Redacción, Toledo.- En el segundo año de desarrollo de la Ley de Garantías en la Atención Sanitaria Especializada de Castilla-La Mancha, las esperas máximas quedan fijadas para 2004 en 120 días para intervenciones quirúrgicas, 40 días para las consultas externas y 20 para la realización de pruebas diagnósticas, según el Decreto aprobado por el Consejo de Gobierno regional, en su reunión celebrada el 13 de enero. Esta norma disminuye en 60 días el tiempo para ser sometido a una operación, reduce en 20 días la espera para una consulta externa y en diez los que se establecen como límite para la realización de una prueba diagnóstica, con respecto a la Ley que entró en vigor el 1 de enero de 2003.
Esta medida, según ha informado la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, puede 'acometerse gracias al esfuerzo inversor realizado por el Gobierno regional desde el traspaso de las competencias sanitarias tanto en la dotación de infraestructuras, nuevos servicios y equipamientos sanitarios, como en el incremento de las plantillas en más de dos mil profesionales y a una mejor gestión de los recursos para acercarlos a las demandas reales de los castellanomanchegos'.
Como se recordará, la Ley de Garantías establece que una vez superado el plazo legal de respuesta marcado en la propia norma, y que cuando entre en vigor el Decreto recién aprobado se reduce, los pacientes pueden recibir atención sanitaria especializada en un centro de su elección y con cargo al presupuesto del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). Así, desde el 1 de enero de 2003 un total de 47 personas han ejercido este derecho, lo que ha supuesto para el SESCAM un gasto de 41.704 euros.
Del total de ciudadanos que se han acogido a esta norma, 45 son de Toledo, uno de Cuenca y otro de Albacete. Asimismo, un total de 4.552 castellanomanchegos han solicitado hasta el momento información sobre esta Ley de Garantías de un censo global de 1.784.748 tarjetas sanitarias.
Listas de espera
Respecto a la evolución de las listas de espera a lo largo de 2003 y hasta el 31 de diciembre, se ha mantenido la tendencia de descenso, contabilizándose un total de 36.495 personas menos en espera de ser atendidas, superando el objetivo marcado por la Consejería para todo el ejercicio, que se había fijado en reducir estas listas en 25.000 personas, como han señalado desde el Departamento sanitario castellanomanchego.