EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.-El cáncer de cerviz afecta cada año a 10 de cada 100.000 mujeres en España (unos 2.100 casos anuales de carcinoma invasor) y cuyo pronóstico es desfavorecedor cuando se detecta en estadios avanzados.
Aunque las tasas de incidencia de este tipo de cáncer en nuestro país son de las más bajas de Europa, el doctor Luis María Puig-Tintoré, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínico de Barcelona ha explicado que 'el cáncer de cuello de útero no ha desaparecido en España a pesar de que se está haciendo cribado, incluso sorprende que ha aumentado el número de casos en los últimos años. 'Esto nos llevó a querer conocer primero qué cantidad de pruebas se hacen, dónde y quién las hace y qué resultados se obtienen. saber el número de citologías anormales que obligan a hacer otros estudios y, por último, tener datos sobre el nivel de conocimiento de las mujeres sobre el objetivo de las revisiones y sobre la propia infección por el virus del papiloma humano', según sus palabras.
Los programas organizados de cribado poblacional mediante citología aunque con limitaciones han demostrado disminuir la incidencia y mortalidad derivada del cáncer de cuello uterino. Sin embargo, en España, quizás debido a las bajas tasas de incidencia tradicionales, la estrategia de realización de citologías ha sido oportunística en las revisiones ginecológicas y no ha habido programas de cribado poblacionales organizados.
En este sentido, las mujeres mayores de 55 años, las que viven en zonas rurales y las de niveles sociales menos privilegiados no se realizan de forma óptima el test de Papanicolau o citología vaginal, la única prueba para la detección precoz de lesiones precancerosas que pueden evolucionar a cáncer invasor de cuello uterino (también denominado cáncer de cérvix), un tumor que afecta cada año.
Cobertura por CC.AA.
En nuestro país disponíamos hasta ahora de una información limitada sobre la cobertura del cribado del cáncer de cuello uterino. Para los especialistas era importante cuantificar y monitorizar el uso de la citología para poder planificar y racionalizar su uso en un país con un cribado oportunístico como el nuestro, lo que motivó la puesta en marcha del Estudio Afrodita.
Así se pone de manifiesto en el Estudio Afrodita, un trabajo reciente realizado en España para evaluar la cobertura del cribado del cáncer de cuello uterino mediante citología vaginal a nivel nacional, basado en una encuesta a 6.852 mujeres de entre 18 y 70 años, de 17 CC.AA.
Dicho estudio, que fue presentado en el marco de la XVII Reunión Anual de la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia, pone de manifiesto una cobertura desigual del cribado de cáncer de cuello uterino en España. Aunque la cobertura general se acerca a la óptima del 80 por ciento, existen comunidades donde la cifra se aleja bastante de este resultado.
Así, las cifras oscilan entre una cobertura citológica del 85,3 por ciento de las mujeres en Canarias en los últimos cinco años hasta el 58,3 por ciento de cobertura en Extremadura. Además de Canarias, las CC.AA. con una mayor cobertura de cribado de cáncer de cuello de útero son Madrid, La Rioja y Asturias. En el otro extremo se encuentran, además de Extremadura, las comunidades de Andalucía y Castilla-la Mancha.
Por otra parte, residir o no es una ciudad favorece el cribado de cáncer de cuello uterino. Así, el 61,1 por ciento de las mujeres de pueblos con menos de 5.000 habitantes se han practicado una citología alguna vez frente al 77,6 por ciento de las de municipios con más de 200.000 habitantes.
El estudio Afrodita muestra, asimismo, que el cribado oportunístico practicado lleva a la sobreutilización de la prueba en las mujeres más jóvenes, con más medios económicos y de bajo riesgo y a la infrautilización de la prueba en las mujeres mayores, con menos medios económicos y que más lo necesitan. La ausencia de un cribado poblacional organizado motiva que las mujeres que no acuden voluntariamente a un control tengan un riesgo más elevado de desarrollar un cáncer.
Al respecto, distintas Sociedades Científicas (de Patología Cervical y Colposcopia, de Ginecología y Obstetricia, y de Citología) recomiendan de manera consensuada realizarse la primera citología a los tres años después del inicio de las relaciones sexuales o a partir de los 25 años.
La frecuencia más recomendada para la repetición de la prueba es cada tres años, tras dos exámenes anuales con resultados normales. Una periodicidad inferior aporta escasos beneficios e incremente notablemente los costes. Según asegura el doctor Puig-Tintoré, 'estas pautas están internacionalmente aceptadas, lo que ocurre es que en España no se siguen bien.
Objetivos secundarios
del estudio
Además, de estimar la cobertura del cribado cervical mediante la técnica de Papanicolau en mujeres españolas, el estudio Afrodita tenía ciertos objetivos secundarios como conocer los factores asociados con el uso de la prueba, describir diferencias en los antecedentes obstétricos y ginecológicos de las mujeres españolas según grupos de edad y describir el grado de conocimiento de las mujeres españolas respecto a la citología vaginal y al virus del papiloma humano (VPH).
Según han demostrado diversos estudios, el VPH, concretamente los subtipos VPH 16 y el VPH 18, es la causa directa del desarrollo de más del 99 por ciento de los casos del cáncer de cuello de útero. Según los últimos datos epidemiológicos, el 75 por ciento de las mujeres padecen una infección por VPH en algún momento de su vida, generalmente poco después del inicio de su actividad sexual. Cualquier mujer sexualmente activa tiene riesgo de exposición a los VPH de alto riesgo que se transmiten por contacto piel con piel durante la actividad sexual.
Aunque se trata de una infección muy frecuente, la probabilidad de transmisión es mayor en las mujeres que inician sus relaciones sexuales muy jóvenes, en las que tiene varias parejas sexuales a lo largo de su vida y en las que, aún siendo monógamas, mantienen relaciones sexuales con hombres que han tenido a su vez varias parejas.
Según pone de manifiesto el estudio Afrodita, a un 73 por ciento de las mujeres nunca le han hablado de cómo prevenir o evitar el cáncer de cuello de útero. En el caso de las mujeres que respondieron afirmativamente a esta cuestión fue el ginecólogo su principal fuente de información.
A pesar de la frecuencia de la infección por VPH y su estrecha relación con el cáncer de cuello de útero, sólo un 38% de las españolas conoce el VPH, frente a un 51 por ciento que no sabía de su existencia.
De esta última parte de la encuesta se concluye que es necesario mejorar la difusión a la mujer de la información y utilidad de la citología cervical para la prevención del cáncer de cuello uterino.
Se prevé que entre 2006 y 2007 esté disponible una vacuna para prevenir la infección por los tipos más oncogénicos del VPH. La introducción amplia de esta vacuna en la población podría aumentar y complementar de forma notable la prevención conseguida por la realización periódica de citologías vaginales.