Durante muchos años, la carrera profesional ha sido uno de los argumentos principales en el ámbito de las reivindicaciones de los médicos. Pero, en los dos últimos años, se ha producido un amplio desarrollo normativo en el Sistema Nacional de Salud que ha servido, sin duda, para abrir el camino de cara a la consecución de las citadas reivindicaciones. La aprobación de la Ley de Cohesión y Calidad, la Ley del Estatuto Marco y la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias han delimitado un nuevo marco legal que está llamado a desarrollarse a corto y medio plazo. Así, uno de los asuntos pendientes que ha encontrado definición y articulación, por primera vez en la nueva normativa, es el desarrollo profesional a través de la carrera profesional, mediante el título III de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). Es éste el marco legal que regula las reglas del juego para el desarrollo de la carrera profesional, ya que la LOPS marca un conjunto de requisitos mínimos que ésta debe tener en cada comunidad autónoma, que son las que, finalmente, la desarrollan en acuerdo con los sectores profesionales implicados. En la actualidad, sólo tres comunidades autónomas, Navarra, Cataluña y Canarias, han publicado su desarrollo de carrera profesional en el ámbito de sus competencias.
La homogeneidad entre los diferentes modelos de carrera profesional que desarrollarán las CC.AA. es uno de los aspectos sobre los que más se incide en estos momentos
Otras comunidades, como Galicia y Valencia, ya han anunciado que la desarrollarán este mismo año y alguna como en el caso de Baleares negocia con los representantes de los profesionales un acuerdo de carrera durante este año para su implantación durante 2006.
Precisamente, porque cabe la posibilidad de que cada comunidad desarrolle su propio modelo de carrera profesional, surgen numerosos interrogantes que provocan cierta inquietud. A esto hay que sumar la falta de unanimidad entre los sectores profesionales implicados. Si años atrás el respaldo a la necesidad de articular la carrera profesional era unánime entre los órganos representativos del colectivo profesional médico, sindicatos, Colegios de Médicos, Sociedades Científicas y otras asociaciones, en la actualidad no ocurre lo mismo. Así, Miguel Melguizo Jiménez, miembro de la Unidad Docente de Medicina de Familia y Comunitaria de Granada, indica que 'históricamente, hasta los diferentes niveles de las Administraciones sanitarias' apoyaban el reclamo unánime de la carrera profesional. Sin embargo, Melguizo resalta que, finalmente, sobre la carrera 'se ha producido un disenso entre las organizaciones representantes de los médicos en cuanto a su ordenación, traducción retributiva, formas de implantación y procedimientos de evaluación'.
Homogeneidad
La homogeneidad entre los diferentes modelos de carrera profesional que desarrollarán las comunidades autónomas preocupa a algunos sectores profesionales, como es el caso del sindicato CESM. Su secretario general, Carlos Amaya, se ha mostrado tajante al afirmar en declaraciones a EL MEDICO que 'estamos en contra de que existan distintos modelos de carrera profesional. Entendemos que debería haber unos máximos y unos mínimos en los criterios para que existiese un modelo de carrera que pudiera ser equiparable en algunos de sus puntos' en las distintas comunidades. Amaya considera que 'ahora mismo eso ya es difícil, se podría hacer en aquellas comunidades autónomas que en estos momentos están empezando a plantearse la carrera y su autonomía, pero en aquéllas donde ya se ha establecido un modelo, lógicamente, ya va a ser difícil cambiarlo', añade.
La OMC va más allá, al afirmar que debería existir sólo un modelo de carrera profesional. Francisco Toquero, vicesecretario y miembro de la Comisión Permanente de la OMC, ha declarado a este medio que 'desde nuestro organización, la impresión que tenemos es que en las comunidades que han implantado la carrera profesional no se está desarrollando una verdadera carrera, sino tan sólo promociones internas'. Tanto es así, añade Toquero, que 'la carrera profesional pensamos que debe ser única y a nivel de todo el Estado, no de ámbito autonómico'. El representante de la Organización Médica Colegial explica que 'luego vendrá el problema de la existencia de unos criterios de homologación diferentes en cada comunidad. Por ejemplo, el nivel 2 de Andalucía, ¿a qué se corresponderá en el País Vasco?, ¿y a que corresponderá el nivel 5 de Canarias en Cataluña?', se pregunta. 'Nosotros pensamos que todo esto es un dislate', advierte Francisco Toquero, quien insiste en la idea de que 'para el profesional sería recomendable, y ésta es la propuesta de la OMC, hacer una carrera profesional de ámbito estatal y única, una propuesta que además creo que es respaldada también por los sindicatos profesionales'.
