menor medida se determinó la asociación entre la cefalea y otras entidades nosológicas como apnea del sueño, hipertensión arterial o enfermedades musculoesquelét
24 de agosto 2011. 3:55 pm
E.P.- La cefalea matutina afecta aproximadamente a una persona de cada 13 en la población general y tienen relación con la depresión y con estados de ansiedad. Así lo indican los resultados de un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Stanford University School of…
E.P.- La cefalea matutina afecta aproximadamente a una persona de cada 13 en la población general y tienen relación con la depresión y con estados de ansiedad. Así lo indican los resultados de un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Stanford University School of Medicine (EE.UU.), que publica la última edición de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Según el estudio, levantarse con dolor de cabeza se asocia tradicionalmente con alteraciones del sueño. Estudios anteriores han indicado una estrecha relación entre los dolores de cabeza matutinos y el síndrome de apnea obstructiva del sueño.
En el presente trabajo se investigó en 18.980 personas de España, el Reino Unido, Alemania, Italia y Portugal la prevalencia de los dolores crónicos de cabeza matutinos y su relación con características demográficas, el uso controlado de substancias y con alteraciones clínicas, del sueño y mentales.
En general, la prevalencia de la cefalea matutina era de un 7,6 por ciento, éstos solían darse 'diariamente' en alrededor de un 1,3 por ciento de las personas sondeadas. 'a menudo' en un 4,4 por ciento y 'a veces' en un 1,9 por ciento de la muestra. Los índices eran mayores en las mujeres que en los hombres y en las personas de edades comprendidas entre los 45 y los 64 años de edad.
Los factores más significativos asociados con los dolores matutinos de cabeza fueron los estados de ansiedad y de depresión. También se observó que éstos dolores de cabeza también guardaban una estrecha relación con las alteraciones respiratorias del sueño, la hipertensión, las enfermedades musculoesqueléticas, el consumo de medicamentos ansiolíticos y el consumo de alcohol.