A pesar de la fatiga vacunal tras la pandemia, en España contamos con una de las mejores coberturas vacunales. Así lo explica a
EL MÉDICO Esther Redondo Margüello, miembro del Grupo de Trabajo de Infecciosas, Migrante, Vacunas y Actividades Preventivas (IMVAP) de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
SEMERGEN).
¿Qué han supuesto las vacunas para la salud?
La OMS estima que las vacunas salvan en torno a 2-3 millones de vidas cada año en el mundo. Han reducido la mortalidad de los menores de 5 años desde 93 muertes por 1.000 nacimientos vivos en 1990 a 39 por 1.000 nacidos vivos en 2018. Sólo en Europa, las vacunas contra la COVID-19 han salvado casi 1,5 millones de vidas. Después de la potabilización del agua es la medida que más vidas ha ayudado a salvar, sobre todo en los países en los que las enfermedades infectocontagiosas siguen siendo una de las principales causas de mortalidad. Las vacunas ayudan a los pueblos y a las sociedades a progresar, a desarrollarse con salud; así se tienen más años de vida. También han ayudado a poder madurar como sociedad y al crecimiento económico de las sociedades.
¿Cómo está la vacunación en España?
En España sí que se lleva un buen calendario vacunal en adultos. Somos uno de los países de la Unión Europea con mayor aceptación poblacional. También por parte del profesional sanitario, tanto el médico como la enfermería, que es el que más peso tiene en la decisión del paciente a vacunarse.
¿Cómo son las coberturas vacunales?
Son de las mejores, a pesar de toda la fatiga vacunal que ha venido sobrevenida después de la pandemia de la COVID. España sigue estando entre los países que mejores coberturas vacunales tienen.
¿Es obligatoria la vacunación en España?
No, por eso se puede considerar un éxito aún mayor. En España la vacunación no es una medida obligatoria. Disponemos de calendarios vacunales a lo largo de toda la vida, que empiezan ya en el embarazo y continúan en los primeros meses, a lo largo de la infancia o de la adolescencia y luego en el adulto. Las vacunas nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida y de forma no obligatoria.
¿Cómo está la vacunación en el adulto?
Según los rangos de edad. Hay mucho margen de mejora sobre todo en el paciente adulto, entre los 18 y los 60 o 65 años con alguna condición crónica. Aquí es donde peores coberturas tenemos, por lo que hay que incidir más. A medida que se van cumpliendo años, sobre todo a partir de los 70 o 75, las coberturas vacunales de la gripe, del neumococo o el herpes zóster mejoran, porque el paciente mayor está más concienciado con el riesgo de enfermedad.
Y, ¿en el rango de edad intermedio?
En una situación similar se encuentra el paciente crónico más joven entre 18 y 60 o 65, pero muchas veces no tienen esta conciencia de riesgo de su enfermedad crónica. Estos pacientes tienen, de base, una mayor susceptibilidad a una infección, como pueden ser las respiratorias; la gripe. Se les puede complicar, por eso, aquí tenemos que incidir.
¿Cómo se puede modificar o mejorar esta situación?
Es una cuestión multifactorial. En primer lugar y para ir un poco de lo macro a lo mínimo, hay que empezar por las autoridades y gestores sanitarios. Tienen que hacer mayores campañas divulgativas sobre el beneficio de la vacunación en el adulto que tiene diversas patologías, como diabetes, enfermedad renal, hepática, respiratoria y cardiovascular. Cada vez más personas jóvenes están tratadas con determinados medicamentos que producen una disminución de la inmunidad.
¿Cuál es el siguiente paso?
El siguiente escalón serían los profesionales sanitarios y sociedades médicas. Tienen que estar mejor formados en vacunas. El portfolio de vacunas del adulto se ha incrementado mucho en los últimos años y se va a aumentar más en el futuro. La investigación en vacunas ahora mismo está sobre todo centrada en el adulto, en infecciones respiratorias. Antes las vacunas del adulto solo por edad, sin otras condiciones de riesgo, eran tétanos, difteria y la vacuna de la gripe. Luego se incorporó el neumococo y dentro del neumococo se han incorporado en los últimos 2 años nuevas vacunas. A corto plazo, para los siguientes 2 años vienen novedades también en vacunación del neumococo para el adulto y se han incorporado este mismo año dos vacunas para el adulto: para las embarazadas, del virus respiratorio sincitial, y para determinados grupos poblacionales, la vacuna del herpes zóster. Tenemos muchas novedades en vacunas y los médicos de Atención Primaria somos los que tenemos en cartera de servicios el peso de la vacunación, pero no nos podemos olvidar de los neumólogos, oncólogos, cardiólogos, internistas, infectólogos y endocrinos que deben estar formados en la vacunación. Debemos dar todos el mismo mensaje beneficioso de las vacunas a partir de determinada edad y en determinados perfiles de pacientes.