Desde algunos colectivos profesionales no se da tanta importancia a la homogeneidad de modelos como a la necesidad de que la carrera se ponga en marcha
En cambio, desde semFYC, Miquel Melguizo es optimista a la hora de valorar el futuro con un Sistema Nacional de Salud en el que convivan diferentes modelos de carrera profesional, tal y como apruebe cada comunidad autónoma. Melguizo opina que 'en principio los modelos de carrera no tendrían porqué ser tan diferentes', ya que 'una vez reconocido en la LOPS cuál es el margen de autonomía que tiene cada servicio asistencial, los niveles tendrían que ser los mismos'.
El representante de semFYC no da tanta importancia a la homogeneidad de los modelos de carrera como a la necesidad de que ésta se ponga en marcha, 'porque si no tendríamos que estar parados eternamente', argumenta. Melguizo recuerda que el marco legal para el desarrollo de la carrera profesional ya está regulado en la LOPS y el Estatuto Marco, por tanto, 'dentro de esta legislación cada servicio de salud puede tener distinto margen. De hecho, Navarra comenzó a implantar la carrera hace 13 años y nadie ha comentado nada'. Desde el punto de vista de este médico de familia, 'el miedo a que se produzca una cierta heterogeneidad entre comunidades no debe bloquear el desarrollo de la carrera'. Melguizo considera importante que se establezcan unos 'plazos razonables para que ningún servicio de salud se quede atrás', plazos que no deberían ser nunca superiores a un par de años. Al tiempo, se muestra optimista en cuanto a los criterios de homogeneización que finalmente emanen del Consejo Interterritorial de Salud.
Consejo Interterritorial
Precisamente, la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial de Salud tiene un papel crucial a la hora de marcar los criterios que puedan hacer mayor o menor la homogeneidad de los diferentes modelos de carrera que vayan desarrollando las comunidades autónomas. A pesar de las diferencias políticas surgidas entre las diferentes consejerías, la Comisión de Recursos Humanos del CISNS ha seguido manteniendo reuniones durante los últimos meses y trabaja en estos momentos en la homologación de los diferentes grados y su reconocimiento en las distintas comunidades, así como en la composición de los comités de evaluación de la competencia.
El secretario general de CESM considera que el Consejo Interterritorial debe tener carácter 'decisorio y ejecutivo', ya que 'entendemos que la política de personal es un elemento de coordinación y de cohesión de la política sanitaria', añade Carlos Amaya. Desde la OMC se advierte que, a pesar de los trabajos de la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial se están observando diferencias retributivas 'sustanciosas' en algunos proyectos de carrera. Francisco Toquero lamenta las divergencias políticas existentes en el seno de este órgano, 'según una comunidad esté gobernada por un signo u otro', lo que para este representante colegial es 'enterrar al profesional en una guerra partidista, cuando el profesional debe ser para todo éste el mejor y la calidad que damos al ciudadano debe ser la máxima en cualquiera de las CC.AA., entre otras cosas porque la enfermedad es la misma en Cataluña y en Andalucía. Lo que no puede ser distinto es el profesional que la trata, ni las opciones que tienen ni siquiera la cartera de servicios de la que pueda disponer'.
Sobre esta cuestión, la ex ministra de Sanidad y actual secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del Partido Popular, Ana Pastor, anunció recientemente que su grupo parlamentario va a presentar en breve, tanto en el Congreso de los Diputados como en los parlamentos autonómicos, una proposición no de ley referida a temas sanitarios 'que tienen que abordarse de inmediato, como el de la carrera profesional de los sanitarios'. En este sentido, Pastor ha explicado que desde el PP se pretende que el Gobierno de Rodríguez Zapatero impulse los trabajos de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud para que, en un plazo no superior a seis meses, puedan acordarse y establecerse principios y criterios comunes de carrera profesional aplicables en los servicios de salud de todas las comunidades autónomas. Ana Pastor ha incidido también en la necesidad de que el PSOE garantice el reconocimiento mutuo de los grados de carrera, sus distintos efectos profesionales y económicos, y la plena movilidad en el conjunto del SNS.
