Mónica Martín, Madrid.- El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, denuncia que la aplicación del nuevo sistema de precios de referencia recogido en la Disposición Final Tercera de la Ley de Cohesión y Calidad puede provocar bajadas de precios en los medicamentos de entre un 60 y un 90 por ciento si no se aplica de manera gradual. "Entendemos que se vayan limando las grandes diferencias de precios pero no bruscamente", argumentó.

El representante de la patronal farmacéutica, que participó en la IV Jornada organizada por la Fundación OTIME, puso de manifiesto que el sistema de precios de referencia que ya está actuando no ha servido para contener el gasto farmacéutico que era su objetivo principal, por lo que "entendemos que la Administración lo revise y lo modifique. Pero lo que ha incluido en la enmienda 161 no recoge nada de lo que habíamos negociado", apuntó Arnés.

Los laboratorios entienden que "es necesario compatibilizar un crecimiento del sector con la sostenibilidad real de las cuentas públicas", pero garantizando el abastecimiento de medicamentos. "Si se aplican los precios de referencia de la enmienda con carácter inmediato, cabe la posibilidad de que muchos productos se queden muy por encima del precio del de referencia", argumentó.

En ese supuesto, según Arnés, las compañías no pueden bajar los precios drásticamente porque tendrían que hacer un gran esfuerzo económico e, incluso, se podría llegar al desabastecimiento del mercado. "Además, eso creará una sensación de desaliento para los fabricantes que han de invertir miles de millones de euros y más de 10 años en la investigación de nuevas moléculas", añadió.

En la inauguración de la Jornada, el subdirector general de Sanidad y Consumo, Pablo Vázquez, manifestó que la enmienda 161 persigue "conseguir un modelo más sostenible, fomentar la competencia entre compañías fabricantes de genéricos, promocionar la innovación como modelo de estrategia empresarial e impulsar la internacionalización de las actividades. El objetivo es que el Sistema Nacional de Salud pague lo mismo por el mismo principio activo".

Vázquez añadió que para la consecución de esta enmienda la Agencia Española del Medicamento con sus nuevas funciones se perfila como un buen instrumento para ayudar a que el sistema sea sostenible a medio y largo plazo, así como para garantizar el uso racional del medicamento.

Contra la competencia

La Disposición Adicional también recoge que el precio de referencia se establezca mediante la media aritmética de los tres grupos más bajos, algo con lo que está de acuerdo la patronal, excepto porque no se limita a que sean productos de diferentes laboratorios. "De este modo, las tres presentaciones más baratas pueden ser de un mismo operador por lo que sería ir en contra de la sana competencia", indicó Arnés.

A este respecto, Alfonso Rodríguez, subdirector general de Asistencia y Prestación Farmacéutica del Ministerio, señaló que Sanidad está barajando la posibilidad de que las tres formas más baratas que se empleen para calcular el precio de referencia sean de diferentes firmas con el objetivo de garantizar el abastecimiento de esa especialidad farmacéutica y evitar situaciones que atenten contra la competencia empresarial.

Por su parte, la secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéutico, Carmen Peña, opinó que el hecho de que la sustitución en la dispensación sólo se pueda hacer por un fármaco puede llegar a desabastecer el mercado porque será muy complicado controlar los productos almacenados.

Asimismo, manifestó que tal como está la enmienda redactada va a proporcionar una nueva situación de inestabilidad porque la redacción es muy compleja y de difícil aplicación. Un ejemplo de las quejas de los farmacéuticos pasa porque el cálculo de los precios de referencia puede estar "fuera de toda lógica en aquellos que tienen escasa intervención en el mercado", dijo Peña.

Aspectos positivos

Entre los aspectos con los que la industria sí mostró su conformidad, según palabras del director general de la patronal, es el se excluyan las formas innovadoras del sistema de precios de referencia para que el laboratorio productor pueda amortizar costes. Aunque, para Carmen Peña, sería necesario que se definiera lo que se considera o no forma innovadora. Asimismo, los laboratorios entienden que los titulares puedan mantener los precios de sus productos pese a la introducción de los genéricos que les pueden "comer el terreno".

Otro aspecto favorable que admite la industria es que la sustitución del producto a la hora de la dispensación se haga sólo cuando el médico haya recetado bajo denominación oficial española (DOE), no cuando se haya escrito expresamente el nombre comercial de otro producto.

Por su parte, Alfonso Rodríguez esgrimió que pese a que la ley es muy rígida contempla dos salvaguardas. Por un lado, la exclusión de las formas innovadoras de las que no se podrá crear un conjunto de precios de referencia hasta que no aparezca la especialidad farmacéutica genérica (EFG). y por otro, la garantía de que no se llegará al desabastecimiento de las especialidades que se usan para calcular el precio de referencia.

"Estas modificaciones pueden tener mayor o menor repercusión según el principio activo que se utilice. Es posible que se produzca un mayor consumo de los fármacos con un precio menor, pero serán las propias compañías las que tendrán que garantizar este suministro", subrayó Rodríguez.