Redacción, Madrid.- El conocimiento de los españoles sobre las formas de detección y contagio del sida es superior hoy en día que en 2001, según los resultados del 2Estudio Evolutivo sobre la prevención de la Infección por VIH y las Ventajas de su detección". El nivel de personas que contestaban no sabe/no contesta a preguntas como el significado de las siglas VIH o SIDA o las formas de detección de la enfermedad se ha reducido en más de un tercio desde la anterior encuesta, realizada hace tres años por la Fundación Wellcome con la participación de la Sociedad Española Interdisciplinaria del SIDA.
Si en 2001, un 36 por ciento de los encuestados no sabían responder a la pregunta "¿sábe cuál es la forma de detectar el virus del sida?, el porcentaje ha disminuido a más de la mitad (17 por ciento) en la encuesta realizada este año. Sin embargo, todavía hay datos preocupantes sobre la percepción que tienen los españoles del virus. Por ejemplo, si en 2001 un alarmante 21 por ciento pensaba que el sida se podía contagiar por besar a una persona enferma, el porcentaje ha aumentado en estos tres años a un 25 por ciento de los encuestados.
La percepción del sida como una de las enfermedades más graves y que se adhiere por contagio está totalmente extendida en la sociedad española. Tan sólo el cáncer es percibido como más grave que el sida, que ocupa el segundo puesto por encima de la patología cardiovascular o la hepatitis.
Otro de los pasos usados para estimar el grado del conocimiento del sida fue preguntar el significado de siglas directamente relacionadas con la enfermedad, como VIH y las propias SIDA. Poco más de la mitad de los encuestados (un 54 por ciento) supo asignar el significado correcto a las siglas que identifican la enfermedad, un porcentaje similar al observado en 2001 (53 por ciento). Sin embargo, el porcentaje de personas que contestaron "no sé" a la pregunta se redujo un 16 por ciento respecto al obtenido en 2001. Una tendencia similar se pudo observar en la identificación de las siglas VIH.
Los españoles identifican con facilidad las principales vías de contagio de la enfermedad, como compartir jeringuillas, mantener relaciones sexuales sin preservativo o compartir cuchillas de afeitar, en proporciones similares a las observadas en 2001, lo que supone que, en estos años no ha disminuido el nivel de conocimiento campo. Los mayores niveles de información se dan entre los individuos de entre 21 y 39 años, los de estatus más acomodados y los residentes en grandes ciudades.
Respecto a la forma de detectar la enfermedad, los datos sobre la evolución del conocimiento son esperanzadores. No sólo ha disminuido a más de la mitad el porcentaje de personas que no quisieron o supieron contestar, sino que además aumentó en 7 puntos porcentuales el número de individuos que saben que se detecta a través de un análisis de sangre, con lo que ahora disponen de esta información casi dos de cada tres españoles, el 64 por ciento.