Redacción, Granada.- Los expertos reunidos en el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (SEMERGEN) han mostrado su preocupación por los nuevos trastornos que surgen asociados al cuidado excesivo y obsesivo de la imagen. Asimismo, también se han analizado las nuevas patologías que aparecen asociadas al abuso de Internet, el teléfono móvil y los videojuegos, entre otros aparatos electrónicos.
Entre los nuevos trastornos relacionados con el estrés, se encuentra el denominado burnout o síndrome de agotamiento por desgaste profesional. Se trata, según Jesús J. de la Gándara Martín, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Yagüe de Burgos, "de una de las patologías emergentes más en ciernes y más preocupantes, ya que no sólo afecta a muchos profesionales sanitarios, sino que lo sufren especialmente todos los que prestan sus servicios a otras personas".
Por otro lado, también preocupa a los expertos el abuso y la dependencia de aparatos electrónicos, como la televisión, los ordenadores, los teléfonos y móviles, los juguetes electrónicos o la radio. "Todas ellas se describen como nuevas adicciones, no tanto por el tipo de comportamiento patológico (ya que la característica común es la pérdida de libertad para ejercer el autocontrol sobre un impulso), sino por los objetos adictógenos que son peculiares de la era moderna", afirma De la Gándara.
En relación con el consumo televisivo, se describen nuevos desórdenes, como el teleabuso, que favorece un estado de pasividad y apatía, o la telefijación (absorción absoluta de la mente). Por su parte, el uso excesivo de videojuegos puede llegar a producir pérdida del control del impulso de jugar, lo que conlleva un aumento del tiempo, un uso abusivo, estrechamiento del campo de la conciencia, síndrome de abstinencia e interferencia sociofamiliar y escolar.
Necesidad irresistible de hablar por teléfono
El teléfono móvil también plantea problemas de salud importantes. Cuando su uso se realiza con una necesidad interna imperiosa e irresistible, y sin una verdadera obligatoriedad comunicativa, se convierte en una adicción. Es más frecuente en el sexo femenino, no necesariamente se asocia a la soledad, pero sí a sentimientos de vacío, baja autoestima o rasgos neuróticos de personalidad. A veces la dependencia del teléfono se relaciona con la adicción al trabajo, y en este caso es más habitual en varones jóvenes de un nivel cultural medio-alto.
En cuanto al uso y abuso de Internet, se estima que es una adicción frecuente y en crecimiento preocupante, sobre todo en varones, con ciertos rasgos de personalidades introvertidas, y que sufren cambios de carácter por su uso patológico. "El patrón típico de un adicto a Internet es una persona joven, urbana, con conocimientos de inglés y manejo de ordenadores, de profesión liberal y de clase media-alta", asegura De la Gándara.
Trastornos de autoimagen
En el Congreso de SEMERGEN también se han abordado los trastornos de autoimagen. Junto a patologías conocidas, como la bulimia o la anorexia, surgen otras como la vigorexia o la orthorexia. La anorexia masculina o vigorexia aparece en personas que practican mucho ejercicio físico, especialmente de tipo culturista, y, en muchos casos, acaban consumiendo anabolizantes y hormonas. En definitiva, como la define el doctor Jesús de la Gándara, "es una enfermedad producida por la búsqueda excesiva, obsesiva, patológica… de la perfección física". Afecta sobre todo a varones de 17-28 años y no se sabe cuántos hay, pero se cree que millones en EE.UU. y miles en España.
La orthorexia es otro de estos trastornos relacionados con la búsqueda de la salud a toda costa. Consiste en una preocupación desmedida por lo sano, lo natural o lo biológico, que conlleva una repulsa de lo artificial y lo transgénico. El problema surge de nuevo cuando la preocupación se convierte en obsesión y se pierde el control.