Expertos recomiendan que el 'miedo' a la heterogeneidad entre comunidades no bloquee el desarrollo de esta herramienta de progreso
Retribuciones e incentivos
Fruto de la posible heterogeneidad del desarrollo de la carrera entre autonomías, surge otro aspecto que genera controversia a la hora de contemplar su desarrollo en las diferentes comunidades, el retributivo. Entre algunas organizaciones representantes de los médicos existe el temor de que la disparidad en las retribuciones de los facultativos se acentúe de una comunidad a otra, con los agravios comparativos que eso puede generar. Francisco Toquero cree que 'lo que hay hecho hasta el momento en materia de carrera no satisface o no puede satisfacer al profesional, porque tener un reconocimiento de carrera casi de ámbito hospitalario, de un hospital, no creo que sea plato de gusto de cualquiera', añade. La carrera, según el representante de la Organización colegial, 'debería reglarse a nivel estatal en la mayor parte de sus apartados y, por supuesto, vincularla a unos niveles retributivos que también deberían ser casi homogéneos, no con esas grandes diferencias como hay ahora entre algunas comunidades'. Toquero opina que si se establecen diferencias retributivas importantes entre comunidades por la implantación de la carrera, 'es posible que la comunidad que mejor pague acabe atrayendo a los mejores profesionales, y eso puede ser un acicate para que se creen comunidades de primera y otras de segunda en cuanto a prestaciones'.
Melguizo reconoce, por su parte, que es posible que se generen diferencias en cuanto a la situación retributiva, dependiendo de la comunidad autónoma en cuestión, y eso 'puede plantear alguna inquietud, pero la ganancia con la implantación de la carrera es tanta que no me detendría, no lo consideraría un obstáculo como para frenar su desarrollo, no creo que sea el principal problema', a su juicio.
En lo que sí están de acuerdo todos los sectores profesionales implicados es en la necesidad de que los incentivos económicos del médico por realizar la carrera profesional sean importantes, para poder motivar a éste y conseguir el doble objetivo de mejorar la calidad y el rendimiento asistencial, contrapartidas que exige la Administración.
Al respecto, Carlos Amaya considera 'imprescindible' que la carrera conlleve un reconocimiento, no sólo curricular, si no desde el punto de vista económico. Mientras, Miguel Melguizo entiende que las autoridades sanitarias busquen una rentabilidad en cuanto al desarrollo de la carrera profesional con la mejora de la gestión de los servicios sanitarios, 'tiene su lógica, ya que estamos hablando de un servicio público'. Por ello, cree que debe ser compatible el desarrollo de la carrera como un mecanismo para incentivar al profesional y como un instrumento de gestión por parte del servicio sanitario, 'ambas cosas me parecen correctas', agrega Melguizo. Si la recompensa no es notable, parece que no tendría efectividad, según coinciden en señalar las organizaciones representantes de los médicos. Por ello, el representante de semFYC cree que el incentivo económico de la carrera 'debe traducirse en una mejora importante'. Según explica Melguizo, la carrera profesional tiene un doble componente, el del reconocimiento social y profesional y el componente del incentivo explícitamente económico, 'y ambas cosas son trascendentales desde mi punto de vista'.
En ciertos proyectos de carrera, algunas comunidades pretenden vincular el requisito de exclusividad al incentivo económico de los niveles superiores, un aspecto sobre el que también se ha creado polémica. Al respecto, el secretario general del sindicato médico CESM opina que 'es una barbaridad otorgar la carrera sólo a aquellos profesionales que trabajen con carácter exclusivo, como quieren hacer algunas comunidades autónomas. Ésta es del individuo, no de la Administración', añade. La OMC también pone el acento en este aspecto, sobre el que Francisco Toquero afirma que 'pedir de antemano la exclusividad en el sistema público, además de cercenar los derechos fundamentales de un profesional para que pueda ejercer en la Medicina privada con la misma dignidad que en la pública, tampoco seleccionaría objetivamente al profesional'.
Movilidad
Sobre la movilidad profesional entre los diferentes servicios de salud que componen el Sistema Nacional de Salud también pende un interrogante, ¿favorecerá o impedirá el traslado de los médicos entre comunidades? Carlos Amaya tiene claro que la carrera 'debe tener unas características que te permitan trasladarte, moverte dentro del Sistema'. Para el secretario general de CESM, las diferentes carreras profesionales 'deben poder compararse con los mismos criterios para posibilitar el movimiento de los profesionales dentro del Sistema Nacional de Salud'.
Amaya vaticina que, con diferentes modelos de carrera, 'al final lo que se puede generar es una endogamia dentro de la propia estructura autonómica, porque va a provocar que algunos médicos, debido al aspecto curricular de la carrera, tengan problemas de movilidad entre comunidades'. Francisco Toquero opina que 'se ha perdido la oportunidad' de que la LOPS sea la que regule la movilidad, ya que 'la propia Ley de Cohesión le da la facultad al Gobierno central de actuar en el caso de normas que puedan derivar en causas injustas o de desigualdad, ése es el problema', añade el representante de la OMC.
