E.P.- Científicos del Dana-Farber Cancer Institute y del Brigham and Women’s Hospital han descubierto una mutación genética en animales de experimentación, que causa insuficiencia ovárica precoz, una forma de esterilidad que afecta a muchas mujeres.

Los investigadores afirman que el descubrimiento permitirá el desarrollo de modelos animales con esta condición, o menopausia temprana, muy útiles para estudiar esta condición tan poco comprendida hasta el momento.

La insuficiencia ovárica precoz se diagnostica en una de cada cien mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 39 años de edad y es el resultado del desabastecimiento de óvulos a una edad temprana en sus años fértiles.

El nuevo estudio, publicado en la última edición de la revista Science, proporciona una clave molecular de un proceso del que aún no se sabe lo suficiente, es decir sobre el mecanismo que frena o estimula la activación y maduración del óvulo, según los especialistas.

Los hallazgos han permitido el desarrollo de ratones que carecen de ambas copias del gen FOXO3a, que corresponde a la familia genética denominada ‘forkhead’ . Como reguladores de la transcripción, o interruptores que activan y desactivan otros genes, los genes ‘forkhead’ se cree que controlan los procesos relacionados con el envejecimiento, el cáncer y la diabetes.

En este experimento, los investigadores criaron ratones knockout del mencionado gen, FOXO3a, mutándolo eficazmente en los ratones para observar las consecuencias. A medida que los ratones ‘knockout’ envejecían, se vio que las hembras tenían crías más pequeñas y, al cabo de 15 semanas de edad (comparable a la primera madurez de las mujeres) eran estériles.

Análisis posteriores revelaron que dentro de los ovarios de las hembras que carecían del gen FOXO3a, los folículos que contienen los óvulos habían sido activados antes de tiempo y mucho más que en las hembras con genes FOXO3a normales.

Una vez activado, el folículo tiene una duración de vida limitada, de forma que la activación prematura de los folículos resulta en la muerte temprana de la mayoría de los óvulos en ratones que carecen del gen FOXO3a.