Redacción/E.P.-Según ha anunciado el Ministerio de Sanidad con motivo del IX Día Nacional de la Persona Obesa, celebrada ayer 25 de noviembre en toda España, la Estrategia de Nutrición, Actividad Física, Prevención de la Obesidad y Salud (NAOS) será presentada a primeros del próximo 2005.
La iniciativa que está siendo desarrollada por la Agencia de Seguridad Alimentaria, pretende generar un movimiento social para cambiar el estilo de vida de los españoles. Tal como ha asegurado la presidenta de esta entidad, María Neira, "no se trata de una campaña puntual sino de una estrategia que se prolongará en el tiempo, con medidas legislativas que impacten en la población y cambien su estilo de vida".
España, a la cabeza
en inactividad física
En la celebración de este Día Nacional han tenido, asimismo, gran protagonismo las Sociedades Españolas de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y Estudio de la Obesidad (SEEDO), principales responsables de su organización. Así, según datos manejados por ambas entidades, España está a la cabeza de Europa en cuanto a tasa de inactividad física por habitante.
Al respecto, un reciente estudio, llevado a cabo en 15 países europeos, sitúa a España como uno de los países del viejo continente en el que se hace menos actividad física en el tiempo de ocio (tan sólo superado por Portugal). En otra estadística se revela, además, que un 38 por ciento de los jóvenes españoles se declaran sedentarios y que los niños dedican cada vez más tiempo a actividades sedentarias (ver TV o jugar con el ordenador o los videojuegos).
Esta grave situación, y su influencia directa sobre el aumento de la obesidad, ha motivado que la actividad física sea el eje sobre el que gire la celebración de este día.
Más sedentarismo
en los países mediterráneos
Recientemente, se han publicado los resultados de otro estudio, con una muestra de 15.239 personas procedentes de 15 países europeos, en el que se pone de manifiesto que sólo la mitad de estos ciudadanos se encuentran dentro del rango de peso considerado normal. en cambio, la tasa media de prevalencia de obesidad se sitúa por encima del 10 por ciento y el sobrepeso afecta a más de un 30 por cientode la población.
Además, se concluye que los países mediterráneos son los que tienen una tasa más alta de sedentarismo, a diferencia de lo que sucede con los países nórdicos. Mientras que en Finlandia un 91 por ciento de la población adulta realiza algún tipo de actividad física en el tiempo libre (andar, practicar algún deporte,…), en España este porcentaje sólo es del 64 por ciento (aunque la tasa más baja se registra en Portugal, con un 40 por ciento).
También se pone de manifiesto que las mujeres practican una menor actividad física que los hombres y tienen un menor MET (unidad de medida que asocia el gasto energético al oxígeno consumido, y que equivale a 3,5 ml. de oxígeno por kilo y minuto). Ser fumador y tener un bajo nivel de estudios son factores que se correlacionan con una menor tasa de actividad física.
Este estudio se llevó a cabo en la Unión Europea poco antes de la reciente ampliación, escogiéndose una muestra de aproximadamente 1.000 personas mayores de 15 años por país. Los resultados se han obtenido a partir de entrevistas personales con cuestionarios de actitud sobre actividad física y peso corporal. Según uno de los firmantes de este trabajo, el doctor Miguel Ángel Martínez-González, del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Navarra, "este es el primer trabajo que determina la prevalencia y la cantidad de actividad física en el tiempo de ocio en Europa, concluyéndose de forma alarmante que se hace muy poca actividad y que nos encontramos con cifras similares a las de los Estados Unidos".
Asociación de patologías
Por otra parte, algunos estudios epidemiológicos muestran cómo esta enfermedad se asocia directamente con la aparición, peor control y pronóstico de otras muchas patologías, como la diabetes tipo 2, la dislipemia, la hipertensión o la apnea del sueño. Y es que, junto al tabaco, se ha demostrado que la obesidad constituye el principal factor de riesgo cardiovascular modificable.
De esta forma, tal como ha manifestado el doctor Francisco Javier Tébar, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, "si se consigue incrementar el ejercicio físico de la población, conseguiremos no sólo un aumento del gasto calórico sino también inhibir la expresión de una serie de genes implicados en la aparición de la obesidad".
Por lo tanto, hay margen para la esperanza. "Un abordaje integral de la obesidad y con estrategias centradas a medio plazo ofrece unos óptimos resultados", tal como ha asegurado el doctor Basilio Moreno, presidente de la SEEDO. Así, expone que se ha visto que pérdidas moderadas de peso mantenidas en el tiempo permiten prevenir patologías tan importantes como la diabetes u otros eventos cardiovasculares."Es más, simplemente andar 30 minutos al día es una receta que minimiza, en un alto porcentaje de los casos, la presencia de obesidad y sus consecuencias", tal como concluye este experto.