un encuentro sobre la toma de decisiones durante la evolución de la demencia, los presidentes de SEGG y SEN creen necesario seguir las recomendaciones de este t
24 de agosto 2011. 4:00 pm
EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- El presidente de la Sociedad Española de Neurología, Jordi Matias-Guiu, y de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Isidoro Ruipérez, se mostraron de acuerdo en acogerse a las recomendaciones recogidas en el llamado "Documento de Sitges" a la hora de…
EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- El presidente de la Sociedad Española de Neurología, Jordi Matias-Guiu, y de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Isidoro Ruipérez, se mostraron de acuerdo en acogerse a las recomendaciones recogidas en el llamado 'Documento de Sitges' a la hora de tomar decisiones en la evolución del paciente con demencia. Estas Sociedades Científicas organizaron un simposio sobre estas patologías con el apoyo de la de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAL).
El 'Documento de Sitges', según resaltaron los presidentes de ambas sociedades, elabora una serie de recomendaciones sobre las funciones mentales superiores que deben estar suficientemente preservadas para cada nivel de decisión a los que pueda enfrentarse el paciente (propia salud, patrimonio, responsabilidades de la vida diaria...), con el fin de que, aunque se le considere dependiente para alguna de ellas, se mantenga su competencia en las restantes.
El respecto que merece el paciente con demencia, resaltaron los especialistas, implica el respeto a su capacidad de decidir sobre aquellos procesos en los que puede hacerlo para preservar su principio de autonomía, sin olvidar la necesidad de protegerles de decisiones inadecuadas (principio de beneficiencia), en aquellos casos en que se capacidad esté limitada.
Este texto de consenso ha sido elaborado, según resaltaron las Sociedades, por consenso entre diferentes profesionales implicados en esta actividad (médicos juristas, psicólogos, trabajadores sociales). Supone una herramienta de ayuda, afirmaron para, por un lado, los profesionales que tienen que enfrentarse a la decisión de qué funciones mínimas deben ser evaluadas en un apaciente con demencia y, por otro, para los profesionales de la Justicia, a los que se les facilitará los elementos mínimos a solicitar en la evaluación, así como el grado de afectación máximo de cada uno de ellos, para cada nivel de decisión.