Concepción Sánchez Pina preside la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (
AEPap). Piensa que es necesario dotar de un mayor presupuesto a este escalón asistencial para poder mejorar la atención del niño y su familia.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los pediatras de Atención Primaria?
El principal reto es hacer la Pediatría de Atención Primaria atractiva para los pediatras que buscan trabajo. Y para cada pediatra en su puesto de trabajo, el reto diario es ser capaz de atender con calidad y escaso tiempo de consulta todas las demandas de las familias.
¿Cómo está la situación actual en dicho escalón asistencial?
En algunas comunidades autónomas están empezando a mejorar las condiciones de trabajo en los centros de salud, a base de limitar las agendas, incrementar los salarios y favorecer la conciliación. Pero en otras, no se acaban de materializar los acuerdos de salida después de las movilizaciones.
¿Qué medidas proponen para mejorarla?
Se deben flexibilizar los horarios, favorecer la conciliación y limitar los cupos de los pediatras de los centros de salud a un número máximo de 1.000 niños asignados. Se debe mejorar el conocimiento de la Pediatría de Atención Primaria, con un incremento de la rotación de los residentes de Pediatría en los centros de salud un tiempo mínimo de 6 meses y se podría, también, aumentar la formación y las rotaciones de los estudiantes de Medicina. Se debe también modernizar los métodos diagnósticos. Conviene incrementar la presencia de pediatras en las gerencias para poder desarrollar los nombramientos de coordinadores de Pediatría, responsabilidad que ya existe en comunidades autónomas como Canarias, Murcia y Madrid.
¿Qué piden a las administraciones para seguir avanzando?
Es fundamental incrementar el presupuesto asignado al primer nivel asistencial para mejorar los salarios, contratar más personal y no permitir la masificación de las consultas.
¿Qué relación mantienen con distintas sociedades de Atención Primaria?
Nuestra relación con las otras sociedades de Pediatría es excelente.
¿Y con la AEP?
Excelente también.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes que atienden en sus consultas?
Se atienden muchas infecciones respiratorias agudas, infecciones gastrointestinales, enfermedades cutáneas, alergias, alteraciones variadas de la alimentación. También patologías crónicas, como asma, obesidad, y patología de la esfera mental y social, además de la atención de urgencias. Se están incrementando las consultas por alteraciones de la conducta, hiperactividad, acoso escolar, ansiedad, retraso del habla, adicción a pantallas, autismo...
¿Cuentan con los medios necesarios para poder ofrecer una adecuada asistencia?
No, no hay suficientes pediatras en la mayoría de los centros de salud y no hay suficientes enfermeras con dedicación exclusiva a la Pediatría. Tampoco disponemos del suficiente tiempo, ni medios diagnósticos para atender a las familias.
¿Qué papel tiene el pediatra en la detección de distintas patologías, como oncológicas, neurológicas, cardiológicas…?
El papel del pediatra en el primer nivel asistencial es esencial, ya que puede detectar lo antes posible enfermedades como autismo y retraso del lenguaje. De esta manera, si se inicia la atención temprana lo antes posible, el pronóstico mejora. Si el pediatra de primer nivel detecta la displasia evolutiva de caderas, se evitan intervenciones quirúrgicas y cojeras. En una situación parecida se encuentran las cardiopatías congénitas y cáncer infantojuvenil, pues mejora el pronóstico y disminuye la mortalidad al detectarlo de forma precoz. También es esencial el papel del pediatra de AP en la detección precoz de enfermedades infecciosas potencialmente graves como las neumonías, meningitis y sepsis.
Una vez diagnosticadas y tratadas, ¿qué papel tiene el pediatra de AP en su seguimiento?
Desgraciadamente, aumentan las enfermedades crónicas en la infancia. El papel del pediatra es primordial en el seguimiento del niño prematuro, del gran prematuro, del niño con asma, con epilepsia, con déficit de atención, con parálisis cerebral, con enfermedades raras, etc.
En cuanto a la prevención, ¿se ha avanzado en este sentido?
Sí, se ha avanzado, ya que se amplían los conocimientos y el acceso de los pediatras de AP a técnicas de imagen, como la ecografía diagnóstica. Se ha avanzado en la digitalización de los calendarios vacunales de la población que acude a vacunarse a los centros de salud, diseñando registros fiables de coberturas vacunales.
¿Cuáles son las patologías en las que más se puede incidir en la prevención desde AP?
El papel del equipo de Pediatría formado por el pediatra y la enfermera, trabajando puerta con puerta, realizan una labor importante de contención del sobrepeso y de la obesidad infantojuvenil, una de las lacras de nuestro tiempo. También se previenen otras muchas enfermedades, como las deformidades craneales infantiles; se realiza detección precoz del estrabismo y del ojo vago; prevención de la muerte súbita y accidentes más comunes.
En este sentido, ¿qué queda por hacer?
Hay que dotar a los centros de salud de más personal para los equipos infantojuveniles. Los pediatras deben trabajar con cupos inferiores a los 1000 niños, en proporción 1/1 con enfermeras con dedicación exclusiva a la Pediatría y con tiempo suficiente para atender a los niños con la calidad que merecen. Las enfermeras con la especialidad de Pediatría deberían contratarse en los centros de salud, con bolsas de empleo específicas.
¿Cómo se maneja al paciente con patología psiquiátrica/psicológica?
Se precisa tiempo suficiente para hablar con calma con ellos e iniciar la psicoterapia cuanto antes. Una buena entrevista clínica con una familia con problemas de salud mental lleva al menos media hora, de la que no se dispone.
¿Cómo califica la formación de los pediatras españoles?
La califico con un notable. Tenemos profesionales con los cuatro años de formación MIR en Pediatría y la posterior formación que continúa en el ámbito de la Pediatría.
¿Cuáles son sus fortalezas?
Los pediatras están mejor formados en las enfermedades que requieren diagnóstico y seguimiento en el ámbito hospitalario, como Aparato Digestivo, Neurología, Neumología, Cuidados Intensivos y neonatos, entre otros.
Y, ¿sus debilidades?
Los pediatras deben mejorar su formación en Psiquiatría, Dermatología, Traumatología y Ortopedia, enfermedades específicas del adolescente y también en Ginecología.