E.P. Santander.- Los estudios que demuestran los efectos beneficiosos, tanto en el plano emocional como en el físico, de una buena comunicación entre médico y paciente "se van acumulando a una velocidad vertiginosa", según ha explicado el doctor Jesús Esteban Pellón, médico de familia y subdirector del seminario "Entrevista clínica", enmarcado en los XIX Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria en Laredo.
En este sentido, los expertos remarcan que la entrevista clínica se basa en el encuentro entre dos especialistas que realizan un trabajo común en pro de un mismo objetivo, ya que "el médico es especialista en enfermedades mientras que el paciente es el mejor conocedor de sí mismo".
Una de las premisas de la entrevista clínica radica en el flujo recíproco de información. Así, el profesional sanitario debe informar a su paciente de una forma clara y fácilmente comprensible, evitando los términos médicos confusos o demasiado técnicos. Esta habilidad de comunicación se enmarca dentro de la necesidad de respeto a las creencias y a los valores del paciente, así como a sus opciones morales y religiosas.
Asimismo, según los expertos, el médico debe mostrar empatía o, lo que es lo mismo, capacidad para comprender cómo se siente el atendido y transmitirle lo que se ha entendido, señaló. "Hay que preguntar y escuchar activamente, es decir, procesando todo lo que la otra persona cuenta", remarcó.
Según Pellón, este esfuerzo no puede confundirse con ponerse en lugar del paciente. "Cada persona es distinta y las circunstancias y vivencias personales que arrastra hacen que viva su enfermedad de manera diferente a otra persona", explicó.
La honestidad, prosiguió el médico, aparece como otro de los requisitos del profesional sanitario. Sin embargo, a esta obligación de decir la verdad se suma también la capacidad para percibir qué grado de verdad quiere conocer el paciente y a qué ritmo, apuntó.
En este sentido, Jesús Esteban Pellón consideró que "siempre hay que transmitir la verdad pero si el enfermo no quiere saber, el médico no debe comunicársela". En su opinión, la revelación de una verdad en contra de la voluntad del paciente supone una vulneración del principio fundamental del encuentro clínico, basado en una relación horizontal de igualdad entre las dos personas.
Un tipo de vínculo que, excepto en aquellos pacientes que prefieren una superioridad del profesional, goza de la aceptación de la sociedad, aseguró. "Ahora existe mucho más volumen de información disponible para todo el mundo y el paciente ya no acude al médico tanto para obtener información como para buscar una valoración crítica de los datos que él ha recabado", concluyó el especialista.