensión en el campo del tratamiento. Uno de los hitos más destacados ha sido el desarrollo de terapias biológicas dirigidas específicamente a las vías inflamatorias involucradas en enfermedades como el asma. En palabras del doctor De la Rosa: “Estas terapias han supuesto un cambio de paradigma al permitir un tratamiento más efectivo y con menos efectos secundarios, ofreciendo nuevas esperanzas para los pacientes”. Se espera que en los próximos años se amplíe el arsenal terapéutico con un mayor número de fármacos biológicos con indicaciones también para otras enfermedades respiratorias muy prevalentes como la EPOC. Además, los tratamientos endoscópicos han experimentado avances significativos, brindando nuevas opciones para el manejo de enfermedades como la EPOC y el neumotórax. Las válvulas endobronquiales, por ejemplo, han demostrado ser una herramienta efectiva en el tratamiento de ambas patologías al mejorar su gestión así como la calidad de vida de los afectados. Asimismo, técnicas como la dilatación y el uso de stents, o los procedimientos láser y de electrocauterización para el tratamiento de tumores y obstrucciones bronquiales han ampliado el espectro terapéutico disponible hasta el momento. En cuando a las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, como la cirugía torácica videoasistida (VATS), han ido ganando terreno mejorando la precisión y reduciendo la invasividad en los procedimientos relacionados con las enfermedades respiratorias. Estas técnicas, además, permiten una recuperación más rápida y menos dolorosa, lo que contribuye a una mejora en los resultados quirúrgicos y en la calidad de vida postoperatoria. “Son avances que reflejan el continuo progreso en la comprensión y gestión de las enfermedades respiratorias, brindando esperanza para los pacientes y reduciendo la carga global que suponen estas afecciones”, concluye De la Rosa. Con el desarrollo de nuevas terapias y técnicas de tratamiento, se abre un nuevo capítulo en la lucha contra las enfermedades respiratorias, vislumbrando un futuro más prometedor para la población y los profesionales sanitarios.Novedades en la terapia inhalada
La terapia inhalada, consolidada como el tratamiento estándar en el control de los síntomas y la prevención de exacerbaciones en enfermedades respiratorias crónicas como asma y EPOC, no ha estado tampoco exenta de novedades. En las últimas décadas, se han producido notables avances que han transformado el panorama del manejo de estas patologías proporcionando opciones más eficaces y personalizadas. Los nuevos broncodilatadores, esteroides y antibióticos inhalados han demostrado ser pilares fundamentales para el tratamiento; y la mejora en la eficiencia de los dispositivos inhaladores ha facilitado una dosificación más cómoda para el paciente y una mayor efectividad en el control de los síntomas y las exacerbaciones. “Un hito importante en este campo es la aparición de asociaciones de fármacos inhalados, como la triple terapia inhalada, que combina dos broncodilatadores con un esteroide inhalado”, apunta el presidente electo de SEPAR. “Esta estrategia simplifica el esquema terapéutico y mejora la adherencia al tratamiento, lo que conduce a una mejor gestión de la enfermedad y una mayor calidad de vida”, añade. Además, la introducción de fármacos vasodilatadores ha abierto nuevas posibilidades en el tratamiento de enfermedades como la hipertensión pulmonar, permitiendo enfoques combinados para abordar diferentes niveles de la enfermedad. Además, los fármacos antifibróticos han supuesto un avance significativo en el manejo de enfermedades pulmonares intersticiales difusas, mejorando tanto la esperanza de vida como la calidad de vida, resume el especialista. No obstante, es importante recordar que el tratamiento farmacológico es solo una parte del enfoque integral en el manejo de las enfermedades respiratorias. La labor de otros profesionales sanitarios, como enfermeras y fisioterapeutas respiratorios, desempeña un papel crucial en aspectos como la educación sanitaria, el entrenamiento físico, la rehabilitación respiratoria y el apoyo psicosocial. Esta aproximación multidisciplinaria ha llevado a un enfoque cada vez más personalizado en el tratamiento, adaptado a la gravedad y las características individuales de cada paciente.Implicación y acceso del paciente
Hablamos de muchas novedades de las que también se debe actualizar a los pacientes con el objetivo de que se impliquen más en el proceso de su enfermedad desde el inicio. Una implicación que, cada vez, es mayor y que se ha hecho evidente en la reciente Convención Nacional de Pacientes Respiratorios, organizada por la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Respiratorios (FENAER). En esta reunión, que tuvo lugar en el Hospital La Princesa, en Madrid, pacientes y neumólogos dejaron patente la urgente necesidad de mejorar el acceso a la innovación y los nuevos tratamientos independientemente de la comunidad autónoma de residencia eliminando las barreras territoriales. En ese sentido, Mariano Pastor, presidente de la federación, destacó que “no se puede permitir que la posibilidad de acceder o no a un medicamento