Redacción, Madrid.- Más de cuatro millones y medio de personas sufren en España dolor crónico, cerca de un millón y medio lo padece cada día del año y en más de la mitad de los casos lo llevan sufriendo más de diez años, según datos facilitados con motivo de la celebración de la Semana Europea contra el Dolor. Para este amplio grupo de la población española, el dolor se ha convertido en un grave problema que disminuye su calidad de vida. Así, uno de cada cinco afectados asegura que no pueden aguantarlo más y uno de cada seis afirma que, en ocasiones, es tan horrible que preferiría morirse.
El dolor lleva a personas que antes llevaban una vida normal a una situación de incapacidad. así más del 50 por ciento tienen problemas para dormir, a cerca del 75 le cuesta levantarse por la mañana, una proporción similar no puede desarrollar ningún tipo de ejercicio, el 46 tiene problemas para caminar, hasta el 35 se siente incapaz de mantener relaciones sexuales y un 29 por ciento sufre depresión asociada al dolor.
"El paciente se encuentra, además "comenta Manuel Rodríguez, presidente de la Sociedad Española del Dolor (SED)-, con poca o casi ninguna información sobre el dolor, sus causas y consecuencias". En su opinión, este desconocimiento explicaría "por qué todavía hay personas que lo soportan, lo aceptan como parte de la enfermedad y no ponen ninguna medida para aliviarlo". Esta falta de información afecta, en opinión de los especialistas, a la mayoría de las personas que sufren dolor crónico.
Según los últimos datos aportados por la Encuesta Europea del Dolor, el 68 por ciento de los afectados está preocupado por los efectos adversos de su medicación, más del 25 tiene miedo a convertirse en dependiente del tratamiento, hasta un 20 cree que está tomando demasiados medicamentos para su dolor y un 30 por ciento desconoce nuevos métodos para el tratamiento del dolor. La televisión se ha convertido en la primera fuente de información sobre nuevos avances.
"Estos datos son sólo la punta del iceberg "afirma Xavier Gómez-Batiste, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos- de un grave problema, el desconocimiento sobre el dolor, que afecta a los propios enfermos, su familia e incluso a la población en general. El dolor ha sido considerado durante mucho tiempo como un efecto asociado a una enfermedad que había que aceptar, lo que ha favorecido además la aparición de muchos mitos. Hoy en día, todavía una amplia mayoría de personas con dolor asocian el uso de la morfina con la muerte temprana o la dependencia".
Guía para cubrir el vacío informativo
En este sentido, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, la Sociedad Española del Dolor (SED) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) presentan una guía informativa sobre el dolor crónico intenso, orientada a los pacientes y sus familiares y que cuenta con el patrocinio de Mundipharma Pharmaceuticals S.L.
"Con esta guía, pretendemos cubrir el vacío informativo que existe sobre este tema y evitar, entre otros aspectos, la aceptación del dolor como algo intrínseco a la enfermedad. Es muy frecuente "puntualiza el doctor Rodríguez- encontrarnos o bien con pacientes que creen que el dolor es una consecuencia de su enfermedad y consideran que no hay solución para el mismo o bien con pacientes que estando bajo tratamiento no cumplen con él por miedo a las consecuencias del mismo".
"Uno de los elementos claves en la buena atención a los enfermos es la información -precisa el doctor Gómez-Batiste- y, sin embargo, ha sido uno de los aspectos más abandonados hasta el momento. Con la edición del libro Hablemos de dolor crónico intenso se ha producido un avance sustancial en este sentido y creo que además repercutirá de forma positiva en el mejor control del dolor".
"La comunicación e información constituyen un elemento esencial para disminuir la ansiedad, incertidumbre y aislamiento que muchos pacientes tienen ante cualquier síntoma, como el dolor relacionado con el cáncer "indica el doctor Vicente Valentín, miembro de la Sección de Cuidados Continuos de la SEOM-. La información constituye otro elemento importante dentro del arsenal terapéutico".