Más del 23 por ciento de la población española adulta sufre dolor crónico y tres de cada diez afectados han sufrido algún episodio de depresión, según datos de la Sociedad Española del Dolor. El dolor crónico es también uno de los trastornos que más consultas genera en las farmacias españolas y, debido a sus múltiples posibles causas y manifestaciones, también es uno de los problemas de salud sobre los que más información requieren quienes lo padecen y sus familiares o cuidadores. Ante esta situación, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), con el patrocinio de Laboratorios Esteve, ha elaborado una serie de recomendaciones para que conozcamos mejor las causas y formas de abordar el dolor crónico, un trastorno frente al que no hay que resignarse.
Persistente o intermitente
El dolor crónico es aquel que persiste más de tres meses. Se trata de un dolor penetrante y sostenido que puede ser persistente (como en el caso de la artritis o el cáncer) o intermitente (como en la migraña). Puede estar originado por una enfermedad crónica (artrosis, fibromialgia) o por otra causa desconocida; en cualquier caso, lejos de aceptar el dolor con resignación, el paciente debe consultarlo con un profesional sanitario y fijarse como objetivo la supresión total o, al menos, parcial del dolor. Para lograr este objetivo, un tratamiento correcto y completo debe incluir tres vertientes: psicológica, física y farmacológica.
RECOMENDACIONESAprenda a valorar su dolor para poder manejarlo mejor, conseguir un adecuado control y establecer el tratamiento idóneo. Uno de los instrumentos más utilizados es la escala visual numérica, que consiste en marcar en una línea horizontal el punto que cree que se corresponde con la intensidad de su dolor:
-o- Tome su medicación tal como se la haya prescrito su médico o recomendado su farmacéutico. No aumente, reduzca o combine su medicación sin consultar antes.-o- Trate de aprender técnicas de relajación: ejercicios como la respiración lenta y profunda, la meditación y las imágenes mentales guiadas pueden ayudarle a controlar su dolor.-o- Intente realizar a diario ejercicio suave y moderado en lugar de hacer ejercicio vigoroso ocasional. El ejercicio reduce el dolor en las articulaciones y la rigidez e incrementa la flexibilidad, la fuerza de los músculos y la resistencia. Empiece despacio, con ejercicios simples y no supere sus límites.Cambie el ritmo de sus actividades. Intente combinar las tareas pesadas imprescindibles con otras que le requieran menos esfuerzo.-o- Piense en positivo. Los pensamientos influyen directamente sobre su estado de ánimo, actividades y también sobre su dolor. Intente cambiar siempre los pensamientos negativos por otros positivos.-o- Reduzca el consumo de tabaco, cafeína y otras bebidas o hierbas estimulantes. Estas sustancias pueden causar tensión en las partes de su cuerpo que ya están doloridas y pueden aumentar el dolor.-o- Acepte y aprenda a convivir con su dolor. Aceptar la situación es el primer paso para lograr un mejor manejo de su situación. Puede ayudarle la elaboración de un diario del dolor en el que anote qué le hace mejorar o empeorar, qué medicamentos ha tomado y cómo está funcionando su tratamiento.-o- Apóyese en familiares y amigos cuando se sienta más triste. Los que están a su alrededor pueden hacerle pasar mejor esos malos momentos.