Disminuir el nivel de exigencia durante el grado, formar en pacientes crónicos, valorar el acceso al grado por otras competencias, replantearse el MIR o aumentar el entrenamiento clínico, son algunos de los aspectos que habría que mejorar en la formación del estudiante de Medicina, según expertos reunidos durante la mesa 'Luces y sombras de la formación del médico en España', de la V Convención de la Profesión Médica de la Organización Médica Colegial (OMC).
'La universidad y el SNS han mejorado extraordinariamente. Sin embargo, es una miseria con lo que financiamos nuestras instituciones educativas', incide Felipe Rodríguez de Castro, presidente de la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM). Además, 'no se pueden seguir admitiendo a los alumnos en Medicina por su nota en Bachillerato. Hay que abordar otros aspectos no cognitivos. La tolerancia, la curiosidad, la compasión, son algunos aspectos que habrá que considerar'.
Rodríguez considera necesario plantearse qué perfil de médico es el que se quiere tener. 'Hay que disminuir el nivel de exigencia, reducir los contenidos, reforzar las ciencias básicas y formar en pacientes crónicos', especifica el especialista. Existen, también, competencias que no se abordan y que son necesarias, continúa, como la economía de la salud, la gestión clínica, la comunicación y la investigación.
Un aspecto que el experto cree que habría que corregir urgentemente es la falta de coordinación del grado a la formación especializada. Asimismo, 'el examen MIR hay que replanteárselo. Tiene signos de agotamiento. Es ineficiente', añade.
Por su parte, Fernando Carballo Álvarez, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), hace hincapié en que el desarrollo curricular debería estar centrado en qué se necesita saber y no en qué quiere uno saber. 'El grado no funciona. Sigue habiendo demasiados alumnos para que el entrenamiento clínico sea posible'.
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En cuanto a los contenidos de la formación, 'estos deben ser definidos desde las Sociedades Científicas', resalta Carballo Álvarez. 'En este país, cada uno quiere resolver las cosas desde su perspectiva. Estamos muy sectorizados. Hasta que no nos sentemos todos juntos para hablar de un plan de formación, va a ser difícil realizarlo', señala y comenta que FACME apuesta por el modelo VPC-R.
'Si no conseguimos que la formación la propongamos los profesionales estamos en una situación muy difícil. El riesgo que corremos es que si dejamos de organizar la formación, la va a organizar la industria', apostilla Carballo Álvarez.