dependa del código postal o de la decisión discrecional del responsable de Farmacia de un hospital”. Durante la mesa redonda sobre ‘Acceso a la innovación terapéutica’, los participantes discutieron acerca de los diferentes trabajos que se están llevando a cabo para homogeneizar los criterios y dotar al sistema de nuevas herramientas que garanticen la equidad asistencial. Trabajos que se deben intensificar para poder terminar con las desigualdades fehacientes en los tratamientos para determinadas enfermedades respiratorias. Finalmente, se resaltó la importancia de la investigación como herramienta fundamental para mejorar la asistencia clínica. En la inauguración de la Convención, el doctor Julio Ancochea, jefe de Servicio de Neumología del hospital anfitrión, también puso sobre la mesa la necesidad actual de humanizar más la Medicina. Así, en su charla inaugural sentenció: “El éxito de un tratamiento está directamente relacionado con la afectividad, la proximidad y la introducción de un decálogo de valores humanistas en la práctica diaria”.Principales retos en Neumología
Tras el análisis del panorama que reflejan las enfermedades respiratorias en nuestro país, la Neumología se enfrenta a diversos desafíos a los que debe dar salida. Desde una perspectiva asistencial, el envejecimiento de la población, precursor de una mayor incidencia de enfermedades crónicas respiratorias, impone una carga adicional en la demanda de atención especializada. A su vez, el persistente infradiagnóstico de afecciones como la EPOC, el cáncer de pulmón y la apnea del sueño refleja la necesidad de mejorar los sistemas de detección precoz y el acceso a la atención, concreta el doctor De la Rosa, desde SEPAR. “La emergencia de nuevas entidades patológicas, como las lesiones pulmonares asociadas al cigarrillo electrónico o vapeador (EVALI) y la contaminación ambiental, también demanda una adaptación ágil por parte de la Neumología para abordar estos nuevos desafíos”, sostiene. En el ámbito institucional, “el reconocimiento y la concienciación sobre la importancia de la salud respiratoria son imperativos para impulsar una atención integral y eficaz”, añade. A su juicio, la Neumología debe ocupar un lugar prominente en la agenda de las instituciones sanitarias y en la percepción pública, promoviendo una comprensión global sobre los factores determinantes de la salud respiratoria y fomentando la colaboración interdisciplinaria para optimizar los resultados clínicos. En este contexto, desde esta sociedad científica vislumbran numerosas oportunidades para promover la salud respiratoria. Desde programas de cribado para la detección temprana hasta campañas de concienciación sobre hábitos saludables. El desarrollo y aplicación de tecnologías innovadoras para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades respiratorias, así como la implementación de modelos de atención centrados en el paciente y basados en la evidencia científica, prometen una optimización de la eficiencia y efectividad en la práctica clínica.Cambio de paradigma tras la COVID-19
La pandemia de la COVID-19 ha sido un hito histórico que ha dejado una profunda huella en el campo de la Neumología, llevando a esta especialidad a una posición de relevancia que antes no tenía, como destaca el doctor David de la Rosa, presidente electo de SEPAR. Más allá de los desafíos que ha planteado, esta crisis sanitaria ha sido un catalizador de importantes avances y cambios paradigmáticos en la práctica clínica y la investigación respiratoria. Entre los logros más sobresalientes:- Destaca el papel crucial de las vacunas en la lucha contra la COVID-19, marcando un punto de inflexión en la incidencia y mortalidad de la enfermedad. Este hito ha reafirmado el potencial transformador de la inmunización en la prevención de enfermedades respiratorias, sentando las bases para futuras estrategias de vacunación y control de epidemias.
- Asimismo, la pandemia ha puesto de relieve la eficacia de medidas básicas de prevención, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, en la mitigación de exacerbaciones infecciosas en pacientes con patologías respiratorias crónicas. Estas prácticas, adoptadas durante la emergencia sanitaria, han revelado su utilidad más allá del contexto epidémico, proporcionando herramientas valiosas en el día a día clínico.
- No menos importante es el impulso que ha tenido la telemedicina como una herramienta indispensable para optimizar los recursos y garantizar la continuidad de la atención médica en tiempos de crisis. La teleconsulta ha demostrado su eficacia en la evaluación y seguimiento de pacientes respiratorios, abriendo nuevas fronteras en la accesibilidad y la calidad de la atención.
- En el ámbito terapéutico, la pandemia ha propiciado avances significativos en el manejo de la insuficiencia respiratoria, con un enfoque renovado en los sistemas de soporte ventilatorio no invasivo. La implementación de sistemas de triaje rápido y eficiente, junto con un renovado impulso en la investigación de nuevas terapias y estrategias de diagnóstico, han contribuido a mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias respiratorias.