El MEDICO INTERACTIVO, Lugo.-El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) puede diagnosticarse y tratarse por médicos generales, sin necesidad de acudir a especialistas, tal como ha asegurado el doctor Norberto Proupín, en el marco del VI Congreso de la Sociedad Gallega de Medicina General (SEMG-Galicia) que se celebra estos días en Ferreira de Pantón (Lugo). Según el doctor Proupín, que ha impartido un taller dedicado a esta patología, esto es así, salvo en un 2 por ciento de estos casos que son más rebeldes.
Se trata del tipo de vértigo más frecuente (aproximadamente el 60 por ciento de los vértigos a nivel mundial son de esta modalidad) y leve que se presenta con mayor frecuencia en la población de a partir de 50 ó 60 años. Los adultos jóvenes también pueden sufrir este trastorno pero es menos frecuente y suele presentarse asociada a traumatismos craneales.
Pruebas básicas
para su diagnóstico
Para su diagnóstico no se requiere pruebas complementarias ni especiales, bastan las pruebas básicas de exploración. Así, el médico de Atención Primaria realiza maniobras posicionales o posturales, técnica denominada Técnica de Dix-Hallpike y en cuanto a las maniobras de curación se utiliza la Técnica de Epley.
El vértigo provoca mareo y una sensación de movimiento, que es en realidad ficticia. También conocido como Litiasis del órgano del equilibrio, tal como explica el doctor Proupín. La causa de esta dolencia, tal como explica Norberto Proupín, estriba en la formación de unas piedrecitas (pequeños cristales de carbonato de calcio generados por la propia estructura interna del oído) que a veces se acumulan en el órgano del equilibrio (dentro del oído interno) y que son las causantes del vértigo.
Para su curación lo que se busca es la dispersión de estas partículas, que no llegan a desaparecer pero se cambian de lugar, apartándolas unas de otras para que no se reúnan en órganos sensores.
'No suele precisar medicación y es suficiente la aplicación de ciertos ejercicios o maniobras físicas que se realizan en la consulta, a menudo en una sola sesión y con un 90 por ciento de éxito, con lo que el paciente queda prácticamente curado', apunta Proupín.
Si se presenta una recaída, el paciente vuelve a consulta donde se le aplica de nuevo la maniobra física e incluso, en algunos casos, el mismo enfermo puede practicar los ejercicios de rehabilitación en casa siempre y cuando lo haga siguiendo las pautas indicadas por su médico, tal como concluye este facultativo.