EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- Menos del 5 por ciento de la población conoce de manera correcta las técnicas del Soporte Vital Básico (SVB), según sostienen expertos en el tema Un porcentaje global que incluye entre la población estudiada a los profesionales sanitarios: si sólo se contemplara la población general este porcentaje sería todavía mucho menor.
La Sociedad Española de Medicina General (SEMG) preocupada por estas cifras, y consciente de su importancia, ha decidido poner en marcha junto al grupo FORMED, instructores y monitores acreditados por el Plan Nacional de Emergencias y RCP (reanimación cardiopulmonar) de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), su 'Plan Salvavidas', un proyecto a gran escala que nace para suplir las grandes carencias entre la población en SVB y que tiene como objetivo final mejorar la supervivencia de la muerte súbita de origen cardiaco.
Y es que 'si se realiza Soporte Vital Básico de manera adecuada en los primeros cuatro minutos tras una parada cardiaca y se activa precozmente el equipo de emergencias las posibilidades de supervivencia superan el 40%' explica el director del proyecto, el doctor Miguel Ángel Díaz Castellanos.
El Plan Salvavidas, presentado en rueda de prensa, nace, según sus responsables, para suplir estas carencias, dado que 'es absolutamente precaria la atención inicial a la parada cardiaca, que es la causa más frecuente de muerte súbita no esperada (triplica la de producida por accidentes), algo de lo que la ciudadanía, y las administraciones, deben ser conscientes igual que lo somos los médicos', explica el doctor Antonio Fernández-Pro, vicepresidente de la SEMG.
Una parada cardíaca
por cada 1.000 habitantes
'En España se produce una parada cardiaca por cada 1.000 habitantes y año. Y tan solo una cuarta parte se atiende inicialmente de manera correcta' argumenta el doctor Díaz Castellanos. 'Esto es así en gran medida porque más del 80 por ciento de las paradas cardiacas se dan fuera del entorno hospitalario (en el hogar, en el trabajo, por la calle')' añade la doctora Mercedes Otero, secretaría técnica de la SEMG.
Sin embargo, la Sociedad Española de Medicina General sabe que esta situación podría cambiar en mucho, dado que más del 50 por ciento de estas paradas es presenciado por alguna persona. Una primera solución a este problema pasaría pues por facilitar una correcta formación a la población.
El aprendizaje de Soporte Vital Básico puede servir también para otras emergencias vitales menos graves: la inconsciencia, las hemorragias, ahogamientos y el paro respiratorio aislado, todas ellas con gran riesgo de ocasionar secuelas y hasta un paro cardiorrespiratorio total si no se actúa rápida y adecuadamente.
Eficacia certificada
Esta iniciativa de la SEMG nace tras una experiencia piloto desarrollada ya en el área del Hospital de Poniente (El Ejido, Almería), 'que ha dado muy buenos resultados' esgrime el doctor Díaz Castellanos, que ha sido su responsable: Más de 2.300 ciudadanos han sido ya formados por este grupo de monitores ofreciendo las encuestas de satisfacción unas cifras notables.
Ahora la SEMG quiere hacerlo extensivo al resto de España. Para ello, junto a FORMED, han ideado este Plan Salvavidas, cursos para la población con eminente carácter práctico, que se desarrollarán por toda España de forma planificada, estructurada, controlada y homologada por el Plan Nacional de Emergencias y RCP, que los acredita.
La actuación se llevará a cabo en dos fases. Para la primera, que se pone en marcha ahora en el mes de febrero, la SEMG ha designado cinco centros docentes donde se formará debidamente a los monitores que luego impartirán los cursos a la población. Estas sedes están ubicadas geográficamente para cubrir todo el territorio español: Comunidad de Madrid-Castilla La Mancha. Andalucía. Galicia-Castilla León-Asturias. Aragón-Cataluña. Comunidad Valenciana-Baleares.
La segunda fase, que está previsto poner en marcha a finales del primer semestre de este año, incidirá de manera directa sobre la población. Para ello se contactará y colaborará con las administraciones pertinentes, preferentemente los ayuntamientos, para dar más cobertura poblacional a este Plan.
Los primeros beneficiados serán aquellas personas que tienen más posibilidades de presenciar una parada cardiaca: familiares de enfermos cardiacos. policía, bomberos, profesorado de centros educativos, alumnos de institutos, personas que trabajen en centros públicos, etcétera.
Los cursos se ceñirán al modelo oficial del Plan Nacional de Emergencias y RCP y serán certificados. Se trata de talleres ideados para impartir de manera sencilla pero con gran efectividad: cuatro horas lectivas de las que tan sólo 45 minutos corresponden a teórica y el resto se dedica a prácticas tutorizadas individualizadas para un máximo de 8 alumnos por grupo, siendo tres los grupos que conformarán cada curso
Lo primero que se enseña a los alumnos es a saber reconocer la situación. Cuáles son los signos inequívocos de una parada y que es lo primero que hay que hacer ante ellos: llamar a los servicios de emergencias de inmediato y aplicar el SVB.