Las relaciones que, actualmente, se observan entre "la pública" y "la privada" van desde el profundo vínculo, como podrían ser los conciertos concretos y puntuales, hasta algo más que "noviazgos", como la provisión asistencial. Desde aquellas autonomías en las que se recurre con cierta periodicidad…
Las relaciones que, actualmente, se observan entre 'la pública' y 'la privada' van desde el profundo vínculo, como podrían ser los conciertos concretos y puntuales, hasta algo más que 'noviazgos', como la provisión asistencial. Desde aquellas autonomías en las que se recurre con cierta periodicidad a la red sanitaria privada para desatascar generalmente un sistema sanitario público obstruido por listas de espera quirúrgicas y pruebas diagnósticas, hasta aquéllas en que se apuesta decididamente por dejar la asistencia de amplios sectores de población directamente en manos de aseguradoras, dentro de un perfecto maridaje y entendimiento.
El porcentaje medio del gasto sanitario entre CC.AA. destinado a conciertos con 'la privada' se sitúa en torno al 5,25 por ciento
Al otro lado de la barrera, las principales aseguradoras del país defienden con ahínco el papel estratégico que juegan en la sociedad española de comienzos del siglo XXI. En España, el 17 por ciento de la población, es decir, alrededor de 7 millones de personas, tiene contratado un seguro de asistencia médica privada, según datos de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA). Desde el sector se subraya, además, que son varios los factores que están colaborando para que el negocio de la Sanidad privada en España se encuentre al alza: desde la saturación de los servicios sanitarios públicos, hasta el progresivo aumento del nivel de vida y una mayor información sobre la salud. De ahí que, en 2004, la contratación de sus pólizas creció un 4 por ciento respecto al año anterior. Pero es que, además, la colaboración de la red privada con el sistema sanitario público es total cuando se la solicita en cualquier comunidad autónoma, mayoritariamente en forma de concierto. Es por eso que ahora las aseguradoras reclaman que la Administración pública reconozca su labor en voz alta.
A pesar de que el nivel de conciertos con la Sanidad privada es una realidad constante en España, lo cierto es que se trata de un crecimiento desigual, según hizo constar el grupo de trabajo sobre gasto sanitario para la Conferencia de Presidentes durante el ejercicio pasado. 'Los conciertos han perdido peso en el conjunto del gasto en nueve territorios y han ganado en otros diez', se indica textualmente. Del mismo modo, se observan importantes diferencias en el crecimiento de los conciertos, con tasas medias anuales entre 1999 y 2003, que oscilan desde 2,24 por ciento hasta un 32 por ciento.
La perspectiva desde
'la privada'
Desde las aseguradoras, el debate sobre la convivencia de los sistemas sanitarios público y privado se valora muy positivamente y se defiende el papel de la privada en su colaboración con las comunidades autónomas que necesitan concertar procesos para aliviar las listas de espera, tanto quirúrgicas, de consultas como de pruebas complementarias, de su sistema público. Así, desde Sanitas se considera que esta relación se ha mantenido estable desde el proceso de transferencias en general, pero prevé un paulatino crecimiento en el futuro. 'No cabe duda de que deberá ir a más. El Estado debe garantizar servicios y atenciones con independencia de que el prestador sea público o privado. El prestador privado, como son las aseguradoras, es muy eficiente, descarga presión asistencial sobre el sistema público y, además, da empleo a mucha gente. El 29 por ciento del gasto sanitario total es privado. Hay un gran número de procesos no urgentes que se programan con la oferta privada desde cataratas u otras cirugías protésicas programables', tal como reconoce la dirección de Sanitas.
Además, desde esta aseguradora existe el convencimiento de que esta relación-concertación beneficia al sistema público, al aligerar su carga asistencial, eliminando o reduciendo las listas de espera. Además se subraya que, en ocasiones, se ofrecen servicios en áreas en donde la actividad pública no tiene oferta: Medicina estética, especialidades odontológicas, Medicina deportiva, etc. 'Obviamente, el usuario al recibir antes un servicio (listas de espera) o recibir un servicio no cubierto (odontológico) sale beneficiado'.
Asisa, por su parte, destaca como ejemplo de la relación entre pública y privada el auge del modelo del mutualismo administrativo, teniendo en cuenta que más del 80 por ciento de los funcionarios civiles del Estado eligen cada año la Sanidad privada como proveedora de su asistencia sanitaria, con 'la consiguiente descongestión de las instituciones de gestión directa del propio sistema público de salud y la rentabilidad económica para la Administración', según se asegura desde esta compañía.
