Madrid (16/18-5-09).- En total, incluyendo a los pacientes no diagnosticados, el control de la presión arterial alcanza al 25,3 por ciento de esta población en España, una cifra poco halagüeña si tenemos en cuenta que el 33 por ciento de los fallecimientos se deben a una enfermedad cardiovascular, y casi la mitad de ellos están directamente relacionados con este factor de riesgo. Además, las estimaciones prevén que, en 2025, la hipertensión arterial haya aumentado un 24 por ciento en los países desarrollados, y hasta un 80 por ciento en aquellos otros en vías de desarrollo.
Este escaso control de la presión arterial se debe a varios factores, entre los que destaca el sistema de medición utilizado en la actualidad, y cuyo uso se circunscribe exclusivamente a la consulta. Esto hace que muchos pacientes sufran cambios en sus cifras motivados por el nerviosismo que les produce tomarse la tensión delante del médico y/o enfermero, lo que se conoce como 'síndrome de la bata blanca'. Frente al método tradicional, están apareciendo nuevas tecnologías que podrían mejorar considerablemente la situación.
A este respecto, la Sociedad Española de Hipertensión Arterial-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) acaba de poner en marcha el estudio clínico EVOLVE, con una participación estimada de 4.000 pacientes diabéticos y prediabéticos. La investigación pretende constatar que los nuevos sistemas de monitorización de la presión arterial -MAPA (de monitorización ambulatoria durante 24 horas) y AMPA (de automedida)- podrían contribuir a la reducción de la morbimortalidad del paciente hipertenso.
El estudio EVOLVE surge como consecuencia del proyecto CARDIORISC, una iniciativa emprendida en 2004 por la SEH-LELHA que ha llevado a instalar más de 1.200 MAPAS en ambulatorios de toda España. Tras evaluar a cerca de 100.000 personas hipertensas, el análisis clínico-epidemiológico de las medidas tomadas a estos pacientes indica que el control de la presión arterial alcanza el 50 por ciento con el sistema MAPA, el doble que con el método convencional.
'El sistema AMPA es el que más están apoyando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las sociedades científicas, en tanto en cuanto significa una mayor implicación del paciente en su tratamiento y contribuye a la eliminación de falsas alertas', destaca el doctor Pedro Aranda, presidente de la SEH-LEHLA. 'Esta técnica nos ha enseñado muchas cosas sobre el comportamiento de la hipertensión arterial y los factores de riesgo que contribuyen a su aparición', añade.
En España, la SEH-LEHLA está negociando el abaratamiento de estos aparatos con las mismas empresas fabricantes porque, 'de momento, es un gasto que corre a cargo del propio paciente', señala el experto. Gobiernos como el de Noruega están llevando a cabo campañas en este sentido, de tal manera que el Estado se hace cargo de una parte del coste total de la tecnología, que está en torno a los 60 euros. 'Echamos de menos un apoyo similar en nuestro país', explica el doctor Aranda.
El correcto cumplimiento del tratamiento establecido es la verdadera asignatura pendiente para una gran mayoría de pacientes hipertensos. Además del correspondiente fármaco, se incluye la combinación de una dieta baja en sodio y la práctica regular de ejercicio físico, acciones ambas que ayudan a disminuir la presión arterial hasta niveles normales. Los expertos afirman que estas pautas saludables deberían extenderse al conjunto de la población como medida preventiva.
El correcto cumplimiento del tratamiento establecido es la verdadera asignatura pendiente para una gran mayoría de pacientes hipertensos
Un problema de salud pública
En este sentido, una de las demandas que hacen los profesionales a las administraciones se refiere al reconocimiento de la hipertensión arterial como un problema de salud pública en las políticas sanitarias, con el objetivo de que el paciente tome parte activa en su proceso. Así, la SEH-LELHA considera necesaria la realización de campañas nacionales y autonómicas de sensibilización sobre las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la primera causa de muerte en España.
'Tales campañas no sólo deben centrarse en mejorar el diagnóstico de la hipertensión arterial, sino también su tratamiento y control', explica el doctor Aranda. 'Hay que tomar conciencia de la enorme incidencia que tiene este factor de riesgo en los países desarrollados, y de la elevada morbimortalidad que conlleva, sin dejar de lado su gran carga socioeconómica'. La SEH-LEHLA 'está tratando de encuadrar el abordaje de esta situación clínica en todos aquellos ámbitos en los que se realicen acciones de tipo cardiovascular'.
