Sin darnos cuenta, los españoles

hemos reducido notablemente

la ingesta diaria

de sal gracias al éxito del convenio

para la reducción del

contenido de sal en el pan

(2005-2009), firmado entre el

Ministerio de Sanidad y Consumo

y la Confederación Española

de Organizaciones de

Panadería (CEOPAN), y al que

también se sumó la Asociación

Española de Fabricantes

de Masas Congeladas (ASEMAC).

Los resultados de este

convenio han sido presentados

recientemente por el ministro

de Sanidad y Consumo,

Bernat Soria.

El pan es el alimento que

más sodio aporta a la dieta

diaria de los españoles (cerca

del 20%), seguido de los embutidos.

Con el objetivo de

reducir esa ingesta de sodio y

acercarla a la ingesta diaria

de menos de 2 gramos diarios

(equivalente a 5 gramos

diarios de sal) recomendada

por la Organización Mundial

de la Salud para luchar contra

la hipertensión, Sanidad y

los fabricantes de pan decidieron

reducir cada año desde

2005 el porcentaje de sal

que se añade al pan en su

elaboración.

Después de cuatro años

de reducción constante del

porcentaje de sal en los ingredientes

del pan, se ha alcanzado

una media de 16,3 gramos

de sal por kilo de pan,

según ha comprobado la

Agencia Española de Seguridad

Alimentaria y Nutrición

(AESAN) en un estudio en el

que han participado las Comunidades

Autónomas, el

Centro Nacional de Alimentación

y la Universidad de Santiago

de Compostela.

Este resultado está por debajo

de los límites que se habían

establecido como objetivo

(18 gramos por kilo) y se ha

logrado cumplir con las recomendaciones

de la OMS para

reducir los factores que influyen

en la hipertensión arterial.

Además, esta reducción se ha

llevado a cabo sin alterar las

condiciones necesarias para la

elaboración del pan.