Redacción, Madrid.-El glioblastoma multiforme es uno de los tumores cerebrales más agresivos, del que cada año se diagnostican 175.000 nuevos casos y es el causante de más de 125.000 muertes en todo el mundo. Sólo en la Comunidad Valenciana, se detectan más de 300 casos cada año, según se ha expuesto en el simposio "Nuevas alternativas terapéuticas: radio-quimioterapia en tumores cerebrales", celebrado en el seno del V Congreso Nacional de la Federación de Sociedades Oncológicas (FESEO).

Hasta ahora los pacientes con este tipo de tumor seguían el tratamiento tradicional con una esperanza de vida limitada al año tras el diagnóstico. La quimioterapia se empleaba tras la radioterapia con escaso beneficio y se utilizaba, ocasionalmente, en las recaídas, tal como han indicado especialistas en Oncología

Así, en opinión de la doctora Carmen Balaña, del Servicio de Oncología del Hospital Germán Trias i Puyol de Barcelona, "el tratamiento de los tumores cerebrales malignos antes era tan descorazonador que algunos profesionales no los trataban". "Lo importante es establecer que es necesario tratarlos y que ahora sabemos cómo hacerlo", apunta. La importancia de estos resultados radica en que, "por primera vez, un estudio -continúa la especialista- que incorpora quimioterapia mejora estadísticamente la supervivencia del paciente sin que el tumor progrese. De este modo, modifica el estándar de tratamiento del glioblastoma multiforme".

Durante años han existido terapias con escasos resultados satisfactorios en eficacia y supervivencia pero, a raíz, precisamente, de las conclusiones de un estudio multicéntrico fase III presentado por el doctor suizo Roger Stupp hace unos meses en la última edición del congreso de ASCO (American Society of Clinical Oncology), se han abierto nuevas y esperanzadoras vías para el tratamiento de los gliomas de alto grado.

El trabajo estableció la comparación entre el tratamiento tradicional de los tumores cerebrales (solo radioterapia) frente al nuevo régimen de combinación de las armas terapéuticas convencionales: radioterapia y quimioterapia. El nuevo estándar, basado en la administración simultánea de radioterapia y quimioterapia oral es capaz de aumentar dos años la esperanza de vida de los pacientes. De hecho, y según los resultados de la investigación, uno de cada cuatro participantes en la misma sobrevivieron dos años al tumor frente a uno de cada diez de los tratados sólo con radioterapia.

Por su parte el doctor Alfredo Ramos, jefe de Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Ramón y Cajal, ha apuntado que "el tratamiento combinado de radioterapia y quimioterapia es, desde hace años, el modelo terapéutico elegido en los tumores con peor pronóstico, como el de pulmón, el colorrectal, el de cabeza y cuello, el de cérvix y el de esófago, entre otros". "Ahora -concluye- lo es también en los tumores del sistema nervioso central de alto grado, dado que aumenta la supervivencia y mejora la calidad de vida".