E.P.-Distintos expertos reunidos, recientemente, en Sevilla en el I Congreso Internacional de Medicina Antienvejecimiento apuntaron, entre las principales conclusiones extraídas de este congreso, las posibilidades de los marcadores genéticos como método para poder predecir el riesgo de sufrir un tumor, según informó el Comité Organizador de este evento.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento (SEMAL), José Márquez-Serres, explicó, por su parte, que los avances en el diagnóstico 'Anti Aging', 'a través de los marcadores genéticos y de los nuevos aparatos que miden la edad biológica', permiten 'predecir el riesgo de padecer algunos tipos de cánceres, como el de colon, próstata y mama, así como demencias seniles y problemas neurológicos'.
De igual forma, recordó que en España se someten anualmente a estos tratamientos anti edad unos 5.000 pacientes, toda vez que insistió en la 'creciente preocupación' de estos pacientes por su sexualidad.
'Vivimos en una sociedad muy marcada por el estrés, y los órganos que más sufren toda esta presión son los sexuales', reiteró Márquez Serres, para quien este hecho explica 'que hayan crecido las consultas para mejorar la vida sexual en países como Brasil, que ya aplica intervenciones quirúrgicas y tratamientos para rejuvenecer los órganos sexuales'.
Otra de las novedades presentadas en el congreso fueron los nuevos tratamientos con láser y radiofrecuencia para devolver elasticidad a los tejidos flácidos. Así, se expusieron nuevas técnicas en rejuvenecimiento facial mediante factores de crecimiento plaquetario, además de la biomodulación facial y las nuevas indicaciones de utilización de la toxina botulínica.
Con todo, los alrededor de un centenar de especialistas reunidos en este congreso recalcaron que el ejercicio físico y la toma de suplementos nutricionales 'y hormonales adecuados', siguen siendo las claves para alargar la calidad de vida.
Más de 120 años de vida
Además, destacaron que el límite de los 120 años podría alargarse 'en muy poco tiempo' en base a los nuevos avances en tratamientos genéticos y la introducción de investigaciones con células madre.
Aun así, insistieron en que el abandono del hábito tabáquico y de la ingesta de azúcares refinados siguen siendo fundamentales, dado que la longevidad depende únicamente el 30 por ciento de la genética, correspondiendo el 70 por ciento restante al tipo de vida que cada individuo desarrolle.