Desde las aseguradoras, la convivencia entre los sistemas público y privado se valora muy positivamente
Con respecto al panorama que se dibuja en cuanto a la convivencia de sistemas sanitarios, Sanitas no tiene ninguna duda: 'Estamos convencidos de que la convivencia a medio plazo será excelente. La lógica de la relación social debe buscar siempre la complementariedad y nunca el antagonismo. Es evidente que en algunas CC.AA. como, por ejemplo, la Comunidad de Madrid se encuentra abierta a una convivencia fructífera de los dos sistemas por el beneficio del usuario, razón de ser de cualquier sistema sanitario público o privado', señalan.
Tal es así, como se subraya, por su parte desde Asisa, que precisamente en esta comunidad ya se ha expresado la voluntad de dar continuidad al modelo del Hospital de Valdemoro, el único de los ocho nuevos hospitales de titularidad pública proyectados en esta legislatura cuya gestión será integramente privada.
La tendencia, en opinión de esta compañía, es que 'la política de colaboración entre la Sanidad pública y privada se va a extender a otras comunidades, sin perder de vista el ejemplo más consolidado como lo representa en estos momentos la Comunidad Valenciana con el Hospital de la Rivera, el de Alcira, y a los que seguirá, próximamente, el de Torrevieja y el de Denia.
'Desde nuestro sector -se prosigue desde Asisa- se está acreditando permanentemente la disposición a aumentar los grados de colaboración activa con las Administraciones sanitarias para participar en la gestión de lo público, cumpliendo las exigencias que en cada supuesto se establecen para evitar la selección de riesgo y para mantener los estándares de calidad exigibles'.
En otro orden de cosas, Sanitas considera que no existe correlación directa entre una mayor concertación con la privada y el aumento del déficit sanitario público. Todo lo contrario. 'La Sanidad privada ha demostrado durante años su eficiencia en la gestión de unos recursos que proviene sólo de la financiación privada de los socios de aseguradoras por el gasto directo de los usuarios. El gasto público deriva de los presupuestos generales del Estado y son las CC.AA. las que tienen la responsabilidad transferida de gestionar los recursos. Lo evidente es que el déficit únicamente se corrige con gestión inteligente de los recursos y reduciendo gastos, que en el caso que nos ocupa se transfiere al usuario final', afirman desde esta parte del sector privado.
Una de las cuestiones, según Sanitas, en que la colaboración de la privada puede ser todavía más intensa con la Administración pública es, sin duda, el de la dependencia en España -ancianos, pacientes crónicos, salud mental-, teniendo en cuenta que, además, se va a tratar como una prestación que no será gratuita sino de copago.
Dicha aseguradora se muestra, sin embargo, muy cauta a la hora de valorar la posible existencia de un doble juego desde la Administración sanitaria pública al utilizar los recursos de la privada y finalmente ponerse medallas por algo que se ha concertado. 'No nos corresponde juzgar la actitud de la Administración pública, pero si que le demandamos que sea justa y reconozca la contribución privada a todo el universo sanitario asistencial, ya que representa la iniciativa de una parte esencial de la sociedad', contestan. Y apostilla que la financiación pública del sistema sanitario 'necesita medidas urgentes y valientes que sólo los políticos pueden tomar, auque en ocasiones parece que no las quieran tomar'.
Cambiando de plano y acercándonos a la visión que desde las distintas autonomías se tiene sobre la a convivencia entre lo público y lo privado varía considerablemente en función de las líneas estratégicas a desarrollar por cada uno de los Gobiernos, la Revista EL MEDICO ha sondeado el sentir de algunas de ellas sobre cómo es esta relación en su región, cómo se estructura y cómo se valora su futuro.
Aragón
La comunidad autónoma aragonesa es la segunda en el ránking nacional que menos concierta con la Sanidad privada, debido a que es una de las regiones con mayor nivel de oferta pública sanitaria, sobre todo, en lo que se refiere a número de camas por habitantes y, por tanto, con capacidad para asumir procesos que en otras regiones deben derivarse a la privada.
El Departamento de Salud y Consumo de Aragón, por su parte, asegura, además, que esta tendencia de un menor gasto en conciertos con la privada, que se mantiene estable desde el traspaso de competencias sanitarias, continuará en el futuro, gracias en parte a la actualización y modernización de las infraestructuras públicas heredadas, lo que garantizará la calidad y el ritmo de trabajo asistencial público. Así lo prevé, al menos, el director general de Planificación y Aseguramiento del Departamento de Salud y Consumo de la DGA, Manuel García Encabo.