Sobre la movilidad de los profesionales, para la portavoz del PP se hace necesario el establecimiento de criterios comunes sobre carrera profesional para conseguir que quede plenamente garantizada la movilidad en el conjunto del SNS para atender así mejor las aspiraciones de los profesionales y potenciar la cohesión de dicho Sistema. En este punto, Ana Pastor explica que hay que insistir en el cumplimiento de lo establecido en la Ley de Cohesión y Calidad, que atribuye a la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud la función de homologar los criterios generales de los diversos sistemas de carrera profesional para eliminar cualquier traba que dificulte la libre circulación.
Evaluación y certificación
Al estar basada en la evaluación continua de las competencias del médico, requiere de la puesta en marcha de los comités de evaluación de la competencia, órganos encargados de evaluar el cumplimiento para el acceso a los diferentes niveles de que consta la misma. En este sentido, Miguel Melguizo llama la atención sobre el hecho de que, en estos momentos, 'prácticamente no hay ningún acuerdo en cómo articular estos comités, ni se ha definido quién ha de nombrar a sus miembros, ni la capacidad que van a tener los correspondientes servicios de salud o los sindicatos, dada la reconocida potestad que tienen para negociar los aspectos profesionales y retributivos derivados de la carrera profesional'.
Francisco Toquero opina que los comités de evaluación de la competencia son un órgano polivalente y multidisciplinar, que 'no deben convertirse en un órgano monogámico, en el que sólo predomine un colectivo'. Para CESM, la evaluación debe llevarla a cabo un órgano profesional independiente.
En cuanto a que sean agencias externas las encargadas de la evaluación de los profesionales, Miguel Melguizo reconoce que se trata de algo 'controvertido'. El representante de semFYC defiende la recertificación de los profesionales, y apunta que 'la deben hacer agencias independientes'. En la actualidad, algunos Servicios de Salud han creado sus propias agencias de evaluación, como es el caso de Andalucía, y otras están trabajando esencialmente mediante agencias externas a los servicios públicos. Por esta razón, Melguizo argumenta que 'en estos momentos no podemos posicionarnos en un sentido u otro, lo esencial es que las agencias sean independientes', reclama. La OMC también defiende la recertificación de los profesionales, pero matiza que 'hay que establecer un régimen de garantías, porque hay casos específicos en los que no se puede aplicar el principio de café para todos', afirma Toquero. El vicesecretario de la Organización Colegial pone como ejemplo el supuesto de un profesional que, con 60 años de edad y 40 de dedicación al Servicio Nacional de Salud causa baja por una larga enfermedad, 'si tiene la desgracia de caer enfermo, ese médico no puede ser degradado hasta cobrar el mínimo', resalta.
Por otra parte, en cuanto a la evaluación de competencias, tanto la OMC como CESM insisten en que el modelo de carrera profesional debe llevar implícita la irrervesibilidad de los distintos niveles conseguidos por el profesional. Francisco Toquero considera que sólo se debe rebajar el nivel de carrera a un médico por causas justificadas, ya que de lo contrario 'podemos tener continuamente chantajeado al profesional'. Carlos Amaya afirma que 'no puede ser que se descienda de nivel por un hecho determinado', y recuerda que 'para eso está el régimen disciplinario de derechos y deberes'.
Para semFYC, los derechos propios de cada categoría se adquieren desde el momento en que se tienen los méritos para acceder a la misma. En aquéllas en que sea necesario superar una prueba objetiva, la semFYC incide en que 'el retraso en la convocatoria no deberá suponer retraso en la adquisición de derechos, salvo que se suspenda. Es importante enfatizar la agilidad en el reconocimiento de la categoría adquirida. Si la organización sanitaria no es capaz de evaluar los méritos de los candidatos y acreditar el nivel adquirido con prontitud o si la eficiencia administrativa es heterogénea en el seno de la organización, la distorsión producida por acceso a derechos de forma desigual será vivida como un elemento deslegitimador', concluye esta entidad científica.
Sanidad privada, excluida
de los planes
Los profesionales que se dedican exclusivamente a ejercer en la Sanidad privada, aunque tienen reconocido el derecho a su desarrollo profesional en el marco de la LOPS, prácticamente, quedan fuera de todos los planes concernientes a la implantación de la carrera profesional. También surgen dudas sobre los estatutarios interinos, o aquellos profesionales de servicios públicos que no se rigen por el régimen del personal estatutario, caso de las fundaciones sanitarias.
