La sepsis es una respuesta clínica frente a una infección que puede tener origen bacteriano, viral, fúngico o parasitario, y que puede presentarse en cualquier parte del organismo. Tiene dos grados de gravedad progresiva: sepsis y shock séptico. Esta condición clínica puede afectar múltiples órganos,…
La sepsis es una respuesta clínica frente a una infección que puede tener origen bacteriano, viral, fúngico o parasitario, y que puede presentarse en cualquier parte del organismo. Tiene dos grados de gravedad progresiva: sepsis y shock séptico. Esta condición clínica puede afectar múltiples órganos, llevando a la disfunción o el fallo de estos, lo que incrementa el uso de recursos asistenciales y determina el pronóstico del paciente. La sepsis y el shock séptico tienen una mortalidad global estimada del 32 %, aunque algunos estudios la sitúan hasta en un 70 %. Pese a los nuevos protocolos de manejo precoz que han reducido la mortalidad a un promedio del 25 %, es la principal causa de muerte hospitalaria, superando a enfermedades como la cardiopatía isquémica, el ictus o muchos tipos de cáncer. Un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud que ha analizado todas las causas de mortalidad alrededor del mundo a través de los informes de defunción, ha objetivado que la sepsis era la responsable del 20 % de todas las muertes, siendo la principal causa en el mundo.
El problema central radica en su diagnóstico tardío, una situación que la inteligencia artificial (IA) está comenzando a cambiar de manera radical y prometedora. El paradigma tradicional de detección y manejo de este síndrome se basaba en un número limitado de indicadores clínicos, una media de seis variables, que arrojaba un número significativo de falsos positivos y negativos. Debido a su complejidad y variabilidad, la sepsis requería un enfoque más sofisticado. Ahora, con la IA, podemos analizar más de 250 diferentes tipos de variables, ofreciendo una capacidad predictiva que supera ampliamente a la humana.
Un claro ejemplo de esta transformación es el sistema de alertas inteligentes BIAlert Sepsis, desarrollado por el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) junto a la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del Hospital Universitario Son Llàtzer en Palma de Mallorca y en colaboración con la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Islas Baleares (IdISBa), a partir de los datos retrospectivos de más de 200.000 pacientes y validado de manera prospectiva. Esta herramienta ha demostrado una capacidad predictiva del 96 %, adelantando la detección de sepsis en comparación con los protocolos médicos tradicionales y la propia capacidad de detección de los médicos. Esto no solo mejora el manejo clínico, sino que también reduce significativamente los falsos positivos y negativos, optimizando el uso de recursos hospitalarios.
BIAlert Sepsis emite alertas en tiempo real a los clínicos, proporcionando una predicción de sepsis hasta 24 horas antes de su posible desarrollo. Este avance ha permitido detectar hasta 200 casos nuevos de sepsis en un año en el Hospital Universitario Son Llàtzer, episodios que habrían pasado desapercibidos con los métodos habituales. La implementación de este sistema ha significado un cambio radical en el manejo de la sepsis en el hospital, reduciendo la tasa de falsos positivos del 70 % a menos del 9 % y los falsos negativos a menos del 1 %.
Estos resultados representan una enorme oportunidad de futuro. La sepsis es un problema de salud pública creciente, con una incidencia que aumenta en torno al 3 % anual y con un coste aproximado de 17.000 hasta 25.000 euros por cada caso. Este incremento se debe en gran parte al envejecimiento de la población, la presencia de pacientes con múltiples patologías, y la mayor cantidad de personas inmunodeprimidas o sometidas a terapias agresivas. En los países desarrollados, se estima que se produce entre 2 hasta 15 nuevos casos de sepsis grave por cada 100.000 habitantes al día. Ante esta situación, resulta crucial mejorar su detección y tratamiento, creando sistemas transversales en los centros sanitarios y asegurando que todos los profesionales médicos y de enfermería estén capacitados para identificar los signos de alerta de este síndrome.
El desarrollo de BIAlert Sepsis ha sido un proceso colaborativo y multidisciplinar, involucrando a médicos, investigadores, informáticos, ingenieros y otros profesionales. Este esfuerzo conjunto entre el IIC y la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del Hospital Universitario Son LLàtzer ha sido esencial para superar desafíos como la falta de referencias iniciales, la necesidad de establecer un lenguaje común entre las diferentes disciplinas y la obtención de todas las autorizaciones éticas y regulatorias necesarias. La herramienta ha cubierto otro hito obteniendo la certificación CE como dispositivo sanitario nivel IIa, necesaria para su incorporación en el mercado de la salud.
Un aspecto crucial es que no se trata de una herramienta genérica aplicable a cualquier centro sin adaptaciones. Por el contrario, debe adaptarse a las peculiaridades de cada hospital y aprender de los datos específicos de cada entorno. Por ejemplo, en el Hospital Universitario Son Llàtzer no se incluyeron pacientes neuroquirúrgicos o post cirugía cardíaca porque el hospital no cuenta con esos servicios. Sin embargo, al implementarlo en un hospital con tales servicios, el modelo debe ‘aprender’ y adaptarse a esas nuevas condiciones, personalizando así su funcionamiento a las necesidades del centro y de sus pacientes.
El sistema se está introduciendo ya en otros hospitales como el Universitario 12 de Octubre en Madrid y el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, adaptándose a las particularidades de cada uno de estos centros, lo que permitirá validar sus predicciones en diferentes entornos clínicos.
El objetivo final de este desarrollo tecnológico no es reemplazar al médico, sino complementarlo, proporcionándole más tiempo y mejor información para tomar decisiones críticas. En un sistema de salud cada vez más saturado y con una creciente escasez de profesionales sanitarios, herramientas como BIAlert Sepsis pueden racionalizar la atención, mejorar la eficiencia y, sobre todo, salvar vidas.
La verdadera revolución de la inteligencia artificial no radica solo en las herramientas tecnológicas, sino en cómo estas nos obligan a replantearnos la forma en que practicamos la medicina. Nos permiten anticipar riesgos, personalizar tratamientos y mejorar la eficiencia del sistema sanitario, estableciendo un nuevo estándar en la atención médica. La inteligencia artificial es, sin duda, una luz de esperanza en el manejo de la sepsis y otras condiciones críticas en la medicina moderna.