E.P.- Un estudio internacional, dirigido por investigadores de la Clínica Mayo y publicado en la última edición de la revista The Lancet, proporciona nueva información sobre cuándo un aneurisma cerebral debe ser tratado.
Los hallazgos se extraen del estudio internacional denominado International Study of Unruptured Intracranial Aneurysms (ISUIA), en el que participan 61 centros médicos de Estados Unidos, Canadá y Europa. Se trata del mayor estudio de su categoría y del primero que realiza un seguimiento prospectivo de pacientes tratados y no tratados.
Se espera que las conclusiones obtenidas ayuden a los doctores a proporcionar consejo a sus pacientes con aneurismas cerebrales sobre cuándo puede ser conveniente someterse a una operación cerebral, o someterse a un procedimiento endovascular o no reparar el aneurisma.
Algunos aneurismas no rotos se pueden dejar como están y otros es mejor que sean reparados, dependiendo de la situación. En los experimentos para el presente trabajo han participado 4.060 pacientes con aneurismas cerebrales no rotos. De ellos, 1.917 se sometieron a reparación quirúrgica del aneurisma; 451 fueron tratados con un procedimiento endovascular diseñado para cerrar el flujo sanguíneo en el aneurisma y produciendo un coágulo dentro de éste; y 1.692 pacientes no se sometieron a la reparación del aneurisma.
Los pacientes fueron controlados durante nueve años. Se observó que el tamaño del aneurisma se correspondía con el índice de ruptura y que los pacientes con aneurismas menores de siete milímetros registraban un bajo riesgo de ruptura (aproximadamente un riesgo de 0,1 por ciento al año).
También se vio que la historia de la rotura debido a otro aneurisma y la ubicación del aneurisma afectaban a los índices de ruptura. Los que se encontraban hacia la zona frontal del cerebro eran menos arriesgados que los que se encontraban en la zona posterior de éste.
Adicionalmente, se vio que la edad es un factor clave en el éxito de las operaciones, con el riesgo aumentando notablemente a los 50 años de edad y aún más después de los 60 y 70 años.