gen fue identificado en las investigaciones del Proyecto Genoma Humano, pero su origen era desconocido hasta la actualidad, en donde parece estar compuesto de dos genes fusionados en distintas fases evolut
24 de agosto 2011. 12:57 pm
E.P.- Un gen llamado Tre2, único de los primates homínido, puede haber ayudado a los seres humanos a convertirse en una especie diferente, según informan investigadores de la Escuela Médica de Harvard en un nuevo estudio que publica esta semana la última edición de la…
E.P.- Un gen llamado Tre2, único de los primates homínido, puede haber ayudado a los seres humanos a convertirse en una especie diferente, según informan investigadores de la Escuela Médica de Harvard en un nuevo estudio que publica esta semana la última edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Pese a que anteriores investigaciones del Proyecto Genoma Humano identificaron Tre2, el origen evolutivo del gen seguía sin conocerse.
Para comprender cómo Tre2 se hizo parte del genoma homínido, los autores del presente trabajo compararos el código nucleótido de este gen con las secuencias genéticas completas de otros mamíferos, incluidos los primates no homínidos. Se observó que Tre2 parecía estar compuesto de dos genes fusionados. La mitad de tre2 es parecida a un remoto gen evolutivo llamado USP32, visto en muchos mamíferos. La otra mitad de Tre2 es homóloga a un gen más reciente, llamado TBC1D3, presente tan solo en los primates que están estrechamente emparentados con el ser humano. Los dos genes se fusionaron alrededor del tiempo en el que apareció el linaje homínido, hace entre 21 millones y 31 millones de años.
A diferencia tanto de USP32 como de TCB1D3, que se expresan en los tejidos del organismo, Tre2 se expresa predominantemente en los testículos. Dado que Tre2 puede estar involucrado en algún aspecto de la reproducción homínida, su repentino surgimiento puede haber contribuido a crear barreras reproductivas entre aquellos que tenían el gen y aquellos que no lo tenían. Los investigadores señalan que estas barreras reproductivas pudieron haber derivado en una generación de especies entre primates y, eventualmente, en las diferencias genéticas que dieron lugar al ser humano.