Si su hijo ingiriera algún tipo de sustancia tóxica
o cáustica tiene que actuar inmediatamente:
» Si la sustancia ingerida es un cáustico
(sustancias que tienen capacidad para
producir quemaduras químicas en contacto
con nuestro organismo, como lejía,
amoníaco, detergentes, etc.): Nunca provocar
el vómito. La administración de
agua o leche en pequeña cantidad (no
gran cantidad para no provocar vómitos)
puede ayudar a diluir el producto, disminuyendo
de este modo su capacidad de
lesionar. No obstante, en algunos casos
puede ser preferible no dar nada para evitar
un vómito inesperado y, de este modo,
evitar que el cáustico vuelva a pasar
por el esófago lesionándolo.
» Si la sustancia ingerida no es caústica:
procurar el vómito mediante estimulación
de la faringe del niño. El vómito no
se inducirá en los siguientes casos: disminución
del nivel de conciencia (somnolencia);
enfermedad neurológica previa
del niño y en ingesta de derivados del
petróleo (gasolina, gasoil, etc.), caústicos
o cianuro.
FUENTE: Asociación Española de Pediatría.