po Vita promueve esta formación en medidas de soporte para el paciente bronquítico crónico en Atención Primaria, con especial atención a la actuación frente a agudizaciones de la enferm
24 de agosto 2011. 12:15 pm
La EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) es la cuarta causa de muerte en el mundo occidental. Algunos expertos vaticinan que, de seguir la actual progresión, pasará a ser la principal en los próximos años. En España, constituye uno de los motivos fundamentales de demanda asistencial,…
La EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) es la cuarta causa de muerte en el mundo occidental. Algunos expertos vaticinan que, de seguir la actual progresión, pasará a ser la principal en los próximos años. En España, constituye uno de los motivos fundamentales de demanda asistencial, por lo que resulta imprescindible que los profesionales de Atención Primaria -generalmente los primeros en tener contacto con estos pacientes- conozcan a la perfección el modo de controlar la enfermedad y su posible empeoramiento.
Especialistas en neumología y tabaquismo de distintos centros hospitalarios, con el apoyo de Grupo Vita, han desarrollado un programa pedagógico con el objetivo de informar y formar a este respecto a los profesionales de Atención Primaria. Estas sesiones de formación están pensadas para dotar al médico de consejos prácticos con cifras de apoyo, información orientada al paciente. Está prevista la organización de más de 15 convocatorias que se realizarán por toda la geografía española. Para completar la difusión del programa, se entregarán los materiales y contenidos del programa a más de 8.000 médicos de Atención Primaria.
El profesional de la atención primaria debe desempeñar un papel clave advirtiendo sobre los peligros del consumo de tabaco para después colaborar a encontrar la fórmula que ayude al paciente a abandonar el hábito. Según un informe de 1996, el 86% de los médicos de Atención Primaria efectuaba el registro de consumo de sus pacientes, pero sólo un 50% aconsejaba a estas personas dejar el tabaco. Se recomienda que el médico intervenga informando e incrementando la motivación del fumador que desea renunciar al hábito. Cuando el paciente esté decidido, el profesional ha de ampliar dicha información y ofrecer un tratamiento farmacológico concreto. En una segunda fase, se han de programar controles de seguimiento.