En la inmensa mayoría de los casos, la hipertensión arterial suele hacer su aparición en compañía de otros factores de riesgo, como son la hipercolesterolemia, la obesidad y la diabetes. De hecho, 'se ha comprobado que la probabilidad de padecer cualquiera de estas tres patologías se reduce a la mitad en aquellas personas cuya presión se sitúa por debajo de 140/90 mmHg', explica el experto. 'Es muy raro ver casos en los que la hipertensión arterial aparezca de manera aislada'.
El progresivo incremento de la prevalencia global de este peligroso factor de riesgo cardiovascular se debe fundamentalmente al envejecimiento de la población mundial, que se deriva, a su vez, del aumento de la esperanza de vida. En este contexto, llama la atención que, cada vez más, la hipertensión arterial está afectando a personas menores de 30 años, algo que era paradójico hace apenas unas décadas. Esto es consecuencia directa de los actuales estilos de vida, que incluyen una pésima alimentación.
El médico de Atención Primaria 'es una pieza clave en el abordaje de la hipertensión arterial debido a la enorme frecuentación de sus consultas por parte de estos pacientes', señala el doctor Aranda. Además, 'la inmensa mayoría de ellos puede ser perfectamente tratada desde el nivel ambulatorio', añade. Por ello, la SEH-LELHA ofrece a estos profesionales la mejor formación posible, sobre todo en el ámbito de la información al paciente, que 'puede mejorar de manera considerable la adherencia al tratamiento'.
En relación con la derivación de pacientes a las unidades hospitalarias especializadas, el experto reconoce que 'llegan más casos de los que deberían hacerlo'. En este sentido, el médico de Atención Primaria sólo debería enviar al ámbito especializado las hipertensiones severas y de difícil control, y las que están complicadas por otras patologías (como la insuficiencia renal avanzada), además de aquellas situaciones en las que se sospecha de una hipertensión secundaria.
La prevención primaria es clave
A pesar de esto, el doctor Aranda cree que son suficientes las cerca de 30 unidades hospitalarias de hipertensión arterial que hay en España, comandadas, en su mayoría, por nefrólogos e internistas y, en menor medida, por cardiólogos. Además, 'muchas áreas de Atención Primaria están organizando unidades ambulatorias para el abordaje de este factor de riesgo cardiovascular', explica el experto. 'Los profesionales implicados están fomentando, cada vez más, la prevención primaria de esta situación clínica'.
Precisamente, el doctor José Luis Llisterri, coordinador nacional del Área Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), aboga por que se potencie la prevención de la hipertensión arterial, incluyendo la infancia y la adolescencia, ya que 'también los niños pueden beneficiarse de medidas de intervención dirigidas al mejor control de sus factores de riesgo cardiovascular', señala. Así, nuestro sistema sanitario 'podría asumir los costes derivados del manejo de esta situación clínica'.
Con el fin de lograr identificar a los hipertensos que ignoran su condición, este experto propone la promoción de la toma de presión arterial durante las revisiones laborales y en las oficinas de farmacia. 'También deben empezar a derribarse aquellas barreras que favorecen la inercia clínica, ya que muchos pacientes no controlados siguen con monoterapia farmacológica, que puede no bastar para poner a raya las hipertensiones de grado 2', explica. Por ello, el futuro está en las combinaciones de medicamentos.
En este ámbito, el doctor Llisterri opina que también debería mejorarse la adherencia terapéutica por parte del paciente. Esto ha sido ampliamente estudiado en la literatura científica, así como su relación con la pérdida de efectividad de las terapias. A modo de ejemplo, 'algunos estudios publicados muestran que el 24-51 por ciento de los pacientes hipertensos no cumplen correctamente con el tratamiento a lo largo de un año, y que el 29-58 por ciento no lo continúa tras ese período.
'La simplificación de las pautas terapéuticas es probablemente la mejor intervención relacionada estrictamente con el fármaco para mejorar la adherencia al tratamiento', señala el experto de SEMERGEN. En este sentido, 'la simplificación de las pautas de dosificación puede suponer una mejora en la toma de la medicación por parte de los pacientes de entre el 8 y el 20 por ciento. Además, 'el uso de asociaciones a dosis fijas, junto con otras medidas, puede contribuir a reducir los costes de prescripción', añade.
