Cuando empezamos una
dieta, muchas veces no
tenemos en cuenta el factor
psicológico y éste es, sin duda,
determinante a la hora de alcanzar
nuestro objetivo: perder
peso de forma sana, equilibrada
y natural.
Es importante identificar
las causas que nos hacen desfallecer
para así superarlas y
poder seguir con la dieta de
adelgazamiento. Algunos motivos
por los que a veces se
fracasa son:
" No elegir un momento
de inicio adecuado.
" Plantearse metas inalcanzables
o poco realistas.
" Hacer excepciones al
régimen que se acaban convirtiendo
en la regla general.
" Estar constantemente
pendiente de la báscula y desanimarse
al no observar una
disminución del peso.
" Pensar que no se va a
lograr, incluso antes de intentarlo.
" La impaciencia.
Mantener la motivación
bien alta y saber evitar las "pequeñas
tentaciones" del día a
día es fácil si se conocen unos
pequeños "trucos" que ayudarán
a tener la fuerza de voluntad
suficiente para seguir con
la dieta:
" Cada persona debe elegir
el momento que crea mejor
para empezar la dieta.
" Aprender a reconocer
esas situaciones que hacen caer
en la tentación ("estar aburrido
no debe ser una excusa para ir
a la nevera a picar").
" Plantearse pequeñas metas
que, al conseguirlas, nos
animen a continuar.
" Recompensarse por los
logros alcanzados ("hoy me
merezco un premio por haber
resistido la tentación de comer
postre durante la comida").
" No aprovechar una caída
como excusa para cometer
más excesos ("como ya
me he comido un bombón,
qué más da si me como la caja
entera").
" Mantener una actitud
positiva ("¡ya me puedo volver
a poner mi falda favorita!").
" Aprender a reconocer
cuándo se tiene ansiedad y
superarla con técnicas de relajación.
" No dejarse asaltar por
los remordimientos si un día
nos saltamos el régimen.
Y nunca olvide que la única
manera de adelgazar de forma
sana es mediante una alimentación
equilibrada. Hay que
desconfiar de los tratamientos
que aseguran grandes resultados
sin esfuerzo y desconfiar de
las dietas que prometen rápidas
pérdidas de peso.