La comunidad aragonesa destina un 3,51 por ciento sobre el total del gasto sanitario consolidado en concertar procesos, principalmente quirúrgicos y pruebas complementarias con clínicas y centros privados para reducir las listas de espera del sistema público. 'Éste es uno de los valores más bajos si se compara con el gasto medio del total de comunidades, que se sitúa en torno al 5,28 por ciento, y con un recorrido por comunidades entre 2,68 por ciento de La Rioja y el 10,10 por ciento de Canarias', señala García Encabo.
En lo que se refiere a Aragón, García Encabo se muestra tajante. 'Creo que nuestra Comunidad continuará siendo una de las que dedique menos gasto en conciertos con la privada. A corto plazo no se va a invertir esta tendencia, primero porque la oferta pública es suficiente. segundo, porque la estamos adaptando y actualizando para afrontar las necesidades sanitarias de la población con altos niveles cualitativos y cuantitativos para los próximos decenios '.
Por si fuera poco, la lista de demora quirúrgica en Aragón es menor que la media en España. Los aragoneses esperan 14 días menos que la media del resto de usuarios del Sistema Nacional de Salud para ser intervenidos. Si en España, el tiempo medio de espera en días para pasar por un quirófano es de 79, en Aragón es de 65, es decir, casi dos semanas menos. Ésta es una de las conclusiones que se obtienen al comparar las demoras en los procedimientos quirúrgicos de la comunidad autónoma de Aragón y los del Sistema Nacional de Salud (SNS), que elabora semestralmente el Ministerio de Sanidad.
En cualquier caso, desde la Dirección General de Planificación y Aseguramiento del Departamento de Salud de Aragón se especifica que la relación con los proveedores privados en la comunidad es subsidiaria de la pública. 'No se conciertan procesos importantes, como ocurre en algunas comunidades sino procedimientos diagnósticos o quirúrgicos de baja relevancia'. En este sentido, García Encabo señala que la política sanitaria en Aragón lleva a que los conciertos con la privada sean complementarios pero para procesos de baja complejidad.
Por otro lado, destaca las ventajas de esta relación de concertación con la privada. 'A quien realmente favorece es al sector público y al usuario. Esta concertación permite establecer una cartera de servicios mucho más complejos en el sistema público, por lo que quien sale ganando es el usuario de la red sanitaria pública'.
En cuanto a la repercusión de esta relación en el déficit sanitario público, el responsable de Planificación y Aseguramiento lo descarta al considerar que el incremento del gasto sanitario está ligado a otras variables. García Encabo concluye con que todos los recursos del sistema sanitario público y privado tienen que funcionar como un único sistema de forma eficaz y ser complementarios. 'La privada, en Aragón, puede ser complementaria pero nunca antagonista'.
Andalucía
La relación entre la Sanidad pública y la privada en Andalucía es fluida. Fundamentalmente, se produce a través del concierto sanitario, que permite a la pública trabajar con la privada en el desarrollo de determinada actividad complementaria. 'La actividad concertada en Andalucía se ha mantenido en un mismo nivel en los últimos años, no ha sufrido ni grandes incrementos ni retrocesos. lo que sí es verdad es que el contenido de la demanda que se solicita al centro concertado ha ido reorientándose en la medida en que han ido cambiando las necesidades de complementar al sector público'. Así lo explica el director general de Financiación, Planificación e Infraestructuras de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Huerta.
'Hace unos años, esa flexibilidad fue importante para complementar la actividad de tipo quirúrgico, y en los dos últimos años, ese esfuerzo se ha reorientado hacia la actividad ambulatoria en consultas y pruebas diagnósticas. La flexibilidad mostrada en ese sentido por el sector concertado es de agradecer', insiste.
Desde la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía se puntualiza que, en cualquier caso, recibir asistencia en un centro concertado no debería ser ni más beneficioso ni más perjudicial que en un centro público. 'Nuestro reto es que la actividad en los centros concertados se realice dentro de los mismos parámetros de calidad que en el sistema sanitario público de Andalucía. Y estamos trabajando en que estos centros incorporen líneas de calidad y orientación al ciudadano igual que en los públicos', afirma Jesús Huerta.
Tanto es así que el documento que recoge los criterios para un concierto sanitario elaborado por la Junta de Andalucía establece como requisito que se cumplan una serie de parámetros de calidad exigidos por el servicio sanitario público andaluz, así como que incorporen a su modelo de gestión los procesos asistenciales que tan buen resultado están dando en la Sanidad pública y que permiten homogeneizar la atención que se presta a una persona desde el momento en el que acude al médico con un problema de salud hasta que se ofrece su tratamiento.
