La epidemia de la gripe está en claro descenso en todas las Comunidades, donde las redes centinelas registran un nivel esporádico de actividad gripal, a excepción de Canarias, con algo más de actividad. A primeros de enero la tasa global de incidencia de la enfermedad era de 31 casos por 100.000 habitantes y continúa la tendencia decreciente, según el grupo de Vigilancia de la Gripe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, dependiente del Ministerio de Sanidad, informa el diario ABC en su edición del lunes, 12 de enero.
Este año la temporada de gripe adelantó su aparición respecto a años anteriores. A finales de octubre y primeros de noviembre, el virus de la gripe empezó a causar estragos en algunas Comunidades, con cifras de afectados veinte veces superior a la registrada en 2002. En noviembre, la tasa de enfermos se situó en 228 por cada 100.000 habitantes. La Comunidad más afectada fue el País Vasco, que llegó a tener 500 afectados por cada 100.000 habitantes, seguida de Aragón (354), Madrid (292) y Castilla y León (267). Las Comunidades que menos sufrieron la oleada de gripe fueron Andalucía, Canarias y Baleares. El elevado número de enfermos también desencadenó el colapso hospitalario en el País Vasco, Madrid y Aragón.
Virus más virulento
La brusca irrupción de la epidemia llevó al Ministerio de Sanidad a insistir en la conveniencia de la vacuna, en especial para las personas incluidas en los grupos de riesgo como mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas. El virus que circula este año es del tipo A, principal causante de las epidemias, a diferencia del B, que fue más activo durante la temporada 2002-2003 y se caracteriza por ser más benigno y se presenta en brotes más localizados.
En el resto de Europa la actividad gripal también ha empezado a debilitarse. El Grupo Europeo de Vigilancia de la Gripe destaca la caída de la actividad gripal en la zona occidental, aunque los casos siguen aumentando en los países de la zona centro y el este de Europa.
Alerta ante una nueva oleada
En Estados Unidos, lo peor de la epidemia también ha pasado, según los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). La cifra de afectados ha empezado también a descender, aunque se mantiene la alerta ante el temor de que aparezca una nueva oleada de casos al final de la temporada, como ha sucedido otros años. La gripe ha sido especialmente virulenta esta temporada, y la infección no sólo se ha cobrado muchas vidas de las personas más mayores, como suele suceder.
Los CDC calculan que, al menos, 93 menores de 17 años han muerto por la gripe, con una edad media de 4 años. Julie L. Gerberding, directora del citado organismo, declaró al «Washington Post» que aún no se sabe por qué este año el virus de la gripe ha sido tan agresivo para los niños. Sólo 35 de los menores fallecidos padecían otros problemas de salud, como asma, o su sistema inmune estaba más debilitado, tenían epilepsia o problemas de desarrollo.