Más campañas de sensibilización
Entre esas otras medidas, SEMERGEN pide a las administraciones que desarrollen campañas de educación y comunicación que susciten un mayor conocimiento y sensibilidad de la sociedad civil respecto al impacto sanitario y social de la hipertensión, así como a su posible prevención y control. En este contexto, 'es importante implicar a las oficinas de farmacia y a los profesionales de enfermería en el proceso de información, detección, y seguimiento de los pacientes hipertensos'.
El correcto cumplimiento del tratamiento establecido es la verdadera asignatura pendiente para una gran mayoría de pacientes hipertensos
Por encima de esto, los médicos de Atención Primaria quieren que se elabore una estrategia nacional de control de la hipertensión arterial y el riesgo cardiovascular y, al igual que la SEH-LEHLA, pretenden que se fomente la incorporación de medidas relativas al abordaje de este factor de riesgo en los planes autonómicos de salud ya existentes en el ámbito del riesgo cardiovascular, todo ello a partir de la consideración de la hipertensión arterial como un problema de salud pública.
Con el fin de conseguir, a través de la prevención y control de la hipertensión arterial, disminuir el número de fallecimientos relacionados con esta entidad y que sea considerada como un problema de salud pública en las políticas sanitarias nacionales, se presentaba en marzo el Documento de Consenso 'Hipertensión y Política de Salud en España', firmado por 28 entidades (23 sociedades científicas, organizaciones profesionales, administración sanitaria y pacientes) y patrocinado por Novartis.
El doctor Albert J. Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, resume las pretensiones del documento: reconocer esta situación clínica como un problema de salud pública en las políticas sanitarias. priorizar su control en la gestión de procesos asistenciales. potenciar la autonomía y capacidad de los profesionales sanitarios en la prevención y control de este factor de riesgo cardiovascular. mejorar la adherencia terapéutica por parte del paciente, y generar evidencia que permita cuantificar la razón coste-beneficio del control de la hipertensión.
'Queremos que se valore tanto el abordaje de la hipertensión arterial como las consecuencias que conlleva la falta de control de esta situación clínica', explica. A este respecto, sabemos que es un factor de riesgo que incrementa considerablemente la morbimortalidad de las enfermedades cardiovasculares y, por ello, 'queremos que la gente sepa que no estar diagnosticado y/o tratado correctamente puede tener consecuencias funestas, tanto para el individuo como para el propio sistema sanitario'.
En definitiva, 'la prevención cardiovascular es coste-efectiva y produce un gran beneficio social', según el presidente del FEP. En líneas generales, el Documento de Consenso 'Hipertensión y Política de Salud en España' cuenta con tres vertientes: los organismos sanitarios, a quienes se insta a tomar conciencia acerca del impacto de las enfermedades cardiovasculares derivadas de la hipertensión arterial. los profesionales médicos y, por último, los pacientes, para que sean partícipes de su tratamiento.
Papel de la enfermería y del farmacéutico
Según el doctor Carlos Sanchís, coordinador del Grupo de Hipertensión Arterial de semFYC, la enfermería 'tiene un gran papel a desarrollar en el seguimiento de los pacientes crónicos de alta prevalencia'. Una vez el paciente es diagnosticado y establecida una pauta terapéutica, 'compete a estos profesionales el seguimiento del mismo, verificación del control de la presión arterial, implementación de las modificaciones del estilo de vida, detección del incumplimiento terapéutico por parte del paciente y demás'.
Los médicos de Atención Primaria abogan porque
se elabore una Estrategia Nacional de control
de la hipertensión arterial
Los farmacéuticos, como agentes sanitarios, 'también juegan un importante papel en la lucha contra este factor de riesgo cardiovascular por la proximidad a la comunidad que atienden', señala el experto. Son decisivos tanto en la detección precoz de la hipertensión arterial en las oficinas de farmacia, con los criterios de una correcta medida de la presión arterial de sus usuarios, como en el asesoramiento sobre la correcta posología de tratamiento con fármacos y la detección del incumplimiento terapéutico.