EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- En el marco del 58 Congreso Anual de la Academia Americana de Neurología (AAN) se ha abordado el síndrome de piernas inquietas (SPI), que, en la actualidad, afecta a un 10 por ciento de la población entre 30 y 79 años. Habitualmente viene acompañado por desagradables y a veces dolorosas, sensaciones en las piernas durante la tarde y la noche, y alrededor de un tercio de los pacientes sufren los síntomas más de dos veces por semana causándoles una angustia de leve a moderada.
La inquietud motora empeora durante la tarde y la noche y causan dificultad para conciliar y mantener el sueño Sin embargo, el Síndrome de Piernas Inquietas no sólo afecta a la capacidad de dormir, sino que también está asociado con debilitadores síntomas diurnos como el cansancio o la depresión., a parte que la falta de sueño y la baja calidad de éste dan lugar a somnolencia diurna y comprometen el rendimiento laboral. Además, el SPI también tiene un considerable impacto sobre aquellas actividades sociales que requieren inmovilidad
'El SPI va más allá de los síntomas nocturnos. Las consecuencias de las constantes interrupciones del sueño son devastadoras, para mi significan estar cansado durante todo el día, no ser capaz de concentrarme en mi trabajo y como consecuencia sentirme muy deprimido', según el testimonio de una paciente invitada a la sesión en la que se ha abordado el tema.
'Es importante recordar que el SPI es mucho más que tener interrupciones en el sueño. Los pacientes sufren un amplio abanico de consecuencias, como cansancio, depresión, ansiedad, que impactan dramáticamente sobre su calidad de vida, según explicó el profesor John W Winkelman, director médico del Centro de Salud del Sueño de Brigham, del Harvard Medical School y uno de los autores del estudio.
De esta forma, los pacientes con SPI sienten que su calidad de vida queda significativamente comprometida y, de hecho, algunos estudios han demostrado que el impacto es comparable a las de la diabetes, hipertensión osteoartritis. En este sentido, un reciente estudio ha indicado que aproximadamente un tercio de los pacientes con SPI han manifestado que los síntomas tenían un elevado impacto sobre su calidad de vida.