Todos los fármacos tienen un impacto en el medioambiente a través de su producción, almacenamiento, empaquetado, transporte y gestión de residuos. En el caso de los inhaladores, especialmente los pMDI (pressurized Metered Dose Inhaler), el impacto es mayor debido a los propelentes que se usan en los sistemas presurizados. Estos inhaladores utilizan gases hidrofluorocarbonos (HFC) que tienen un efecto invernadero entre 1.480 y 2.900 veces mayor que el CO2.
En España, los pMDI representan alrededor del 52 % de los inhaladores usados, con más de 15 millones de unidades vendidas anualmente, lo que equivale a 400.000 toneladas de CO2 al año.
“Es esencial minimizar el uso de estos inhaladores en favor de sistemas que no utilicen gases de efecto invernadero, como los inhaladores de polvo seco (DPI). Estos no emplean HFC y tienen una huella de carbono de 10 a 30 veces menor que los pMDI. Cambiar de pMDI a DPI, manteniendo el mismo principio activo, reduce la huella de carbono entre un 95 % y un 98 % por inhalador”. Así lo destaca el doctor José Ramón Montero, del Centro de Salud Calamonte, en Mérida.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el 29 de julio de 2022, ya emitió una nota informativa destacando el impacto ambiental de los gases usados como propelentes en los inhaladores presurizados para el tratamiento de la EPOC y el asma, recuerda el doctor Antonio León, del Centro de Salud de Navalmoral de la Mata, en Cáceres.
Gases efecto invernadero
La huella de carbono de la industria sanitaria es una preocupación creciente, ya que representa el 4,4 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). En particular, los inhaladores pMDI para el asma con propelentes de HFC, contribuyen significativamente a este problema. Reducir estas emisiones requiere una gestión ambiental adecuada desde la fabricación hasta la disposición final, destacando la necesidad de prácticas sostenibles en el sector sanitario. La huella de carbono es fundamental para medir las emisiones de gases de efecto invernadero en toneladas de CO2 equivalentes, vinculadas a actividades humanas. Estas emisiones contribuyen al cambio climático, afectando negativamente al medio ambiente, la economía y la sociedad. La industria de la salud, a nivel mundial, es responsable de parte de esas emisiones, equivalente a 2 gigatoneladas de CO2, gran parte por los inhaladores para enfermedades respiratorias, resalta el doctor Carlos Hernández, del Centro de Salud Burguillos del Cerro, en Badajoz. Por ello, “es esencial reducir la huella de carbono en la producción y uso de estos dispositivos”, subraya destacando la importancia de una gestión ambiental adecuada en todas las etapas del ciclo de vida de estos dispositivos.Cómo contaminan los inhaladores
“Determinar la contaminación exacta generada por un inhalador puede ser complejo, ya que depende de factores como el tipo de inhalador, los materiales de fabricación y el transporte”, indica el experto. No obstante, se pueden identificar varios aspectos clave que contribuyen a su huella ambiental como la fabricación, los materiales, el empaquetado y su distribución. La producción de inhaladores implica un uso intensivo de recursos naturales y energía, generando emisiones de GEI y otros residuos. Los materiales utilizados, principalmente plásticos y metales, también tienen un impacto ambiental significativo debido a la extracción de materias primas y los procesos de fabricación. Además, el empaquetado contribuye a la huella ambiental, sobre todo, si se emplean materiales no reciclables o en exceso. El transporte de inhaladores desde la fábrica hasta los usuarios finales también incrementa las emisiones debido al uso de combustible y vehículos. Y la disposición final de los inhaladores es igualmente importante; una gestión inadecuada puede resultar en su acumulación en vertederos, donde los plásticos tardan años en descomponerse y liberan sustancias químicas nocivas, resume el doctor Hernández.Balance beneficio-riesgo
Pese a ser un aspecto importante a tener en cuenta, no se debe elegir o cambiar un dispositivo de inhalación para un paciente única y exclusivamente por cuestiones de sostenibilidad, resalta la doctora Marina Frutos, del Servicio de Urgencias del Área Don Benito-Villanueva, Badajoz. “Deben primar los criterios clínicos y las necesidades y preferencias del paciente”. “Algunos pacientes presentan limitaciones específicas que dificultan el uso de ciertos dispositivos, como los inhaladores de polvo seco, especialmente aquellos con capacidad de inhalación limitada. Además, no todas las combinaciones de medicamentos para el tratamiento de EPOC o asma están disponibles en todos los dispositivos, lo que complica el cambio de inhalador”, señala. Por tanto, es importante considerar las características del paciente, sus posibilidades económicas y la importancia de la adherencia al tratamiento. “Los pacientes mayores, en particular, pueden enfrentar dificultades al cambiar de inhalador, lo que puede afectar negativamente su adherencia al tratamiento”, añade la especialista.Medidas que pueden ayudar
Las preferencias del paciente también son cruciales, ya que muchos encuentran molestos los restos de polvo seco en la boca y garganta, asegura la doctora Petra Regina Asuar, del Centro de Salud de Villafranca de Barros, Badajoz. “Aunque los inhaladores presurizados contribuyen a la huella de carbono, no creo que esa contribución sea lo suficientemente significativa como para interferir en el tratamiento de un paciente crónico bien controlado”, sugiere. Sin embargo, destaca la importancia de insistir a los pacientes para que desechen los residuos de los fármacos en los puntos SIGRE de las farmacias. El doctor Hernández pone sobre la mesa varias acciones para reducir la huella de carbono de los inhaladores. Destacan: favorecer el reciclaje de los cartuchos y el uso de propelentes alternativos como los HFA (hidrofluoroalcanos). “El desarrollo de inhaladores de polvo seco, la adopción de técnicas de fabricación más sostenibles por parte de la industria farmacéutica, y la mejora de los materiales del inhalador son pasos importantes hacia un impacto ambiental menor”, agrega. Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Carlos Hernández Teixidó, José Ramón Montero García, Marina Frutos Hidalgo, Antonio León Lambea, Petra Regina Asuar Mesías, Juan Francisco González López, Fernando Rubén Romero Angulo, Fátima Díaz Torrado y Patricia Pérez Moreno. Una publicación independiente desarrollada gracias al patrocinio financiero de BIAL. Los puntos de vista y las opiniones que se expresan en esta obra son de sus autores y no reflejan necesariamente la política oficial ni la posición de BIAL. BIAL no debe ser considerada responsable de la veracidad de la información ni de los posibles errores u omisiones. Referencias:- La AEMPS informa sobre los propelentes utilizados en inhaladores presurizados y cómo reducir su huella de carbono. AEMPS. Juliio 2022. https://www.aemps.gob.es/informa/la-aemps-informa-sobre-los-propelentes-utilizados-en-inhaladores-presurizados-y-como-reducir-su-huella-de-carbono/.
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