Una nueva investigación revela que el acné influye significativamente en cómo se percibe a las personas en entornos sociales. Los rostros con acné se perciben como menos atractivos, dignos de confianza, seguros, exitosos, dominantes y felices, siendo el acné femenino adulto el que tiene el efecto negativo más fuerte.
Esta investigación pionera, presentada en el Congreso 2023 de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV), ha evaluado el efecto de distintas variantes anatómicas del acné en los patrones naturales de la mirada y la percepción social.
Los investigadores siguieron los movimientos oculares de 245 participantes (edad media: 31,63 años) que observaron rostros neutros y emocionales de mujeres con piel sin marcas y con variantes anatómicas del acné clínicamente relevantes (las emociones incluían 'alegría', 'enfado' y 'neutralidad').
Las imágenes se valoraron según la alteración visual relacionada con el acné, mientras que los rostros emocionales se valoraron según la intensidad de la valencia. Por separado, se pidió a un grupo de 205 encuestados en línea (edad media: 35,08 años) que valoraran los rasgos de personalidad de los individuos representados en las imágenes.
La encuesta reveló que los rostros con acné se percibían como significativamente menos atractivos, menos dignos de confianza, menos exitosa, menos segura de sí misma y menos dominante.
En particular, los resultados mostraron que las mujeres adultas con acné concentrado alrededor de la 'zona U' (alrededor de la mandíbula, la boca y la barbilla) recibían las puntuaciones más bajas en cuanto a atractivo y se consideraban las más molestas visualmente. Los rostros felices con acné femenino adulto también se calificaban como menos felices que los rostros de piel sin acné.
En la última década, se ha producido un aumento del 10% en el acné adulto entre las mujeres de todo el mundo, que suele afectar a la línea de la mandíbula y la barbilla, pero puede aparecer en cualquier parte de la cara.
En los adultos, se sabe que esta afección tiene graves consecuencias, como un impacto psicológico, baja autoestima, aislamiento social y depresión. Aunque la genética representa el factor de riesgo más destacado, otras influencias como el estrés, las hormonas y la dieta pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle acné.
Numerosos estudios han demostrado anteriormente que la percepción de características físicas peyorativas puede provocar malestar social, como aislamiento social, mayor estrés biológico e incluso peor salud. Se ha demostrado que el aspecto físico influye en la competitividad laboral y determina si se contrata o no a un candidato.
Estigma social que supone el acné femenino
Un estudio revela el importante estigma social que supone el acné femenino en la edad adulta
El Médico Interactivo
19 de octubre 2023. 10:26 am