En algunos modelos de carrera se pretende vincular el requisito de exclusividad al incentivo económico de los niveles superiores
En este sentido, CESM y OMC exigen que la Sanidad privada se incluya dentro del desarrollo de la carrera profesional. Francisco Toquero recuerda que lo importante y lo que debe quedar claro es que se trata de 'un derecho de todo médico, tanto del que trabaja en lo público como en lo privado'. 'La carrera debe ser homogénea entre los profesionales, tanto del sector público como del privado', apunta el representante de la OMC, quien remarca que 'se está cometiendo el error de establecer una carrera únicamente en el sector público, porque eso no es carrera profesional, sino promoción interna. La carrera debe darse en todos los sectores', concluye.
RECUADRO
Navarra y Cataluña, pioneras
y con resultados dispares
Prácticamente, todas las comunidades autónomas que no tienen implantada la carrera profesional andan involucradas en este asunto en la actualidad, negociando con mayor o menor consenso un documento que permita desarrollarla. Otras comunidades, con acuerdos ya cerrados, se preparan para implantar su modelo concreto. En cualquier caso, todos han puesto sus miradas en las experiencias previas, para aprender de los éxitos y de los errores que se hayan podido cometer. Navarra, Cataluña y Canarias han sido pioneras en diseño y desarrollo de una carrera profesional para sus médicos.
Miguel Melguizo, representante de semFYC, ha analizado los tres modelos de carrera y ha comprobado que los tipos de niveles y requisitos para el acceso a ellos son muy parecidos en todos ellos. Por otra parte, en ninguna de las experiencias se ha planteado una limitación en el número de profesionales que consolidan cada nivel, sobreentendiendo que serán los propios profesionales o la dificultad de los requisitos quienes determinen la estructura piramidal de los niveles de la carrera profesional. Por último, Melguizo ha comprobado que las retribuciones ligadas a la adquisición de los niveles son muy similares, con pequeñas oscilaciones entre los tres servicios de salud.
Navarra puso en vigor la carrera profesional en el año 1992, por lo que su experiencia es pionera en España. Sin embargo, después de 13 años, la ilusión y las expectativas creadas entonces se han visto truncadas y el balance que hacen los médicos navarros no es nada positivo. Precisamente, fue el Sindicato Médico de Navarra una de las primeras organizaciones en elaborar un proyecto de carrera que, posteriormente, fue asumido por la CESM. Juan Carlos Sánchez de la Nava, secretario general del Sindicato Médico de Navarra, ha declarado a EL MEDICO que en todo proyecto de carrera 'debe haber una armonía entre lo que se exige y lo que se da, y en el caso de Navarra podemos afirmar que no se han cumplido los objetivos, porque no tenemos un modelo de incentivación ni de motivación, creo que se han perdido muchos años desde 1992'. Sánchez de la Nava va más allá, al afirmar que 'los profesionales en Navarra no miran con ningún entusiasmo la carrera profesional'. El secretario general del sindicato médico navarro pone como ejemplo de la frustración que para los médicos de Navarra supone ésta la evaluación de la actividad asistencial, que debe hacerse cada primer trimestre de año vencido. Sánchez de la Nava se muestra escandalizado porque, en estos momentos, 'todavía hay servicios en los que aún no saben la actividad asistencial de 2003'.
La otra cara de la moneda la protagoniza Cataluña, cuya experiencia está siendo muy bien valorada, y está sirviendo de reflejo a otras comunidades a la hora de poner en marcha sus propios modelos. Aunque su implantación es reciente, se aprobó en el año 2002, la experiencia es 'enormemente positiva', según ha manifestado Patricio Martínez, secretario general de Metges de Catalunya. Para Martínez es positiva por varias razones esenciales, una de ellas porque el acuerdo de 2002 suponía 'abrir la puerta al reconocimiento de que al médico hay que pagarle por lo que es, por lo que hace y por la calidad con que lo hace. La carrera es la puerta de entrada para crear un modelo de retribuciones distinto, que rompe el modelo funcionarial de retribuciones del médico'. Además, Patricio Martínez considera que con ella, al fin se reconoce el prestigio profesional del médico y, por tanto, las cualidades y posibilidades que el médico tiene en el desarrollo de su profesión. La carrera profesional catalana consta de cuatro niveles, y la dotación económica de los mismos va de los 3.600 euros a los 12.600 euros, cada nivel se incrementa, por tanto, en 3.000 euros. Además, el acuerdo de carrera catalana establece una cantidad de 5.600 euros al año en concepto de dirección por objetivos.