Desde la dirección de Financiación y Planificación de la Consejería de Salud andaluza se desecha la posible relación entre el déficit sanitario y la concertación con la privada, al menos de forma significativa, mientras que se vislumbra un futuro de convivencia entre ambos sistemas sanitarios. 'A mi entender, la supervivencia de la fórmula de concierto va a depender de la capacidad de los actores de entender el principio de complementariedad entre los centros privados concertados y el sistema sanitario público y del mantenimiento de niveles de calidad y flexibilidad suficientes para adecuarse a las necesidades de complementariedad que, en cada momento, tenga la Sanidad pública', concluye Huerta.
Cataluña
La percepción que desde Cataluña se tiene del vínculo entre los sistemas de Sanidad pública y privada se modificó ligeramente, a partir de la implantación de un modelo peculiar y característico. La concertación con instituciones privadas sin ánimo de lucro de manera estable (red sanitaria de utilización pública) es uno de los puntos fundamentales del modelo en Cataluña.
Hay coincidencia de opiniones a la hora de asegurar que el nivel de conciertos entre la Sanidad pública y privada no tiene por qué incidir en el déficit sanitario
En esta Comunidad, desde el momento de las transferencias de competencias en materia de salud a la Generalitat y especialmente desde la creación de la XHUP (red hospitalaria de utilización pública), se distingue con perfecta claridad entre Sanidad de financiación pública y de financiación privada. 'Entendemos por Sanidad de financiación pública aquellos servicios que garantizan de forma universal y financiada mediante los presupuestos de la Generalitat para cubrir la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud', explica Xavier Conill, jefe de la Secretaría Técnica del CatSalut-Departamento de Salut. En realidad, estos servicios son realizados en su mayor parte por instituciones y centros de titularidad pública, ya sean de la Administración de la Generalitat (ICS, empresas públicas), de las Administraciones locales (organismos autónomos municipales, diputaciones, sociedades anónimas municipales') o mixtas (consorcios), ya sean fundaciones benéfico ' privadas u otras instituciones sin ánimo de lucro.
En cuanto a los servicios que incluye la Sanidad de financiación no pública o privada, Xavier Conill subraya que son aquéllos, estén o no incluidos en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, que el ciudadano financia directamente o mediante otro tipo de agentes.
Xavier Conill se muestra convencido de que la relación entre estos dos conceptos de Sanidad se basa en la complementariedad. 'Esta concertación no se produce en la actualidad. Nuestra comunidad ha optado por incrementar el número de procesos quirúrgicos que realizan los hospitales de la red hospitalaria de utilización pública (XHUP)'.
Sin embargo, considera que la colaboración entre los dos sistemas, siempre y cuando las normas y reglas que se utilizan garanticen la calidad de la prestación (calidad en el sentido más amplio de la palabra) y permita a la autoridad sanitaria intervenir en defensa del ciudadano, no debe perjudicar al usuario.
En cuanto a la concertación puntual para determinados servicios específicos al sistema privado, Conill asegura que 'únicamente debe responder en todo caso a suplir necesidades urgentes y perentorias de la red de financiación pública' y recuerda que en esos puntos la normativa y regulación que debe aplicarse en estos casos ha de ser equiparable a la exigida a la red de utilización pública.
Como en otras autonomías, desde Cataluña se observa que el nivel de conciertos con la Sanidad privada, per se, no tiene por qué tener una relación directa y univoca con el déficit en el gasto sanitario público. 'Si la concertación al sector privado se realiza bajo normas y condiciones controladas, ya sea a nivel asistencial (cobertura de determinadas necesidades que el sistema público no puede cubrir en el momento adecuado) o a nivel económico (control de precios), puede ser un instrumento eficaz y eficiente'.
El debate de la futura convivencia de los dos sistemas 'el de financiación pública y privada- está abierto en dicha Comunidad. No por dudar de la bondad de su convivencia a medio ' largo plazo, si no para definir el rol complementario que ejerce cada uno de ellos en cuanto a la cobertura de necesidades expresadas por la población y poder configurar un modelo de relación y de alianza de futuro. 'En todo caso, la voluntad es avanzar hacia la complementariedad de los dos sistemas y nunca hacia el antagonismo que sólo puede llevar a una mala utilización de los recursos', finaliza en su reflexión el jefe de la Secretaría Técnica del CatSalut.
