Laura Fonseca. Oviedo.- Diecisiete sociedades científicas acaban de elaborar un documento de consenso sobre el síndrome de apnea del sueño, una enfermedad que afecta a entre uno y dos millones de personas en España y de las que solo está debidamente diagnosticada del 5 al 10 por ciento de las mismas. La presentación del documento tuvo lugar en el Hospital Central de Asturias, en Oviedo, a cargo del coordinador del documento, el doctor Joaquín Durán-Cantolla, miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y responsable la Unidad Respiratoria de Trastornos del Sueño del Hospital Txagorritxu de Vitoria, así como del neumólogo asturiano Félix Payo, del Instituto Nacional de Silicosis.
El trabajo pretende ser una guía y un protocolo para abordar el problema de la apnea del sueño, una patología que multiplica por dos el riesgo de infartos, y triplica la posibilidad de sufrir hipertensión. Además de las sociedades científicas referidas, participaron en la redacción del documento especialistas en bioética, jueces, consumidores y enfermos. 'El informe es el esfuerzo coordinado de muchas personas y constituye un paso sin precedente en nuestra historia reciente', afirmó el especialista Durán-Cantolla.
Con esta guía, sus autores buscan 'favorecer la identificación de la sospecha clínica de la apnea del sueño, así como facilitar sistemas diagnósticos eficaces a los especialistas, a la vez que promover los mejores tratamientos y su control'.
En el protocolo, los expertos advierten de que 'las listas de espera son excesivas', por lo que animan a los pacientes a que se quejen a la Administración. En Asturias, donde la unidad del sueño trata unos 500 enfermos anuales, los médicos priorizan casos. Así, aquellas personas cuya situación se considere de alto riesgo, 'intentamos que no esperen más de tres meses', explicó Félix Payo. En palabras de su homólogo, el doctor Durán, las demoras no deberían superar los seis meses para enfermos leves y dos semanas, para los más graves, ya que como recordó 'el sueño es un derecho'. La situación es 'preocupante' en toda España, alertan, ya que las demoras para recibir tratamiento por la apnea del sueño se sitúan entorno al año o año y medio.
Pero, ¿cómo definen los especialistas el síndrome de apnea del sueño? Se trata del cese de la respiración superior a los diez segundos durante el sueño. Se trata de la definición clásica de un trastorno muy común, que afecta prácticamente a un cuarto de la población española. El problema, señalan los expertos, reside cuando la obstrucción respiratoria se repite con excesiva frecuencia. Los especialistas consideran que, si se produce cinco o más veces por hora, el trastorno es para preocuparse. Es el caso del 5 por ciento de la población española. Así lo indica el doctor Joaquín Durán-Cantolla, que asegura que los médicos han 'mirado al día y no a la noche. No nos hemos ocupado de las enfermedades del sueño pese a que pasamos cerca de 25 años de la vida dormidos?.
Las tasas son muy dispares según las comunidades autónomas. Asturias no llega a 223 pacientes diagnosticados por cada 100.000 habitantes frente a los 417 de Cataluña. Con todo, la generalidad confirma que se trata de una enfermedad infradiagnosticada en toda España, donde se estima que hay entre uno y dos millones de afectados.
Efectos en la calidad de vida
El problema es que los efectos de la enfermedad sobre la salud de los afectados es notable. Deterioro de la calidad de vida, hipertensión, arritmias cardiacas, infartos, accidentes cerebrovasculares e, incluso, muerte. Los pacientes que sufren apnea tienen, por citar un ejemplo muy gráfico, siete veces más riesgos de tener accidentes de tráfico. Los enfermos no diagnosticados consumen además el doble de recursos sanitarios que los correctamente tratados. De ahí la necesidad de seguir invirtiendo para mejorar el tratamiento de la enfermedad.
El doctor Durán reconoce que, en los últimos años, el esfuerzo ha sido notable. En 1994, España contaba con sólo 85 unidades del sueño. hoy, son 254. Paralelamente, se ha multiplicado también el número de máquinas que se utilizan en el tratamiento de la enfermedad. En 1994, se beneficiaban de ellas apenas 10.000 pacientes. Ahora, son cerca de 150.000.
Los autores del documento solicitan a la administración más recursos, pero también que financie un tratamiento alternativo: los dispositivos de avance mandibular, que aumentan el espacio en la vía aérea superior y constituyen una terapia más contra la apnea del sueño en aquellos enfermos a los que las mascarillas nasales no sean eficaces o no lleguen a ser toleradas.