Vicente Martínez, Valencia-. El Hospital La Fe de Valencia ha iniciado un programa de Terapia Celular Hepática, cuyo fin es utilizar células hepáticas sanas obtenidas de un donante e implantarlas a un hígado enfermo para que éste pueda desarrollar de nuevo sus funciones sin necesidad de que el órgano completo sea trasplantado.
El programa, que ha sido presentado en Valencia por el conseller de Sanidad, Serafín Castellano, lo ponen en marcha de forma conjunta la Unidad de Cirugía y Trasplante Hepático, que dirige el Dr. José Mir, y la Unidad de Hepatología Experimental, a cuyo frente se encuentra el Dr. José Castell, y es el único de estas características que se desarrolla en España.
El doctor Alfonso Serralte, de la Unidad de Cirugía y Trasplante Hepático, explicó que este tipo de trasplante es el único tratamiento efectivo que existe en la actualidad para las enfermedades hepáticas terminales, pero la falta de órganos sanos ha hecho que se busquen alternativas o tratamientos complementarios.
Estas alternativas pueden ser los donantes vivos, los xenodonantes, los sistemas de soporte artificial o el trasplante celular.
Respecto a este último tratamiento, señaló que cuando el órgano donado presenta excesiva grasa, porque las arterias que lo irrigan están parcialmente obstruidas o tiene otras anomalías morfológicas no es susceptible de ser trasplantado, pero gran parte de sus células, los hepatocitos, sí son funcionales y éstas sí podrían ser implantadas.
Serralta explicó que los candidatos idóneos para el trasplante celular son aquellos pacientes con enfermedades congénitas o alteraciones metabólicas concretas, en los que sus células pueden llevar a cabo la mayor parte de las funciones típicas de los hepatocitos, pero carecen de alguna función especial.
Mediante el trasplante de un suficiente número de células hepáticas sanas, que se alojan en el interior de su hígado, es posible que el hígado como tal desempeñe la función de la que antes carecía, gracias a los hepatocitos trasplantados.
Indicó que en el trasplante celular pueden existir también problemas de compatibilidad entre las células implantadas y el receptor, aunque indicó que son menores que los que se producen en el caso de un órgano entero y explicó que los hepatocitos que se implantan tienen una capacidad superior a los que ya posee el receptor para reproducirse y regenerarse.
El experto precisó que actualmente sólo se realizan experiencias en humanos en Pittsburg y Nebraska, en Estados Unidos, y Pádova, en Italia, en los dos primeros casos en niños con metabolopatías.