Los psiquiatras tienen grabada la imagen del enfermo mental
pegado a un cigarrillo y con los dedos amarillentos de tanto fumar. De
esta imagen surgió la idea del estudio «La asociación entre alta
dependencia nicotínica y la enfermedad mental grave». El trabajo, que ha
realizado la Universidad de Granada en colaboración con otros
investigadores españoles y norteamericanos, ha comprobado que la
adicción al tabaco entre los enfermos psiquiátricos graves es muy alta
si se compara con fumadores de la población general. La probabilidad
de convertirse en un fumador muy adicto entre los enfermos mentales
puede llegar a ser diez veces mayor que en la población general, según
Manuel Gurpegui, profesor del Departamento de Psiquiatría de la
Universidad de Granada y coordinador del estudio, informa el diario
ABC en su edición del sábado, 8 de febrero.
Los resultados obtenidos son similares tanto en Estados Unidos como
en nuestro país: si el 63 por ciento de los enfermos mentales
norteamericanos muestran una adicción clara al tabaco, el porcentaje se
eleva al 71 por ciento entre los españoles, una desviación
estadísticamente insignificante. Por trastornos, se ha observado que los
pacientes con esquizofrenia fuman más que los que padecen trastorno
bipolar o problemas de ansiedad y depresión.
Aunque aún está pendiente de confirmación en otros estudios, el
profesor Gurpegui cree que habría algún componente del tabaco
-posiblemente la nicotina- que podría tener cierto efecto terapéutico en
algún tipo de enfermos. «Son hipótesis aún no demostradas, sin
embargo, pensamos que el tabaco también podría reducir el efecto
desagradable de algunos de los fármacos que toman los enfermos; de
ahí, su necesidad de fumar», aclara el profesor de Psiquiatría.
Cómo determinar la adicción
El estudio, que se ha publicado en el «Journal of Clinical Psychiatry»,
se ha basado en un test de dependencia nicotínica para determinar el
grado de adicción de un fumador con seis preguntas sencillas. Conocer
el número de cigarrillos fumados, así como el tiempo que transcurre
desde que una persona se levanta hasta que enciende su primer cigarro,
son algunas de las informaciones que se tuvieron en cuenta.
La Universidad de Granada aportó al trabajo una muestra de 173
enfermos fumadores, procedentes de un estudio de 250 pacientes
ambulatorios.