Comunidad de Madrid
Mientras, desde la Comunidad Autónoma de Madrid se trabaja en dos líneas: por un lado, potenciar al máximo los recursos de la Sanidad pública pero, por otra parte, se mantiene una estrecha colaboración con la Sanidad privada a la hora de reducir las listas de espera. En cualquier caso, fuentes del Departamento de Sanidad insisten en que, sin duda, ambas redes son complementarias, y en los últimos años la relación se ha estrechado más si cabe para conseguir el máximo beneficio para el paciente y la calidad de la asistencia sanitaria que se presta. 'La derivación a un centro privado es siempre voluntaria y si el usuario la rechazara por cualquier motivo, tiene la opción de seguir esperando hasta que pueda ser atendido por el sistema público'.
En este contexto, la CAM puso en marcha el Plan de Mamografías con el fin de que la espera máxima para la realización de este tipo de pruebas no fuera superior a 40 días. Y esto se consiguió ya a principios de enero. 'En 2005 del total de intervenciones quirúrgicas, sólo el 5 por ciento se realizó mediante conciertos con la privada, el resto se desarrolló potenciando los recursos propios', según subrayan fuentes del Departamento de Sanidad del Gobierno madrileño.
Asimismo, la Comunidad de Madrid implantó el Plan de Reducción de Lista de Espera Quirúrgica para que ningún paciente espere más de 30 días para una intervención para los procesos más frecuentes, algo que ya se consiguió también en diciembre del 2005. De este tipo de intervenciones, el 91 por ciento se realizó en centros públicos, mientras que el 8,9 por ciento en concertados. 'Con los planes puestos en marcha, el peso de la concertada no es tanto', tal como indican fuentes de la Consejería de Sanidad.
País Vasco
Por su parte, desde el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco se especifica que el nivel de concertación de procesos con la Sanidad privada se mantiene dentro de una cierta estabilidad y por el momento no parece que vaya a modificarse al alza. Este Departamento de Sanidad es el que, en su función de regulador y financiador del Sistema Sanitario de Euskadi, establece anualmente a través de los contratos-programa la actividad sanitaria, los parámetros de calidad y la financiación asignada con cada centro sanitario público de Osakidetza ' Servicio Vasco de Salud. Además, se encarga igualmente de realizar aquellos conciertos sanitarios con el sector privado, para los cuales también se fijan condiciones de cantidad, calidad y precio.
Josu Garay, director general de Financiación y Contratación Sanitaria del Departamento de Sanidad del Gobierno vasco asegura que el presupuesto sanitario a conciertos con el sector privado previsto para el 2006 será del 7,0 por ciento. Y añade: 'Este porcentaje no ha crecido, muy al contrario, se mantiene de manera similar durante los últimos años, si acaso con una pequeña tendencia decreciente (en el año 2005 fue del 7,1 por ciento)'.
El 17 por ciento de la población española tiene contratado un seguro de asistencia médica privada
Para el responsable vasco, la actividad que desarrolla el sector privado es una actividad 'absolutamente complementaria' para el sistema público y necesaria para hacer frente a situaciones puntuales (que no estructurales), en los que el sistema público puede necesitar su colaboración.
De hecho, los importes más cuantiosos se dedican a concertar el transporte sanitario programado y, en menor medida, el transporte sanitario de urgencia, las terapias respiratorias domiciliarias, la diálisis peritoneal en régimen ambulatorio, los conciertos con centros de larga estancia y psiquiátricos y por último procesos quirúrgicos y pruebas diagnósticas.
En su opinión, esta relación entre sistemas sanitarios no implica un mayor desembolso. 'El nivel de gasto sanitario se determina por la atención al ciudadano, independientemente que éste sea tratado en la Sanidad pública o en la privada. No olvidemos que ambas formas de prestación del servicio sanitario se financian con recursos públicos', puntualiza. Para el responsable del Financiación del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, el hecho de dedicar más o menos recursos a la actividad pública, detrayéndolos de la actividad privada, no debería tener repercusión en un mayor o menor déficit sanitario.
En cuanto al horizonte de la convivencia entre sistemas en un futuro, Garay se muestra confiado en una continuidad de la situación actual. 'Partiendo de la premisa de la apuesta decidida del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco por la Sanidad pública, no es previsible que en el medio plazo cambie el modelo de prestación de servicios sanitarios en la comunidad autónoma de Euskadi. El recurso a la Sanidad privada seguirá siendo contemplado como una alternativa complementaria a la actividad desarrollada por Osakidetza', concluye.