Redacción, Madrid.- Las infecciones respiratorias representan la tercera parte de las consultas médicas y son el principal motivo de prescripción de antimicrobianos. Expertos estiman, en este sentido, que los adultos sufren de dos a cuatro episodios catarrales al año, mientras que en la población infantil esta cifra puede llegar a duplicarse. En dos de cada tres casos, el proceso catarral tiene un origen vírico y sólo puede tratarse controlando los síntomas.
En estos casos, el uso de antibióticos, derivado en gran parte del autodiagnóstico y la automedicación, es, en opinión del presidente de la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ), el profesor José Ángel García Rodríguez, "peligroso, costoso e ineficaz ya que además de no tratar la enfermedad, porque los antibióticos se dirigen específicamente hacia las bacterias, se incrementa aún más el proceso ya de por sí preocupante, de las resistencias bacterianas".
Para el presidente de la SEQ, "la mala utilización de los antimicrobianos genera un problema importante, tanto en la Medicina hospitalaria como extrahospitalaria ya que han surgido bacterias que afectan gravemente al aparato respiratorio como el neumococo, el Haemophilus influenzae, la clamidia o la legionella, que al no responder al tratamiento con los antibióticos habituales, obligan a utilizar alternativas para tratarlas de forma adecuada".
Por ello, ante esta situación, este experto añade que "el concepto que tenemos hoy del antibiótico es muy posible que cambie en el futuro, y que sean los productos naturales los que puedan encontrar alternativas claras en el tratamiento de infecciones producidas por bacterias multirresistentes".
Plantas medicinales como antibióticos del futuro
Así, la fitoterapia se erige como una posible alternativa a los antibióticos en el tratamiento de las enfermedades respiratorias leves y moderadas como la gripe, la faringitis o la bronquitis, según expertos.
Numerosos estudios clínicos han demostrado que el uso adecuado y controlado de las plantas medicinales en el tratamiento de las infecciones respiratorias, ya sean de origen vírico, bacteriano o fúngico, no sólo puede tratar los síntomas de una infección respiratoria, sino, además, prevenirla y acortar su duración.
Una de las plantas más utilizada y que ha demostrado mayor eficacia clínica en el tratamiento de estas afecciones es la equinácea. Los extractos de esta planta medicinal, originaria de América del Norte, acortan la duración y severidad de resfriados y otras infecciones del aparato respiratorio, sobre todo "administrada en los inicios del proceso infeccioso" concreta al profesora Teresa Ortega, de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO).
Según explica la profesora Ortega, la equinácea "tiene un mecanismo inmunoestimultante "es decir, estimula las defensas del organismo-, por lo que un momento ideal para ser utilizada es cuando aparecen los primeros síntomas del resfriado". Esta característica, hace que el tratamiento con equinácea sea una opción terapéutica especialmente indicada para aquellas personas que tienen el sistema inmune debilitado, como las personas mayores, o tienen recurrentes afecciones respiratorias a lo largo del invierno.
El própolis, por su parte, actúa como antimicrobiano para afecciones de las vías respiratorias y en el tratamiento de anginas, faringitis o laringitis. "Se sabe que el própolis es muy activo frente a una de las especies patógenas responsables de distintas infecciones respiratorias como puede ser el Staphylococcus aureus", indica la profesora Navarro.
Además, estudios recientes muestran que "actúa conjuntamente con otros antibióticos habituales que conocemos, como por ejemplo la penicilina". Otras propiedades de este complemento son su actividad como inmunoestimulante, antioxidante, antifúngico, antiviral y antiparasitario.
Otras plantas que han demostrado su actividad en el aparato respiratorio son el eucalipto (indicado para el asma, bronquitis, rinitis, faringitis, amigdalitis, traqueitis y gripe), el tomillo (para la tos irritativa y antiespasmódica, laringitis, bronquitis, asma enfisema y gripe), el marrubio (tos improductiva, catarros), el llantén (bronquitis), el gordolobo (afecciones respiratorias de vías altas y bajas), las yemas de pino o el romero.
Su uso por los profesionales de la salud
A pesar de que la fitoterapia tiene una larga tradición histórica, en nuestro país aún estamos lejos de alcanzar la media europea de consumo de plantas medicinales debido a que "la comunidad médica no ha profundizado suficientemente en la actividad farmacológica de las sustancias activas que poseen las plantas medicinales porque, hasta la fecha, se ha dispuesto de antibióticos eficaces" concluye el profesor García Rodríguez.
En este sentido, los expertos recuerdan que las plantas medicinales son medicamentos, y como tales deben ser consumidos bajo la supervisión de un farmacéutico o un profesional de la salud, ya que "puede aconsejar al paciente cuál es la posología indicada, cómo debe administrarse e iniciarse el tratamiento y sobre todo, indicarle el tratamiento fitoterápico más adecuado, para evitar contraindicaciones e interacciones con otros fármacos". Además, para garantizar la eficacia del tratamiento con plantas medicinales, los expertos aconsejan "emplear productos controlados y estandarizados".
Nuevo manual
Así, con el objetivo de dar un nuevo impulso a este tipo de tratamientos alternativos, la SEQ y el INFITO acaban de hacer presentar el libro "Plantas Medicinales y complementos de la dieta en las afecciones respiratorias".
El objetivo de esta publicación, en opinión de la presidenta de INFITO, Concha Navarro, es "dar a conocer las posibilidades terapéuticas de las plantas medicinales más eficaces para el tratamiento y sintomatología de las afecciones respiratorias más comunes como la gripe, el resfriado común o la faringitis".