¿Qué papel tienen las sociedades científicas y de pacientes?
Por su parte, las sociedades médicas y sociedades médicas tienen que hacer campaña para favorecer la cultura vacunal y hacer formación de las actualizaciones a sus socios. Desde las asociaciones de pacientes, se debe conseguir un compromiso personal con la vacunación. Lo tienen que exigir a las autoridades sanitarias para que se invierta en campañas de comunicación, enviar mensajes personalizados y en ayudar a las sociedades médicas en la formación.
¿Hay diferencias por comunidades autónomas en el calendario vacunal?
Tendría que haber una mayor equidad entre autonomías y tendríamos que tener, en la medida de lo posible, un registro vacunal único, aunque es difícil porque la Sanidad está transferida. En esto se ha avanzado. El Ministerio fija unos objetivos vacunales a lo largo de toda la vida que deben cumplir las comunidades y dan unos plazos. Son, digamos, como los mínimos, pero luego hay variabilidad entre las comunidades. Pueden incluso mejorar esos objetivos con vacunas más recientemente incorporadas. Por lo tanto, no hay equidad en los calendarios vacunales de las distintas comunidades autónomas. Eso sería otro factor de mejora muy importante.
¿Qué papel tiene la formación del paciente en mejorar el cumplimiento del calendario vacunal adulto?
Es fundamental, hay que formar al paciente y para eso tenemos que hacer un esfuerzo los profesionales y los gestores. Insisto, la vacunación en nuestro país no es obligatoria y creo que es bueno que no sea obligatoria, salvo en determinadas circunstancias muy graves que están contempladas.
¿Por qué es bueno que no sean obligatorias?
Es bueno que no sea obligatorio y que sea el paciente el que tenga capacidad de decidir sobre su salud. Pero para decidir bien, hay que haberle educado e informado. Luego, será el paciente, libremente, el que tome la decisión de vacunarse o no. Solo puede tomar esa decisión desde la educación y la información.
¿Quién ofrece dicha información?
Tanto la educación y la información se deben trasladar al paciente contando con los profesionales sanitarios. Primaria es la que tiene mayor peso, pero es que no tenemos tiempo para hacer actividades preventivas y la vacunación lo es. Los profesionales de Atención Primaria estamos centrados en agudos, papeleos, revisiones de crónicos y no tenemos tiempo para algo que es fundamental y que ofrece mucho más rédito, que es la prevención y la educación.
¿Cómo está el tema de la vacunación en la población migrante?
Nuestro país es un lujo. Determinadas comunidades, como por ejemplo la Comunidad de Madrid, dispongas o no papeles tienes opciones de adecuar el calendario vacunal; es decir, gozan de los mismos derechos que un ciudadano español para tener según su edad las vacunas necesarias. Es lo que se denomina correcciones de calendario vacunal. Está disponible en los centros municipales de salud o a través una gestión previa en el SERMAS. En general, en toda España es fácil el acceso a la vacunación. Además, aquí la vacunación es gratuita, cosa que no se da en algunos países de nuestro entorno, lo que también favorece llegar a más personas.
Y, ¿la vacunación a viajeros?
Ahora entramos en la época complicada del viajero porque por más centros que se abran, que en la Comunidad de Madrid se han abierto dos nuevos de vacunación, se saturan. Cada vez es más el número de personas que viajan a países en los que son necesarias ciertas vacunas. Hay que tener en cuenta que las personas que hacen viajes internacionales requieren consejo sanitario y en muchos de esos países están recomendadas las vacunas. Por eso, se tendrían que mejorar el acceso a los centros de vacunación internacional.
¿Cómo ve el futuro de la vacunación?
Creo que en nuestro país la vacunación tiene mucho futuro y una vida muy larga. Es saludable y disponemos de unos calendarios vacunales muy buenos, de los mejores del mundo, con vacunas totalmente gratuitas. La confianza de la población en la vacunación está en unos niveles óptimos, aunque tenemos que mejorar mucho en vacunación del adulto.
¿Cuáles son los retos?
La vacunación del adultos es un reto complicado, porque la mayor motivación de un adulto para vacunarse es la percepción del riesgo y muchas veces se desconoce la enfermedad y las consecuencias que puede tener. Por ejemplo, se minimiza lo que es una gripe para un adulto mayor, que puede ser muy grave. En ciertos grupos de pacientes jóvenes también hay que incidir, porque se desconoce que existe una vacuna para una determinada enfermedad y muchas veces se creen que por joven no van a contraer infecciones. Estas pueden poner al paciente en riesgo, no solo por la infección, sino porque le van a desestabilizar su patología de base. Todos los profesionales tenemos que mejorar para conseguir que el paciente esté mejor formado, al igual que lo tienen que estar los profesionales. Además, esa formación del profesional sanitario debe llegar en forma de educación al paciente.