Redacción, Madrid.- Un equipo del Programa de Biología Estructural y Computacional del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha publicado un trabajo en la revista Procedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de la academia de ciencias de Estados Unidos en el que se describen los planos de la pieza de ensamblaje que utilizan las proteínas para alcanzar el lugar de las células donde se desarrollan antes de ser exportadas al sitio donde realizarán su función.
Se trata, según se describe en un comunicado oficial del CNIO, de una estructura configurada por un complejo de ARN y una proteína que se une al péptido señal para llegar hasta el retículo endoplásmico, donde la proteína permanece hasta su maduración. 'Con la ayuda de esta estructura se puede entender mejor el funcionamiento de esas proteínas que luego, son utilizadas por las células para la producción de sustancias como la hormona del crecimiento, la insulina o la eritoproyetina, entre otras. De este modo se allanará el camino para mejorar la producción de proteínas humanas en medios como la levadura o las células de una rata, en la definición de nuevas estrategias terapéuticas, el desarrollo de nuevos fármacos, la producción de proteínas humanas en cultivos de levadura o células de rata, e incluso en la terapia génica, mediante la reprogramación de procesos celulares concretos '.
En 1999, Günter Blobel de la Universidad Rockefeller de Nueva York, recibió el Premio Nobel de Medicina por haber identificado el sistema de señales que las proteínas utilizan para su transporte y localización en el interior de las células y, de este modo, alcanzar los lugares donde deben realizar su función.
Ya se dijo entonces que el conocimiento de estos códigos de señales y la secuenciación del genoma humano permitiría conocer mejor los procesos de determinadas enfermedades y, por tanto, desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. De hecho, en la actualidad ya se producen fármacos mediante técnicas de biotecnología en las que se utilizan bacterias para la producción de proteínas, como es el caso de la insulina, la hormona del crecimiento, la eritropoyetina o el interferón. De hecho, las células con genes modificados pueden utilizarse como factorías de proteínas específicas.
Según explica el Guillermo Montoya, jefe del Grupo de Cristalografía de Macromoléculas del CNIO que ha participado en esta investigación, este sistema es similar al que se utiliza en los aeropuertos para que las maletas vayan desde los mostradores de facturación hasta los aviones que deben transportarlas. 'Es como un sistema de etiquetas codificadas que identifica su lugar de destino. Cumplen con la parte final de un dogma establecido en Biología Molecular conocido como replicación, trascripción y transducción, por el que los genes producen las proteínas, que se comportan como pequeños robots que cumplen diferentes funciones en las células'.
Ahora, este trabajo de investigación ha dado un paso más en el conocimiento de este sistema de señales, a los que se denomina péptidos señales.